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En la investigación, tres versiones de ChatGPT rindieron el Eunacom y aprobaron

Sus autores abren así el debate de si este test sirve para medir las capacidades médicas reales

ChatGPT rindió el Eunacom… y aprobó

La investigación, recientemente publicada en la revista JMIR Medical Education, muestra que tres versiones de esta inteligencia artificial son capaces de superar el mínimo de aprobación exigido del Examen Médico Nacional; de hecho, una de ellas tuvo un excelente desempeño respondiendo preguntas de psiquiatría y otras dos se lucieron frente a temas de cirugía.

Doctor Ramón Rodrigo Salinas

Y con la patente de un nuevo medicamento en la mira

Doctor Ramón Rodrigo, líder mundial en estrés oxidativo

ScholarGPS, empresa estadounidense que compila de forma indexada y actualizada metadatos correspondientes a más de 200 millones de publicaciones de archivo, sitúa la productividad de este profesor titular del Programa de Farmacología del Instituto de Ciencias Biomédicas en el número 90 a nivel mundial en el ámbito del estudio del estrés oxidativo. Además, lo ubica dentro del grupo de “académicos altamente clasificados”; es decir, dentro del 0,05% de los investigadores mejor rankeados del orbe.

La delegación académica y diplomática de Arabia Saudita junto al decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, doctor Miguel O'Ryan, representantes del equipo directivo y académicos de nuestro plantel.

Encuentro organizado por la Dirección de Relaciones Internacionales

Representantes de Medio Oriente conocen la Facultad de Medicina

Una amplia delegación de académicas de diferentes universidades de Arabia Saudita, encabezada por el embajador de ese país en Chile, Khalid Al Salloom, acompañado también por el cónsul Mashhoor Alwetaid, visitó la Facultad de Medicina con el fin de establecer vínculos y ahondar en la oferta académica y científica de los diversos planteles, con miras a posibles acuerdos de mutuo beneficio docente y de investigación.

En el contexto de Acreditación Institucional

Vicerrectoría de Asuntos Académicos visita la Facultad de Medicina

La visita tuvo como objetivo dialogar sobre la muestra intencionada de programas formativos, instrumento recientemente incorporado en el proceso de acreditación institucional, que apunta a la calidad integral de nuestra Universidad y se enfoca en la aplicación homogénea de sus políticas, normativas y procedimientos.

A la fecha, cerca del 90% de los recién nacidos en las maternidades desde el 1 de abril han recibido su inmunización, pero en los lactantes nacidos desde el 1 de octubre del 2023 en adelante, la cobertura apenas sobrepasa el 50%.

Cobertura a la fecha apenas sobrepasa el 50%

Expertos U. de Chile llaman a inmunizar contra sincicial a lactantes

“¡Protege a tu hija o hijo ahora!” es el llamado que realizan desde la Universidad de Chile integrantes del equipo a cargo de generar la evidencia científica a partir de la cual el país comenzó a inmunizar con Nirsevimab en abril de este año. Los expertos del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y de la Facultad de Medicina de la Casa de Bello advierten que cerca del 90% de los recién nacidos en las maternidades desde el 1 de abril han recibido su inmunización, pero en los lactantes nacidos desde el 1 de octubre del 2023 en adelante, la cobertura apenas sobrepasa el 50%.

Cuando se forja la identidad

La diversidad de género, el nuevo desafío en la niñez y adolescencia

La diversidad de género, el nuevo desafío en la niñez y adolescencia

Este grupo está liderado por la enfermera matrona María Isabel González, e integrado por la sicóloga Carolina Lüttges, la pediatra Olivia Salas, la ginecóloga infanto juvenil Adela Montero, la psiquiatra infantil y de la adolescencia Vania Martínez, la pediatra endocrinóloga Alejandra Jara y la trabajadora social Daniela González. La profesora González explica que a nivel mundial y, en especial entre las personas más jóvenes, ha habido un aumento importante de la demanda de atención en el tema de la transición de género, “probablemente porque está más abierto, hay más conocimiento y más información. Yo me adscribí al Cemera en el 2014 para para potenciar la docencia, atención e investigación en temáticas relacionadas con la diversidad sexual, y en esa época comenzamos atendiendo menos de una decena de personas, y en los últimos cinco años hemos tenido alrededor de 50 pacientes bajo control”.

