Así lo relevó el doctor Maldonado durante la ceremonia inaugural, realizada el 30 de octubre de 2018, al recordar algunas de las reflexiones que llevaron a la creación de este departamento. “Durante las últimas dos décadas, las neurociencias han recibido una enorme atención y desarrollo, y el estudio del sistema nervioso humano se perfila como uno de los desafíos más importantes para este siglo. El crecimiento sin precedentes de disciplinas biológicas, por un lado, y de las ciencias matemáticas, la informática y la sicología por otro, hacen posible por primera vez proponer como objetivo la comprensión del cerebro como un todo. Esta empresa requiere de la conjunción de competencias de múltiples áreas, así como de investigadores con la flexibilidad y la amplitud necesarias para integrar los diferentes niveles de formación en una visión coherente y en colaboración con clínicos expertos, para acelerar la transferencia de estos saberes a la salud general de la población”.
Por ello, añadió, “creemos fundamental que la articulación de los esfuerzos dispersos en grupos apoyados por proyectos transitorios, e iniciativas individuales, adopten una organización formal con proyección de largo plazo dentro de la institución, para hacer posible la gestión de recursos y de acciones en un marco unificado y con coherencia interna, tanto como con los objetivos y misiones institucionales”.
En dicho sentido, el doctor Maldonado explicó que “nuestra estrategia es crear una unidad académica con bordes difusos: de los 28 académicos que integran este departamento, sólo cinco tienen jornada completa dedicada a él, y el resto tiene afiliaciones múltiples, donde además reportan su quehacer académico en otras unidades de la Facultad de Medicina, como son programas del Instituto de Ciencias Biomédicas y otros departamentos académicos y clínicos. Es precisamente esta filiación múltiple lo que creemos que es una estrategia eficaz para fomentar la investigación básico clínica, pues sus integrantes pueden beneficiarse de la experiencia colectiva y tienen fácil acceso a plataformas experimentales comunes; además tienen una dedicación de tiempo específica para sus labores científicas”.
Por ello, resaltó que “fomentaremos centros de investigación básico clínica asociativos en el departamento; de hecho, nuestros académicos ya integran proyectos Fondap, Núcleos Milenio, Fondef y Anillos de Ciencia y Tecnología. Entre ellos, cabe destacar nuestra participación en el Instituto de Neurociencia Biomédica, BNI, donde trabajan 12 de nuestros investigadores. Este departamento puede funcionar como sustrato institucional para coordinar y apoyar la postulación y ejecución de estos proyectos asociativos. Es así como busca ser un articulador de la interacción académica, buscando la multi e interdisciplinariedad, características que han sido desde siempre de las neurociencias”.
Hacer realidad la integración básico clínica
Por su parte, el decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan, celebró la concreción de esta iniciativa haciendo énfasis en los procesos que llevaron a su creación: “es producto de un par de décadas de trabajo en conjunto, de generación de lazos profesionales, académicos y personales. Pero además de esta trayectoria en torno a problemas comunes, como la neurociencia, también hay una trayectoria de nuestra institución en la consolidación más robusta de la mentada integración básico clínica; este articular realmente de las profesiones y el ejercicio de la salud en paralelo al desarrollo disciplinar que las requiere, y borrando estas barreras que son muy artificiales, como son límites entre lo que es profesional, clínico, salud o ciencia. Este departamento es el continuo entre la ciencia y la salud, entendiendo que los problemas del ámbito sanitario son de la naturaleza, y que para ser comprendidos y solucionados requieren de un análisis intelectual y de un trabajo académico, tan riguroso o más que en las disciplinas científicas vistas tradicionalmente. Que esto se pueda articular en la Facultad de Medicina es un gran logro conceptual, pero la respuesta no sólo está en la conjunción de personas; esto hay que llevarlo también a las organizaciones y a las actividades, y en ese sentido estamos trabajando”.
Esta ceremonia concluyó con la conferencia magistral que ofreció el doctor Rubén Moreno-Bote, académico del Center fon Brain and Cognition de la Universidad de Pompeu Fabra, Barcelona, charla denominada “Los límites en la toma de decisiones”.