El encuentro, realizado el pasado miércoles 10 de julio, convocó a matronas, matrones, estudiantes y académicos en torno a relatos autobiográficos sobre el ejercicio profesional, acompañados de comentarios literarios, una intervención musical y un emotivo espacio de diálogo colectivo.
La actividad fue organizada por las académicas Loreto Villanueva, Rosa María Rodríguez y María José Cornejo, y patrocinada por el Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido, en el marco del proyecto de extensión “Huellas imborrables en la memoria: relatos de matronería sobre experiencias en la práctica profesional”, financiado por el Fondo de Proyectos de Extensión Académica de la Facultad de Medicina.
Este proyecto buscó rescatar y poner en valor el legado profesional y humano de la matronería en Chile a través de una convocatoria nacional de relatos, talleres y actividades culturales que visibilicen la dimensión ética, social y afectiva del cuidado en salud sexual y reproductiva.
“Desde nuestro Departamento consideramos que esta iniciativa representa una forma innovadora y necesaria de relevar la matronería desde un enfoque sensible, interdisciplinario y vinculado al arte y la literatura”, señaló la profesora Jovita Ortiz Contreras, directora del Departamento organizador. “Es importante relevar la importancia y proyectar el impacto de este tipo de actividades en la comunidad académica y en la opinión pública”.
Para la profesora Loreto Villanueva, encargada del proyecto, esta fue una experiencia novedosa y profundamente movilizadora: “Fue la primera vez que organizo una actividad así, y junto con el equipo, lo hicimos con mucho cariño y entusiasmo. Escuchar esos relatos escritos con honestidad y emoción nos conectó desde lo humano, más allá de lo profesional”.
Reflexión compartida por la profesora María José Cornejo, quien destacó que la actividad permitió “observarnos desde otro lugar”: “Participar en una instancia donde lo emocional y lo profesional se entrelazan a través de los relatos fue una experiencia sumamente valiosa. Escuchar narrativas que reflejan vivencias de otras colegas en el ejercicio profesional no solo resulta emocionante, sino que también interpela nuestras propias trayectorias”.
Ambas académicas subrayaron el carácter colectivo e intergeneracional del encuentro. “Fue una jornada de reconocimiento y de encuentro entre generaciones”, comentó la profesora Villanueva. “Aprecio muchísimo la participación de estudiantes de tercer y cuarto nivel, y de funcionarios de la facultad, quienes emitieron sus reflexiones desde su perspectiva y valoraron la instancia”.
En esa misma línea, la profesora Rosa María Rodríguez, también integrante del equipo organizador, destacó que participar desde el inicio en el proyecto fue profundamente motivador: “Me permitió reconectarme con mis propias vivencias y recuerdos, y vivir cada etapa como algo significativo. Imaginé el café literario como un espacio íntimo y acogedor para compartir y reflexionar sobre relatos enviados por matronas y matrones de diversos rincones del país, y siento que lo logramos”. Además, valoró el aporte de las invitadas: “Anita Tobar y Fátima Sime aportaron una mirada sensible y profundamente humana que reflejó la esencia de nuestra profesión”.
Por su parte, la profesora Cornejo también valoró el ambiente íntimo y reflexivo que se generó: “Nos reencontramos en un espacio de intimidad como este café literario, que nos invita a pensarnos y asimilar el impacto de nuestras competencias y acciones en el cuidado, la investigación, la docencia, en la construcción de políticas públicas”.
Memoria, arte y matronería: una alianza necesaria
Las docentes coincidieron en la importancia de abrir espacios como este, que vinculen la matronería con la memoria, el arte y la identidad.
“La matronería no es solo técnica o ciencia: es también historia, afecto, resistencia”, afirmó la profesora Villanueva. “Espacios como este permiten reconocer esa dimensión invisible del cuidado, que no solo es dar, también es recibir ese afecto, esa sabiduría de nuestras usuarias”.
