El lunes 29 de septiembre de 2025 se concretó en la firma de un convenio de colaboración académica entre la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, a través de la Escuela de Salud Pública, y el Servicio de Salud Reloncaví. El acuerdo formaliza un proceso que comenzó meses atrás, cuando tres médicos en formación del Programa de Especialistas en Salud Pública —Cristóbal Vacarezza, Valentina Pantoja y Alexis Delgado— se incorporaron al servicio mediante pasantías curriculares.
La experiencia en terreno de los tres profesionales permitió visualizar la necesidad de establecer un marco formal de cooperación. “El tiempo que pasan acá los estudiantes es muy intenso y de aprendizaje muy veloz, pero luego se van y uno los pierde. Por eso, cuando Cristóbal, Valentina y Alexis nos plantearon su interés en mantener la relación, nos pareció una oportunidad extraordinaria de vincular la Escuela con el territorio”, señaló la directora de la Escuela de Salud Pública, doctora Lorena Rodríguez Osiac.
La académica destacó que el convenio se traducirá en beneficios tangibles: “Vamos a tener formación de recursos humanos, investigación, análisis de datos, propuestas de políticas locales y una gran cantidad de actividades de vinculación con el medio. Y qué mejor que hacerlo con un servicio de salud de la zona austral del país, donde los desafíos son tan intensos como las oportunidades”.
El decano subrogante de la Facultad de Medicina, doctor Juan Pablo Torres, resaltó el carácter transdisciplinario del acuerdo. “Los grandes cambios en salud se generan en base a las personas y al trabajo conjunto entre instituciones. Este convenio es una expresión de esa colaboración, porque nos permite reunir a distintos actores —academia, servicio de salud, equipos clínicos y gestores— en torno a un objetivo común”.
Torres enfatizó que la transdisciplina es hoy indispensable para mejorar la política pública: “Este convenio refleja un modo de trabajo en que los datos se transforman en conocimiento, la investigación en propuestas concretas, y la docencia en profesionales capaces de incidir en los problemas de salud de la población. Solo así podemos mover la aguja en salud pública y generar soluciones más eficientes y sostenibles”.
El directivo recordó que experiencias recientes, como la incorporación del antiviral monoclonal contra el virus respiratorio sincicial, demuestran que “cuando se trabaja de manera transdisciplinaria entre ministerios, academia e instituciones de salud, los resultados se traducen en impacto real para los pacientes”.
Desafíos de un territorio diverso y disperso
El Servicio de Salud Del Reloncaví abarca un territorio de más de 424 mil habitantes, distribuido en las provincias de Llanquihue y Palena, con comunas que van desde Puerto Montt, Puerto Varas y Frutillar, hasta zonas extremas como Cochamó, Futaleufú y Chaitén. Su geografía —marcada por la cordillera, los fiordos y la dispersión rural— convierte la gestión sanitaria en un desafío único en el país.
La directora del servicio, Bárbara Del Pino, lo explicó con claridad: “Entregar salud aquí requiere más tiempo, más logística y más recursos que en otras regiones, pero también tenemos una población creciente y compleja. Por eso necesitamos alianzas estratégicas que nos ayuden a analizar datos, planificar mejor y definir prioridades. Este convenio con la Escuela de Salud Pública es una oportunidad para mirar nuestro territorio con otros ojos, con evidencia y con apoyo técnico-académico”.
Del Pino añadió que el convenio permitirá enfrentar problemáticas críticas de la zona: “Somos la segunda región del país con mayor obesidad y también estamos dentro de los primeros lugares en salud mental. Además, enfrentamos altas tasas de cáncer y enfermedades raras que se concentran en nuestra población. Nos falta tiempo y experiencia para analizar toda esta información, y la colaboración con la Universidad de Chile nos va a ayudar a orientar la gestión en base a datos y no solo a urgencias inmediatas”.
Ámbitos concretos de aplicación
El convenio establece un marco amplio de colaboración, que se aplicará en cuatro ejes principales:
Pasantías curriculares y prácticas profesionales: Estudiantes de postgrado de la Escuela de Salud Pública podrán realizar experiencias formativas en el servicio, y funcionarios del servicio podrán integrarse a instancias académicas de la Universidad de Chile.
Investigación y proyectos de tesis: Los estudiantes podrán desarrollar sus tesis y estudios de postgrado en temáticas relevantes para el territorio, como cáncer, obesidad, enfermedades raras y salud mental, con acompañamiento académico y apoyo del servicio.
Análisis de datos y gobernanza de la información: Se busca fortalecer el uso de la información epidemiológica y administrativa para orientar la toma de decisiones, con la participación del Grupo de Datos para la Salud de la Escuela de Salud Pública.
Evaluación de políticas públicas y procesos locales: El convenio permitirá apoyar la implementación y análisis de programas de salud, generando propuestas que incidan en la gestión territorial y en políticas a nivel regional.
El médico Cristóbal Vacarezza, asesor del Departamento de Gestión de la Demanda del Servicio de Salud Del Reloncaví y uno de los impulsores del acuerdo, explicó: “Este convenio es la confluencia de distintas historias: nuestra formación en la Escuela, la complejidad del servicio y la voluntad de generar cambios. Queremos aportar en la formación de capacidades de los equipos de salud y, al mismo tiempo, transformar los datos en decisiones más efectivas para la población”.
Agregó que los próximos pasos serán elaborar un plan de trabajo conjunto: “El desafío es concretar este acuerdo en acciones específicas: proyectos de tesis, talleres, análisis de información y propuestas de políticas locales. La Escuela aporta la mirada académica y el servicio aporta la realidad del territorio; juntos podemos generar soluciones innovadoras para los problemas más urgentes de la población”.
En tanto, los tres médicos impulsores de la iniciativa —Vacarezza, Pantoja y Delgado— están finalizando su especialidad en salud pública y ya ocupan cargos estratégicos en el servicio, en áreas de gestión de la demanda, gestión territorial y salud mental. Su rol es clave para que esta alianza no quede en el papel, sino que se traduzca en proyectos y resultados.
Finalmente, la directora Lorena Rodríguez, resumió este nuevo hito de colaboración: “Este convenio es un ganar-ganar. Nos permite estrechar vínculos con un territorio clave para la salud del país, fortalecer la formación de nuestros especialistas y aportar al desarrollo de políticas públicas basadas en evidencia. Es un compromiso con las comunidades y con el futuro de la salud en Chile”.