Compilado y editado por el profesor José Navarro, director del Rincón Cultural y coordinador del Curso de Formación General “Literatura: Poetisas y Poetas Chilenas(os)” y del Taller de Creación Poética, el libro nació de la experiencia desarrollada en 2024 durante los mencionados CFG y taller, bajo la guía del poeta chileno Rafael Rubio. En este espacio, estudiantes, académicos, docentes y funcionarios de la facultad exploraron el arte de escribir haikus, descubriendo la magia y fuerza expresiva de sus tres versos compuestos por 5, 7 y 5 sílabas.
En ese contexto, el pasado jueves 4 de septiembre, la Biblioteca Central del Campus Norte fue escenario del lanzamiento de la obra, evento donde la palabra breve y la contemplación poética se transformaron en protagonistas.
En la apertura del evento, el profesor Diego Cifuentes, director de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios de nuestra facultad, subrayó la dimensión colectiva de la iniciativa: “Queremos ser parte de este proyecto, colaborar con él, porque representa un orgullo para toda nuestra dirección”.
Asimismo, agregó que la publicación trasciende lo académico: “El orgullo de este texto está en el valor comunitario que crea, en la alegría de ver cómo chasconeamos la biblioteca para llenarla de voces y de vida”.
Finalmente, destacó el legado de la obra: “Este libro queda como huella y patrimonio de quienes participaron, además de ser una inspiración para seguir expresándonos y creando valor en nuestra comunidad. Lo recibimos con los brazos abiertos, porque estos 220 Haikus son un regalo de primavera para la Facultad de Medicina”.
Por su parte, el profesor José Navarro, compilador y editor de la obra, explicó la esencia del género: “El haiku consta de 5, 7 y 5 sílabas, sin metáforas, y debe capturar un instante presente, relacionado con la naturaleza o un suceso concreto”.
Sobre el espíritu del taller, el director del Rincón Cultural remarcó: “Hay una necesidad de hacer lúdico lo cotidiano. Al entrar a la sala, dejamos fuera las rutinas y jugamos a escribir haikus, creando un espacio distinto en la facultad”.
La actividad continuó con la lectura de los haikus plasmados en el libro, narrados por cada uno de sus autores: estudiantes, académicos y funcionarios.
Al terminar la lectura, la estudiante de tercer año de medicina Francisca Gutiérrez, en representación de los participantes del taller, expresó el valor de participar en este proceso creativo: “Para mí fue una experiencia muy positiva; rescato mucho esos meses de trabajo conjunto y aprendizaje con el profesor Rafael Rubio”.
Subrayó además el impacto personal de la escritura: “Me di cuenta de que la poesía puede ser una vía de expresión que nos llena profundamente y que también puede ser muy sanadora”.
Finalmente, compartió su visión sobre el haiku: “Se trata de crear en pocas palabras una pieza de arte, como un delicado atrapasueños colgado en el viento, para que alguien más capture ese momento”.
El cierre estuvo a cargo de la doctora Lorena Tapia, directora de Extensión de la Facultad de Medicina, quien reconoció la relevancia del libro: “Recibo este libro como un regalo que vamos a atesorar, porque refleja el compromiso de estudiantes, académicos y funcionarios con la vida cultural de la facultad”.
Además, reafirmó el respaldo institucional: “Me comprometo, junto al equipo de decanato, a seguir motivando y apoyando este tipo de iniciativas, porque las actividades culturales son muy necesarias en toda nuestra comunidad”.
Para concluir, proyectó el futuro de estas instancias: “La cultura seguirá encontrando en esta facultad un espacio fértil para crecer, y quienes impulsen iniciativas como esta siempre contarán con nuestro apoyo”.
El lanzamiento de 220 Haikus confirma que la creación artística es parte integral de la vida universitaria. La obra, resultado de la colaboración entre estudiantes, académicos y funcionarios, no solo recoge la sensibilidad de lo cotidiano, sino que proyecta un camino para seguir. Cada uno de los haikus que quedaron plasmados en las hojas de papel de este libro, reflejan cómo la palabra breve puede reunir a distintas generaciones en torno a la sensibilidad y la contemplación, dejando un legado cultural en la Facultad de Medicina.
Como expresó la doctora Tapia, el desafío es claro: “Seguir motivando y apoyando la cultura como una dimensión indispensable de nuestra comunidad académica. Porque estamos convencidos de que la cultura seguirá encontrando en esta facultad un espacio fértil para crecer”.