Los adolescentes son los grandes ausentes de las políticas de salud nacional. Probablemente se han hecho invisibles porque su mortalidad y necesidades de hospitalización son bastante bajas en comparación a otros grupos etarios, sin embargo, tienen problemas significativos en el campo psicosocial, psiquiátrico, nutricional, ginecológico, endocrino, dermatológico y traumatológico, los cuales -en general- no son abordados a tiempo por los especialistas.
Si se considera que el 18 por ciento de la población nacional tiene entre 10 y 19 años, se hace imperativo desarrollar un enfoque intersectorial que esté centrado en la prevención y que apoye a los jóvenes para evitar conductas de riesgo.
"Las carencias son evidentes respecto al conocimiento de la realidad y la problemática adolescente, así como en el número de profesionales capacitados para trabajar con ellos. Lo mismo ocurre con los servicios de salud, los cuales no han sido diseñados para atender sus demandas", señala la doctora Verónica Gaete, directora del Centro de Salud del Adolescente SerJoven, institución modelo en el país.
Por ello la doctora Gaete está encabezando un equipo orientado a formar especialistas en adolescencia, pediatras que durante dos años reciben conocimientos e incrementan sus habilidades específicas para promover el desarrollo de los jóvenes y así manejar sus principales problemas de salud.
En este programa, impartido por la Escuela de Postgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, participan diversos centros que enseñan a los médicos la manera más adecuada de manejar los problemas de salud que atañen a este grupo.
Con discusiones de casos, role playing, experiencias vivenciales, análisis de videos, seminarios, reuniones clínicas y bibliográficas, educación grupal, trabajo comunitario, visitas a centros y programas para adolescentes, además de atención supervisada, los futuros especialistas ahondan -con un enfoque integral- en la resolución de las necesidades prioritarias de los jóvenes.
"Nuestra facultad tiene una posición privilegiada para consolidar este postítulo ya que cuenta con académicos, centros de atención y programas de gran trayectoria, lo que nos permite generar con amplia ventaja una beca de primer nivel, que ofrece anualmente dos cupos", añade la directora.
Futuro
"No tratar a tiempo las patologías que afectan a los adolescentes implica un gran riesgo social. Muchas veces la familia trae a los jóvenes a las consultas a destiempo, cuando han iniciado sus relaciones sexuales, se han hecho adictos a las drogas, tienen un avanzado trastorno alimentario o han caído en depresiones severas. En otras palabras, estamos llegando tarde y esto implica que ponemos en riesgo el futuro del país", alerta la doctora Gaete.
Preocuparse de la salud física, sicológica y social de los jóvenes es una inversión de largo plazo que impactará -entre otras- en las enfermedades crónicas que abundan entre los adultos.
"La obesidad, patología coronaria, cirrosis y adicción al tabaco, entre otros problemas de salud, pueden prevenirse si promovemos conductas saludables durante la adolescencia. Ello a través de un modelo de atención integral que ya está funcionando con éxito en varias clínicas privadas pero que, lamentablemente, no se encuentra disponible para la gran mayoría de los adolescentes chilenos. Por eso necesitamos centros amigos de los jóvenes, que los acojan sin estigmatizarlos ni criticarlos", dice.
Finalmente, la doctora Gaete invita a los interesados en cursar el programa de postítulo a que consulten en los sitios: http://www.postgradomedicina.uchile.cl/ y www.serjoven.cl donde están los detalles del curso.
"Estamos buscando a pediatras que les guste trabajar con adolescentes, que sean amplios de criterio, flexibles, con una gran capacidad de comunicación y que junto a los escasos especialistas que tiene Chile en este campo, estén dispuestos a investigar y trabajar para que el país implemente programas y servicios destinados a los jóvenes", concluye.