La profesora María José Poblete, académica del Departamento de Terapia Ocupacional y Ciencia de la Ocupación, es la directora de Rayün, Programa de Atención Docente para estudiantes en práctica profesional. El proyecto, que lleva un año de funcionamiento, fue impulsado por la académica, dado el considerable incremento de problemas de salud mental tras la pandemia de Covid-19, lo que, vinculado con su experiencia profesional, la llevaron a crear este espacio de docencia, integrado por profesores del departamento, ayudantes de tercer y cuarto año de la carrera de Terapia Ocupacional, y egresados de la misma.
El director del Departamento de Terapia Ocupacional y Ciencia de la Ocupación, profesor Rodolfo Morrison, mencionó que “el programa ha logrado materializar un sueño histórico del equipo de terapia ocupacional, que tiene que ver con generar un espacio de atención abierto, en donde sea posible congregar la docencia, el trabajo de estudiantes, y el apoyo a la comunidad".
Asimismo, agregó que “desde la dirección del departamento valoramos mucho esta iniciativa, porque va en sintonía con lo que se proyecta desde una universidad pública: brindar espacios abiertos, gratuitos, y con servicios de calidad”.
Por su parte, el Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) de la comuna de Independencia, que mantiene una alianza colaborativa con la Facultad de Medicina, manifestó que una de las grandes demandas de la comunidad de Independencia se relaciona a temas de salud mental, sobre todo en adolescentes de los liceos comunales. Es por esto que, cuando se propuso la idea de implementar un proyecto que contribuya a las necesidades del territorio, mostraron su apoyo.
¿En qué consiste el programa?
El programa Rayün atiende a niñas, niños y adolescentes entre 1 y 22 años, que presenten alguna problemática de salud mental o diagnóstico psiquiátrico. El ingreso se realiza a través de demanda espontánea y de las derivaciones de jardines infantiles, escuelas y liceos de Independencia. Una vez concretado el ingreso, comienzan con sesiones semanales de terapia ocupacional.
Además del abordaje individual, se realizan atenciones familiares que buscan apoyar la gestión de la vida cotidiana, junto con pautas que facilitan la crianza saludable. Lo anterior se complementa con talleres grupales y con diversas acciones de coordinación con instituciones. Es así como el programa se ha articulado con escuelas, CESFAM, COSAM, hospitales, Oficina de Protección de Derechos, Tribunales de Familia y Oficina de la Mujer, entre otros organismos.
La profesora María José Poblete recalcó que “es una labor desafiante y de mucho aprendizaje en términos profesionales, ya que no sólo son personas con problemas de salud mental, sino que también son realidades atravesadas por la migración, el género y la vulnerabilidad social. Por esto, entendemos que el trabajo interdisciplinar e intersectorial es fundamental para contribuir al bienestar durante la niñez y adolescencia”.
Las principales problemáticas
En su mayoría, las derivaciones de niñas y niños han sido por diagnóstico de autismo, trastornos conductuales y vinculares. En el caso de los adolescentes, las consultas más frecuentes son por afectaciones emocionales y sociales asociadas a procesos migratorios, dificultades en la interacción con pares, conflictos familiares y problemáticas sociales asociadas a su identidad de género u orientación sexual.
Desde el rol de la terapia ocupacional, la atención se orienta a trabaja en el desarrollo de habilidades en los pacientes, tales como la gestión, organización y compromiso con las actividades cotidianas, para que así logren alcanzar niveles de autonomía e independencia acordes a su edad y condición de salud, además de generar un ejercicio de derechos en pro de su bienestar.
La estudiante de terapia ocupacional, Thais Duarte, quien actualmente está realizando su práctica profesional en el programa Rayün, comentó que la iniciativa “es un centro de práctica integral, ya que no sólo da la oportunidad de realizar atenciones individuales, sino que también, talleres grupales y labores de gestión. Además, el hecho de que te traten como un colega más, permite que te sientas más empoderada de tu rol profesional”.
Los alcances del programa
Tras un año de funcionamiento, el programa Rayün ha sido evaluado positivamente, y los logros individuales han sido significativos. Se ha logrado identificar que los apoyos entregados a la comunidad permiten realizar abordajes mucho más completos e integrales de lo que permite realizar la red de salud pública en condiciones normales. Asimismo, la posibilidad de explorar diversas ocupaciones, además de la contención emocional que entregan las sesiones individuales con los pacientes, permite que sean acompañados en su tránsito por la red de salud, ya que, en muchas ocasiones, están a la espera de atenciones con otros profesionales del área de salud mental.
Otro aspecto a destacar, es que de la población adolescente se ha generado la proyección de estudios universitarios al atenderse en la universidad y habitar sus espacios. Incluso hay jóvenes que se han inscrito al Preuniversitario Popular Eloísa Díaz.
Otro aspecto a destacar se relaciona con la buena acogida que ha tenido el tratamiento entre la población más joven. Gracias a las sesiones individuales realizadas en la Facultad de Medicina, donde los adolescentes han podido visitar el Campus Norte y habitar sus espacios, los pacientes han desarrollado interés por continuar sus estudios e ingresar a la universidad. Incluso, algunos de ellos se han inscrito en el Preuniversitario Popular Eloísa Díaz.
Futura proyección del Programa de Atención Docente
Uno de los principales objetivos del programa, es contribuir al conocimiento del quehacer profesional del terapeuta ocupacional en el área de salud mental. En ese contexto, como primera etapa, se está desarrollando una sistematización de la información, además del tipo de prestaciones que se están entregando, para así poder compartir la experiencia de aprendizaje que ha generado Rayün.
Así lo explicó la profesora del Departamento de Terapia Ocupacional y Ciencias de la Ocupación, Sue Jones, quien también añadió que en una futura segunda etapa, “como equipo, queremos crear un proyecto de investigación que busque evidenciar los aportes de la terapia ocupacional, como estrategia no farmacológica, en este ámbito de intervención”, —la salud mental—.
¿Por qué se llama Rayün?
Desde la cosmovisión mapuche, en mapudungun Rayün significa “florecer”, por lo que, se considera que este nombre aporta al sentido comunitario de la atención que la terapia ocupacional busca otorgar a través del programa, ya que, para florecer se requieren cuidados y acompañamiento, aspectos centrales del abordaje, considerando las problemáticas sociales y emocionales de quienes se ven beneficiados.