El 7 de diciembre las autoridades sanitarias confirmaron que la Región Metropolitana retrocedería, en el marco del plan “Paso a paso”, a fase dos de transición (con cuarentena obligatoria en todas las comunas durante los fines de semana y días festivos) debido al aumento de casos de Covid-19. Esta situación ha encendido las alarmas por una eventual segunda ola de coronavirus que coincidiría con la llegada del verano y con el cansancio de los equipos de salud en los casi diez meses de arduo trabajo y que vivió su momento más álgido en junio.
Precisamente durante el primer peak de casos confirmados de Covid-19 en el país, las autoridades sanitarias elaboraron el protocolo para la estrategia de testeo-trazabilidad-aislamiento (TTAA), en la cual se entregó la responsabilidad de llevar adelante esta tarea a los servicios de Atención Primaria, con una inyección de recursos que contemplaba la contratación de personal y de apoyo técnico para desarrollar la estrategia. Sin embargo, no se garantizó la continuidad de dichos recursos, lo que ha implicado una reducción del equipo capacitado, además de la incertidumbre del personal médico ante una segunda ola.
A nivel internacional la pandemia ha mostrado fuertes rebrotes en Europa y Estados Unidos, situación que alertó a las autoridades sanitarias para preparar a los servicios de salud frente a lo que podría ser una “segunda ola” de casos de coronavirus en el país. Sin embargo, según la académica del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar, Dra. Alicia Arias-Schreiber, nuevamente se han enfocado los esfuerzos en mejorar el sistema hospitalario, dejando de lado el trabajo que ha llevado adelante la atención primaria y que podría controlar los rebrotes debido a la importancia que ha cobrado la estrategia de trazar los casos positivos y aislar a tiempo a sus contactos estrechos.
“Nos preocupa que nuevamente se concentren las respuestas en las Seremis, y fue bastante claro que esa estrategia no permitió la contención oportuna de los brotes y más bien posibilitó esos altos niveles de transmisión comunitaria intensos que tuvimos durante la primera ola”, analizó la académica.
Los desafíos ante una segunda ola
Para el académico de la Escuela de Salud Pública de la U. Chile, Dr. Juan Ilabaca, quien a su vez trabaja en la salud municipal en San Joaquín, los principales desafíos que existen actualmente y que servirían para prepararse, están en la línea de un trabajo integrado entre los diferentes actores como son las autoridades sanitarias, las Seremis de salud, la salud municipal y los servicios hospitalarios, con la finalidad de evitar errores como el tener pacientes “duplicados” (que se monitoreaban desde dos frentes) entre otros. Además, mencionó la importancia de comprender los factores psicosociales y económicos para lograr reducir la movilidad de las personas.
“Lo psicológico tiene relación con los problemas de salud mental que tiene que ver con el confinamiento y lo social con el componente de la asistencia social, por ejemplo, de encargarse de las necesidades alimentarias de la población que está enferma”, mencionó el Dr. Ilabaca.
Por otro lado, el académico también indicó que es importante poder realizar una trazabilidad efectiva, ya que actualmente no se logra notificar a todos los contactos estrechos que ha tenido una persona positiva a covid-19. “Nadie vive solo, entonces si estamos pesquisando, en promedio, a un contacto por cada caso, es porque no estamos haciendo el trabajo muy bien. Uno debiera estar por sobre los tres contactos por cada caso índice”, agregó.
En este sentido, la Dra. Arias-Schreiber señaló que es fundamental que las autoridades sanitarias puedan avanzar en la línea del aprendizaje de las lecciones que dejó la “primera ola”, en donde la incorporación de la APS fue tardía y descoordinada, lo que posibilitó el descontrol de la situación epidemiológica.
“El llamado a la autoridad sanitaria es a sacar las lecciones aprendidas de la primera ola. Como universidad nos ponemos al servicio para contribuir en esta línea, con el conocimiento que hemos ido levantando a partir de la sistematización de lo ocurrido en atención primaria”, indicó la Dra. Arias-Schreiber.