Su rango etario va desde los siete años y hasta pasados los 18. “Como Cemera sólo recibíamos a adolescentes, pero desde hace poco nos abrimos a atender a niños y niñas porque es un tema en el que llegan sus padres a consulta, en que las familias quieren saber y anticiparse a lo que creen que puede venir. Y nosotros damos acompañamiento a esas familias, pero definitivamente no se ofrece ninguna intervención médica en el ámbito de transición de género, ninguna”, explica la docente.

En ese punto, la profesora Lüttges acota que los y las adolescentes consultantes llegan a este centro en distintas fases de su proceso de identidad de género: “porque primero sucede que se dan cuesta de esta situación, y generalmente parten hablando con amigos y con la familia si es que tienen ese apoyo, para después empezar a buscar donde poder encontrar respuestas a esto que les está pasando. Otros llegan ya habiendo realizado la transición social en la familia y el colegio; es decir, con el cambio de nombre social, con nuevos pronombres, y vienen a buscar otra atención, relacionada con el bloqueo hormonal de pubertad o, en algunos casos, el tratamiento de hormona cruzada”.

¿A qué atribuyen el aumento de casos?

Prof. González: Efectivamente, a nivel mundial ha aumentado el número de consultas por temáticas de identidad de género o servicios afirmativos de género, y también se ve desde la pediatría que cada vez también son más papás los que están consultando por este tema. Lo que nosotros hemos visto hasta el momento son casos que efectivamente uno no puede pensar que no lo sean, o atribuirlos a algo pasajero. Creo que hay muchos factores que contribuyen a que esto tenga una mayor visibilización hoy: desde que ha cambiado la crianza y los padres están escuchando mucho más lo que los niños, niñas y adolescentes están diciendo al respecto; ha aumentado el acceso a la información también, especialmente para los jóvenes a través de redes sociales. Lo que vemos nosotros como equipo es que esa es la fuente de información en relación a este tema: no es la educación sexual, no son los colegios y tampoco muchas veces no son las familias; es TikTok, es YouTube. Por ahí se informan y logran darle un nombre a lo que les pasa, lo cual también es súper importante. También ha habido enormes cambios culturales en el último tiempo, la juventud de hoy no piensa como lo hacían las generaciones anteriores, pues son mucho más respetuosas de la diversidad en general del ser humano, como son las diversidades sexuales.

Prof. Lüttges: La diversidad de género, así como las neurodivergencias, son otras diversidades que están siendo más integradas, sin verlas como una patología, sino como una variabilidad más dentro de lo humano.

Lo mismo reafirma la profesora González: “es una generación que tiene mucha más conciencia acerca de la importancia de no opinar sobre el cuerpo de otro, de no juzgar al otro por la forma como viste, por ejemplo, y parte de eso también es el respeto a las diversidades. También ha cambiado la visión desde la medicina y la psiquiatría; la transición de género dejó de ser una patología hace años. De la misma forma, hemos avanzado como sociedad en materia de derechos en Chile: existe desde el año 2018 la ley de identidad de género que permite a los mayores de edad cambiar su nombre y sexo registral con un simple trámite administrativo en el Registro Civil y, para los menores entre 14 y 18 años, ofrece la posibilidad de solicitar el cambio de nombre y sexo registral en un juzgado familiar. Sin duda que todos esos elementos van contribuyendo a que la forma en cómo los individuos elaboran los aspectos de su género de forma distinta a lo que era hace 80, 50 o 20 años. Esa era una mirada súper binaria de género, en que todos los elementos que lo conformaban estaban absolutamente determinados por la biología. Los hombres eran de una manera y las mujeres de otra. Ahora, ¿qué pasaba con todas las personas trans antes? ¿No existían? Nosotros pensamos que siempre han existido, lo que pasa es que no se manifestaban. Antes, desde la psicología el enfoque era extinguir las conductas que se salieran de los estereotipos de género asignados por la cultura. Hoy se permite la libre expresión de género en los niños. Por eso, tenemos que poner ojo y no caer en no escuchar lo que los niños o los adolescentes nos están diciendo, o pensar que es una moda, que es una fase, que se les va a pasar; tampoco se trata de empujarlos hacia una transición, o de apurarlos a tomar una decisión, pero sí de escuchar. A eso es lo que se nos invita desde la investigación, a escuchar atentamente lo que nos están diciendo, cómo nos están mostrando y acompañar sin presionar, eso es lo que hacemos acá, trabajando en equipo”.