Complementando esta visión, la profesora Rodríguez subrayó que estos espacios “nos permiten reencontrarnos con el sentido más profundo de la matronería”. A su juicio, uno de los momentos más significativos fue ver a las nuevas generaciones involucradas: “Fue muy valioso ver a estudiantes participando con atención y sensibilidad, conectando con los relatos desde una perspectiva profesional y humana”.
La profesora Cornejo complementó y se sumó señalando que: “Vincular memoria y arte con nuestra práctica profesional permite complejizarla, invita a pensar la matronería más allá del quehacer clínico, como una práctica con historia y con identidad. Hoy, donde todo parece diligente, estos espacios nos devuelven la plausibilidad del tiempo”.
En ese mismo sentido, la profesora Villanueva enfatizó el valor cultural del encuentro: “Este proyecto permitió recuperar voces que han acompañado la vida y la muerte, y resignificar el rol de las matronas como patrimonio cultural vivo”.
Lo que permanece: relatos que transforman
Las académicas coincidieron también en lo que más las marcó de la jornada: la emoción y la fuerza de la palabra compartida.
“Destacaría la emoción que se vivió en cada lectura, la calidad del diálogo con nuestras invitadas y la delicadeza de la intervención musical”, señaló la profesora Loreto Villanueva. “La matronería tiene historias que merecen ser escuchadas con atención, porque son parte de nuestra identidad social y sanitaria”.
En esa misma sintonía, la profesora Rodríguez destacó “La pausa musical, con la interpretación de violín a cargo de Hazel, aportó una nota artística que complementó perfectamente el ambiente íntimo que quisimos generar”. Para ella, este café literario “permitió mostrar una matronería real, entrelazada con la vida cotidiana, las historias locales y la memoria colectiva. Fue un espacio que puso en valor nuestra labor desde lo humano, lo ético y el compromiso social que representamos”.
La profesora María José Cornejo, en tanto, puso el foco en la proyección de futuro que dejó el encuentro: “Lo más influyente es que nos permitió proyectar un futuro en común, asumiendo los desafíos del ayer y del hoy”.
Asimismo, relevaron la necesidad de seguir generando este tipo de espacios. “Espero que sigamos trabajando en el desarrollo de esta hermosa disciplina, no sólo desde lo técnico, sino también desde el vínculo social, el sentido de país que nos inspira nuestro quehacer y desde el sentido de pertenencia”, dijo la profesora Villanueva.
La profesora Cornejo cerró con una mirada estratégica: “Esta actividad instala la necesidad de seguir generando espacios integrando memoria y arte, y abre un desafío de pensar en líneas de trabajo en torno a la identidad profesional, de pasear por sus memorias en miras de construir su futuro”.
Finalmente, la profesora Rosa María Rodríguez enfatizó que lo más importante es “rescatar la diversidad y riqueza de la matronería ejercida en distintos territorios del país, muchas veces en contextos difíciles, pero siempre con una vocación profunda de cuidado”. En el mismo contexto, aseguró que valorar estos testimonios sencillos y generosos “es también reconocer la esencia de nuestro quehacer: estar presentes para cuidar, acompañar. Ese es el gran legado de este encuentro”.
El café literario marcó el cierre del proyecto de extensión "Huellas imborrables en la memoria: relatos de matronería sobre experiencias en la práctica profesional", impulsado por el Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y financiado por su Fondo de Extensión interno en el área de Proyectos de Extensión Académica.
La iniciativa contempló una convocatoria nacional de relatos autobiográficos, talleres literarios, actividades de difusión —como este café literario— y la futura publicación de una compilación escrita. Su propósito ha sido rescatar y poner en valor el legado profesional y humano de matronas y matrones, reconociendo su rol en los procesos de salud sexual y reproductiva desde una perspectiva ética, cultural y social.
Este proyecto, además, se articula con la Plataforma de Investigación, Creación Artística e Innovación de la Universidad de Chile, que promueve la integración del arte en distintas disciplinas como una herramienta para transmitir experiencias, motivaciones y reencantar el cuidado en las nuevas generaciones.