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El curso se realizará hasta el 28 de agosto, y el simposio tendrá lugar a la jornada siguiente

Dirigido a estudiantes de posgrado de todo el continente

Exitoso encuentro latinoamericano de Tripanosomátidos

Del 25 al 29 de agosto de 2025 se realizará el II Curso de Biología Molecular de Tripanosomátidos, seguido del XII Simposio de Biología Molecular y Celular de la Enfermedad de Chagas. La iniciativa es organizada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y con financiamiento de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) de la corporación y de organizaciones como el Programa de Biotecnología de la Universidad de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe, UNU-Biolac, y el International Centre for Genetic Engineering and Biotechnology, ICGEB.

Inteligencia artificial en medicina

¿ChatGPT es tu nuevo médico? ¿Aliado o riesgo en salud?

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) ha transformado la forma en que las personas acceden a información sobre su bienestar. Herramientas como ChatGPT, Gemini, Copilot o DeepSeek ya no son vistas solo como asistentes digitales, sino que se han convertido en una primera parada para quienes tienen dudas sobre síntomas, diagnósticos o tratamientos. Esta tendencia plantea un debate crucial: ¿Puede la inteligencia artificial ser un complemento a la medicina tradicional o, por el contrario, un riesgo al incentivar el autodiagnóstico?

Los doctores Miguel O'Ryan, decano de la Facultad de Medicina, y Juan Pablo Torres, vicedecano, junto a los profesores titulares que recibieron la medalla

Cuenta Pública 2024-2025:

Una Facultad de Medicina renovada

En la sesión extraordinaria del Consejo de Facultad realizada el 21 de agosto de 2025, el doctor Miguel O’Ryan revisó detalladamente los avances en términos de infraestructura, docencia de pre y postgrado, de generación de nuevo conocimiento y en extensión, que tuvieron lugar durante su tercer año de gestión como decano de nuestro plantel. Además, se entregó la medalla “Ética y Servicio” a 12 académicos de las dos más altas jerarquías que se acogen a jubilación.

Centro de Memoria CMYN, Unidad mixta de la Universidad de Chile y el Hospital Salvador; en la foto, la dra. Andrea Slachevsky, líder de la propuesta REMEMVER y el Prof. Cerda, responsable de ingeniería de la iniciativa.

Un reconocimiento internacional que impulsa la investigación en demencias

Proyecto REMEMVER recibe apoyo de Alzheimer’s Association

La iniciativa chilena REd MEMoria Viva Electronic Registry, REMEMVER, liderada en conjunto por las facultades de Medicina y de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, fue seleccionada por una de las organizaciones más influyentes a nivel mundial en investigación, prevención y tratamiento de las demencias.

Academia y vinculación con el medio

Extensión y territorio: Salud, comunidad y futuro

La Jornada de Extensión 2025 reunió a académicos y académicas, autoridades universitarias y líderes comunitarios para reflexionar sobre la relación entre salud, universidad pública y territorios, en un diálogo que puso en el centro la dignidad, el racismo, la colaboración y el futuro compartido.

Juana Arcos, de AFUCH Medicina Norte; doctor Miguel O'Ryan decano de la Facultad de Medicina, y Fernando Ulloa, de AFUCH Campus Medicina, después de la firma del acuerdo.

Establece avances económicos, laborales y contractuales

Decanato y asociaciones de funcionarios firman acuerdo

Un satisfactorio protocolo de acuerdo suscribieron el decano de la Facultad de Medicina, doctor Miguel O’Ryan, y los dirigentes de los trabajadores de nuestro plantel, como son Juana Arcos, presidente AFUCH Medicina Norte, y Fernando Ulloa, presidente AFUCH Campus Medicina.

En modelo animal de hospederos inmunocomprometidos

Demuestran que tratamiento anti-moco mejora la sobrevida en casos de neumonía por Pneumocystis

Tratamiento anti-moco mejora sobrevida en neumonía por Pneumocystis

La publicación pertenece al equipo investigador liderado por el doctor Sergio Vargas Munita, académico del Programa de Microbiología y Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina, que apareció a comienzos de julio recién pasado en la revista “Frontiers in Microbiology” y que ya lleva más de 700 visitas.

Estos hallazgos son los más recientes de la línea de investigación que desarrolla el doctor Vargas, que ahonda en la forma en que se produce el daño pulmonar vinculado a infecciones pulmonares graves. En el caso de la infección por Pneumocystis, afecta también a los lactantes y a casos extremos como la muerte súbita. En este paper, junto a su equipo demuestran el rol clave que cumple el sistema inmune innato frente a la infección por Pneumocystis en inmunosuprimidos, ya que esta respuesta genera exceso de moco que puede inducir colapso de zonas del pulmón las que quedan sin oxigenación. Este modelo fue generado en base al uso de corticoides para suprimir la respuesta inmune de los linfocitos, conocida como respuesta adaptativa o clonal, dejando sin contrapeso a la respuesta innata del moco.