Prof. Lüttges: “Siempre que sea posible hay que trabajar con la familia, porque son un punto muy importante en el proceso, es un gran factor de protección contar con su apoyo. Es como un escudo para afrontar lo que viene de afuera, porque tampoco es algo tan fácil; si bien hemos avanzado, en otros aspectos no ha sido tan así. Ese es nuestro enfoque, desarrollado junto a un equipo multiprofesional, donde abordamos lo que sabemos que son las grandes necesidades en atención que tienen niños, niñas y adolescentes trans”.

Atención integral y multidisciplinaria

Esa atención, detalla la psicóloga, parte con evaluaciones en el ámbito de salud mental, “orientada a resolver si es que hay condiciones concurrentes a este proceso de identidad de género. Es la misma que se hace a cualquier persona en una primera consulta de salud mental; entonces, aparte de adentrarnos en temas de la identidad de género, igualmente se evalúan ámbitos del ánimo, de la alimentación, si es que hay riesgo suicida o de autolesiones; también aspectos familiares, de apoyo o violencias. Y, si se detecta alguna sintomatología de preocupación, lo vemos con el equipo, por si va a requerir tratamiento farmacológico o apoyo psicológico. Otros casos no necesitan eso, porque están bien, tienen apoyo familiar y quizás asistimos haciendo de nexo con los colegios o cubriendo otras necesidades como de cualquier adolescente, como podría ser el déficit atencional”.

En paralelo y en el ámbito de salud física, la pediatra adolescentóloga y la especialista en endocrinología pediátrica ven aspectos del desarrollo general y las posibles necesidades de terapia de bloqueo hormonal de pubertad. “Esta nos permite contar con una ventana de tiempo y de acompañamiento psicológico necesario para el paciente y su familia durante el proceso de la transición social, para que viva según el género con el cual se identifica, pero que es reversible. En esta etapa de inicio de transición es importante que la pubertad no se produzca, porque desde el punto de vista de salud mental, por ejemplo, una de las cosas más difíciles, que mayor impacto tienen, es la disforia corporal. Cuando la pubertad no está alineada con la identidad de género es complejo; entonces este bloqueo nos permite, si la persona persiste en este proceso y quiere seguir, hacer en la adultez el tratamiento de hormona cruzada, para ser hombre trans o mujer trans”, agrega la profesora Lüttges.

Prof. González: “Nosotros hacemos la diferencia, porque hay personas que no tienen disforia con su identidad de género, pero sí con las partes de su cuerpo que no se alinean con esa identidad. La disforia corporal puede ser pequeña, mediana o puede ser importante. La disforia corporal ocurre por la sensación de tener algo que no corresponde, porque no se alinea con tu identidad; es decir, si alguien se reconoce en la esfera masculina, el tener mamas o tener la regla les provoca problemas. No tienen disforia por ser transgénero, no hay angustia por ser trans; lo que les está provocando grandes alteraciones en el diario vivir es ser una persona tras masculina que tiene mamas, lo que altera sus actividades cotidianas, como por ejemplo no quieren mirarse en el espejo, no usar el camarín del gimnasio, no se duchan frente a sus compañeras, los quiebra emocionalmente. Y eso puede llevarlos incluso a auto agresiones en el pecho, por las ganas potentísimas de no tener esto; y lo que vemos en nuestra experiencia, y que también nos muestra la investigación, es que hay una mejoría elevadísima en la calidad de vida y en el ámbito de la salud mental después de las mastectomías o las cirugías masculinizantes de tórax en personas trans masculinas”.

Prof. Lüttges: “De hecho, el tener un cuerpo disonante con su identidad de género los hace más propensos a agresiones de distinto nivel, desde el “misgendering” o equivocación de género: es cuando los confunden por cómo se ven. Van a comprar, es un chico y le preguntan “¿qué quiere la señorita?”. Muchas veces evitan actividades por lo mismo, yo tengo por ejemplo pacientes que entraron a la universidad y no van a las fiestas porque como en Chile saludamos de beso a las mujeres y de mano a los hombres, para ellos es un dolor de estómago llegar a un carrete y que no sepan cómo saludarlos. Esos que parecen detalles son muy importantes para ellos; por eso que la afirmación hormonal es tan importante, porque no solamente quieren ser, sino también se quieren ver, porque tratamos a los demás como lo vemos”.

El camino a la adultez

El paso de los y las pacientes de Cemera al sistema de salud para adultos, dicen las especialistas, representa una dificultad por sortear. La profesora González dice que “de partida nos cuesta mucho; probablemente a la que más le cuesta es a la endocrinóloga, porque ella los acompaña por más tiempo. Entonces, en general, son chicos o chicas que están hasta más allá de los 18 años con nosotros”.

