La emotiva actividad se realizó el 26 de noviembre de 2025 presidida por el decano de la Facultad de Medicina, doctor Miguel O’Ryan, ocasión en la que la directora de Cemera, profesora Ingrid Leal, señaló que “hoy nos reunimos en este espacio que fue también su casa profesional durante más de cuatro décadas; un lugar que ella ayudó a construir desde sus cimientos y que guarda su huella, su mirada y su compromiso. Hablar de la profesora Electra González es hablar de una mujer pionera, de una académica rigurosa, pero también de una persona profundamente humana que entendió desde muy temprano que trabajar por la salud de adolescentes era trabajar por la equidad, por los derechos y por la dignidad de las personas”.
Así, revisó su trayectoria profesional, destacando que se tituló de asistente social en la Universidad de Chile en 1972 y luego obtuvo el grado de magister en Population Research en la Universidad de Exeter en el Reino Unido. Se perfeccionó en terapia familiar, investigación cualitativa y salud reproductiva en diversas instituciones de Chile, Argentina y México. “Su vida académica se desarrolló casi por completo en la Facultad de Medicina, donde junto a un grupo de visionarios fundó en 1981 el Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral de la Adolescencia, un centro adelantado a su tiempo, que apostó a una comprensión integral del desarrollo de los jóvenes, mucho antes de que hablar de salud integral y de derechos se convirtiera en parte del discurso común. Electra asumió la subdirección de Cemera y se mantuvo en su rol hasta su retiro en el 2023; desde aquí impulsó programas de formación de pregrado, postgrado y lideró investigaciones, además de participar activamente en programas de extensión, vinculación y vinculación con el medio. Gracias a su trabajo, distintas generaciones de estudiantes y profesionales aprendieron a mirar la adolescencia con respeto, empatía y profundidad. Fue coautora del libro Salud Sexual y Reproductiva en la Adolescencia y fue coautora de más de 70 comunicaciones científicas. Su trabajo marcó la pauta en temas complejos como el embarazo y la maternidad adolescente, la anticoncepción, la educación sexual, el abuso y la violencia sexual, el aborto y la adopción en adolescentes. Su liderazgo académico trascendió las fronteras de nuestra universidad, siendo figura activa en la rama de adolescencia de la Sociedad Chilena de Pediatría y en la Sociedad Chilena de Ginecología Infantil y de la Adolescencia”.
Pero más allá de su vasta trayectoria, añadió, “quienes tuvimos la fortuna de compartir con ella, sabemos que su mayor legado es tan humano. Electra fue una colega generosa, una mentora que siempre encontró tiempo para orientar, escuchar y acompañar. Tenía la virtud de decir lo justo y necesario, con sabiduría, pero también con afecto. Su humildad contrastaba con la enorme trascendencia de su trabajo, nunca buscó figurar y, sin embargo, su influencia se siente y se sentirá por mucho tiempo. Hoy al recordarla sentimos gratitud y también compromiso el de seguir cuidando y proyectando el trabajo que ella ayudó a construir, porque Cemera no sería lo que es sin Electra, sin su mirada de justicia, su rigor académico y la relevancia que le otorgó a la mirada social de adolescencia”.
Posteriormente, diferentes integrantes del equipo de Cemera dieron su testimonio y recuerdos de lo que fue su aprendizaje y labor con la homenajeada; así, la trabajadora social Daniela González relevó que fue ella quien la acogió cuando solicitó ingresar a hacer su práctica laboral en el 2007, luego de la cual se quedó trabajando a su lado hasta el 2023, año en que la profesora González se acogió a retiro; “aprendí tanto de ella que la forma en que he recibido recordarla es mantener vivo el compromiso con la salud sexual y reproductiva de los adolescentes, la educación sexual integral y con Cemera, un lugar en el que no estaría si no fuera por ella”.
También, la doctora Pamela Oyarzún destacó su interés en educar a jóvenes y profesores respecto de la prevención del embarazo adolescente y le abuso sexual; el doctor Jorge Sandoval se refirió a la generosidad con la que compartía sus conocimientos. La doctora Claudia Sagredo, de la Sociedad Chilena de Pediatría y presidenta del Comité de Adolescencia de la Asociación Latinoamericana de Pediatría, puso en valor la labor educativa y asistencial que brinda Cemera y, en ese sentido, la contribución de la profesora González, a quien definió como “mujer comprometida, generosa y visionaria, que supo mirar a los jóvenes con empatía y esperanza. Ella en las y los profesionales que inspiró, en las transformaciones que impulsó y, sobre todo, en cada adolescente que encontró en su trabajo, brindó un espacio de comprensión, cuidado y esperanza. Sus logros no se miden solo en proyectos o publicaciones, sino en el profundo amor humano que dejó en cada encuentro, en cada historia y en cada vida”. Asimismo, la doctora Verónica Gaete, directora de SerJoven, ahondó en el trabajo formativo que impartió a distintos profesionales de la salud dedicados a la atención de jóvenes junto al fundador de Cemera, doctor Ramiro Molina.
Por último, una de las hermanas de la profesora Electra González, Brenda, agradeció con mucha alegría el homenaje rendido, señalando que “Como familia, este momento nos llena de orgullo y emoción, y también nostalgia, porque su ausencia se siente, pero su presencia sigue en cada historia y en cada vida que ella realmente tocó. Mi hermana Electra eligió dedicar su vida al trabajo social no por casualidad, sino que fue por convicción; además, tenía una forma única de mirar el mundo, siempre desde la empatía, desde la justicia, de ayudar a quienes más lo necesitaban. Para ella, ser asistente social no era un trabajo, era una manera de aportar a que este mundo fuera un poquito mejor, un día a la vez”. De este modo, hizo entrega de un retrato de la profesora Electra González para ser instalado en la sala de reuniones que lleva su nombre.
Antes de cortar la cinta inaugural de dicho espacio, el doctor Miguel O’Ryan, decano de la Facultad de Medicina, dijo que “la profesora Electra González representó, lo escuchamos hoy día con tanta fuerza, tan fielmente, lo mejor de nuestra comunidad, los valores de nuestra universidad. Valores de compromiso con las personas, con lo público, con la calidad, con la humanidad. Y si la comunidad ha decidido homenajearla, es porque ella se ganó un lugar especial; una comunidad que es tremendamente reconocida en el país, con la enorme labor y contribución que han hecho a la salud de nuestros adolescentes, y que es líder a nivel internacional, a nivel latinoamericano. Ella es primus inter pares, y queda su legado”.