La profesora Lüttges aclara que “administrativamente, como centro adolescente, tenemos que dar el alta a los 18 años, pero mantenemos a algunos hasta un año más, si es que todavía están en el colegio. Pero algunos pacientes han permanecido más porque nos ha costado encontrar lugares donde puedan continuar, por ejemplo, con su tratamiento endocrinológico. Esa es la parte más difícil, dar la continuidad porque el tratamiento hormonal cruzado es de por vida”.

Otra de las dificultades, agrega la profesora González, “es que tenemos muchos pacientes que nos consultan por el tema de las cirugías, y son pocos los especialistas al menos en la parte genitourinaria”. En ese sentido, explica, “acá tenemos muchos más consultantes trans masculinos, de biología femenina, y lo que vemos en nuestra casuística es que no aspiran a la cirugía genito urinaria; de mamas sí, y ahí tenemos el escollo de que no son prioridad, y como son más jóvenes son menos prioridad aún. Entonces tenemos barreras a nivel familiar, a nivel institucional, barreras económicas, que lo único que hacen es prolongar esa angustia, porque realmente vemos que se va a intentar la cirugía a lo mejor a los 30 años o a los 35, pero van a ser muchos años de sufrimiento innecesario. Porque además en mastectomía hay muchos más profesionales que antes, pero lo que hemos visto es que parece haber una presión de que, si se hacen la mastectomía, también deberían hacerse una histerectomía, y no necesariamente es lo que desean”.  

Por eso, relevan la dificultad que supone la falta de profesionales capacitados, “que todavía no esté garantizada la atención en el sistema público, aunque eso está cambiando, se están implementando programas de acompañamiento en todos los hospitales, pero aún en marcha blanca”.

Y esa es una labor a la que están abocados como Cemera: “Nosotros acá hacemos docencia de posgrado, especialistas que se están formando en ginecología infanto juvenil, ginecología general, medicina familiar y pediatría, y lo que primero nos preocupa es la falencia que hay en la formación. Es verdad que este tema es muy nuevo y en los últimos cinco o diez años ha emergido una visualización enorme. Hay pocos especialistas en niñez y adolescencia, y vemos que las especialidades de adultos en general conservan una mirada poco actualizada, una visión del trans que es muy masculino, o sea la persona que quiere hacer un tránsito totalmente completo hacia el otro género, y no todos lo desean así. Algunas personas sólo quieren transitar en lo legal, con cambio de nombre y sexo registral; otras pueden querer además cambios en la apariencia completa, con todas las cirugías; otras solo hacer terapia hormonal no extrema, y algunos trans masculinos –que nosotros vemos mucho-, aspiran a una cirugía toráxica masculinizante, pero sin la intención de hacerse una histerectomía, pero desde los equipos de atención a adultos se le insiste en que sean ambas. Esto es algo que tratamos de explicar en la formación de ginecología, que no hay que obligar a esa aparente “congruencia””, dice la profesora González.

En el área pediátrica, agregan, el llamado es a “reforzar que este no es un tema fácil, no es fácil ser un niño o un adolescente trans, como también para muchos niños no es simple ser un niño o un adolescente que sólo tiene conductas que se salen del estereotipo cultural asignado para su género. Puede ser sólo una preferencia y tenemos que ser capaces de diferenciar eso; pero, a la vez, no juzgar a los papás que apoyan a estos hijos, porque tampoco es fácil acompañar a un niño que piensan que es o puede ser trans. Como profesionales, el no mirar, no escuchar y no intervenir cuando un adolescente lo requiera, desde la ética del cuidado no es algo que se deba hacer, porque puede tener consecuencias muy negativas. Los adultos nos estamos quedando atrás, y cuando nos cerramos a conversar no tendemos puentes de comunicación".

Las docentes reflexionan, finalmente, que “como cultura o como sociedad nos falta muchísimo, son temas que dan mucho temor y, además, hay muchas creencias relativas a que si se entregas información a los niños y adolescentes es como darles “chipe libre”. De alguna manera los adultos no nos estamos haciendo cargo de temas que para los adolescentes son importantes y que están en su agenda. Porque hoy muchos de ellos van a ser testigos de transiciones de género de compañeros, y los adultos de su entorno no siempre tienen las capacidades para abordar estas temáticas. Entonces deberíamos tener políticas públicas que garantizaran una educación sexual integral que también le pudiera entregar herramientas a los adultos, a los padres, que se sienten claramente muy solos y sobrepasados”.