Para ello, explica el investigador, es clave comprender previamente el rol del moco en el sistema respiratorio, que atrapa y expulsa patógenos infecciosos. “Es parte fundamental del sistema de limpieza mucociliar, y está formado por proteínas mucinas, tales como MUC 5-B, que secretan las células caliciformes de las glándulas submucosas del epitelio respiratorio.  Estas mucinas, técnicamente “glicosiladas” –puesto que tienen una adición de carbohidratos-, una vez secretadas forman una alfombra de moco que por su alto contenido en glúcidos es muy adherente, siendo equivalente a una “alfombra de mermelada” a la que se pega cualquier elemento extraño como podría ser, por ejemplo, un patógeno o una partícula de polvo. Esta alfombra se desplaza gracias al movimiento incesante de los cilios respiratorios hacia la faringe, donde es deglutido”.

Este moco, antes de ser liberado, está guardado en forma de hebras de proteína muy comprimidas y cargadas eléctricamente de forma negativa; como un ovillo dentro de células que, cuando es secretado a la vía aérea como parte de la respuesta defensiva innata, salen de la célula y sus hebras se repelen con fuerza –como imanes de una misma carga-, haciendo que el moco se expanda en milésimas de segundo para aumentar su volumen hasta 200 veces. Así, esta gigantesca expansión de volumen genera riesgo de ocluir vías aéreas, especialmente si son muy finas.

El moco es parte del sistema de limpieza del pulmón, y en condiciones normales se encarga de mantenerlos sanos y con sus vías aéreas despejadas. Pero cuando la coordinación entre la inmunidad innata y la adaptativa se altera, la respuesta innata de moco puede inundar las vías respiratorias dificultando la ventilación.

Un ejemplo de descontrol del moco ocurre cuando la respuesta inmune adaptativa demora en generarse, o está suprimida y no existe. “La respuesta adaptativa nace a partir de la presentación del agresor, por parte de las células dendríticas, a las células inmunes, que por lo general son linfocitos y que, al reconocer a este “enemigo” se multiplican clonalmente para atacarlo en específico, por lo que esta respuesta clonal es de una puntería más dirigida que la respuesta inmune innata”, añade el doctor Vargas. “Cuando la respuesta innata está presente pero la adaptativa se demora o no llega, la innata se mantiene estimulada y se acrecienta sin cortapisas. El moco sigue aumentando mientras el individuo no elimine el patógeno con una respuesta adaptativa y dirigida de la inmunidad celular. Una demora es lo que ocurre cuando una persona tiene su primer contacto con cualquier patógeno: esto es lo que pasa, por ejemplo, en los lactantes, en los que la respuesta adaptativa o clonal se demora más. Y esto se agrava en el caso de un individuo inmunocomprometido, que es el peor escenario, porque esta respuesta simplemente no llega debido a que los linfocitos no están, por lo que la respuesta innata sigue estimulada y produciendo gran cantidad de moco” (ver imagen).

Tratar la infección o disminuir el moco

Durante 2018, el grupo del doctor Sergio Vargas publicó otras investigaciones (ver nota aquí) en la que explica que “la infección natural por Pneumocystis ocurre en la población general de lactantes entre los dos y cinco meses de edad, periodo que coincide con la edad de mayor frecuencia y gravedad de cuadros respiratorios obstructivos y otras situaciones clínicas típicas de esta edad”. Es decir, la presencia asintomática del hongo Pneumocystis coincide simultáneamente con el mayor riesgo de hospitalizaciones por cuadros respiratorios graves por virus reconocidamente patógenos, y con la mayor frecuencia de síndrome de muerte súbita del lactante. “El daño pulmonar, la inmunohisto-patología de esta infección que hemos descrito, puede condicionar respuestas alteradas y exageradas del pulmón a cuadros que de otra forma serían menos graves, y por eso puede potencialmente explicar lo anterior”, explicaba en esa ocasión. Hay hongos que se reconocen como patógenos, pero “ningún otro hongo está presente en la gran mayoría de los lactantes como hemos descrito y publicado previamente que ocurre con Pneumocystis entre los dos y cinco meses de edad”.

El grupo del doctor Vargas fue el primero en describir que en los pulmones de lactantes fallecidos por muerte súbita el moco está aumentado en la infección por Pneumocystis. Este aumento está dado ya que las vías aéreas no son axisimétricas –es decir, no son cilindros perfectos-, sino que son “como una cañería abollada, donde aumentan las posibilidades que los lados se topen, lo que puede ocluirlas por completo, que es el riesgo que produce el exceso de moco”. 

La investigación recientemente publicada en “Frontiers in Microbiology” describe el descalabro que produce la respuesta inmune innata desbordada por Pneumocystis en el modelo animal inmunodeprimido mediante administración de corticoides. “Hicimos varios experimentos para demostrar el moco en el componente líquido en el pulmón del sujeto inmunocomprometido y con neumonía por Pneumocystis: resultó que había mucho componente líquido sugerente de moco y que la relación de pulmón húmedo-pulmón seco era el doble en el animal infectado e inmunocomprometido respecto del no infectado por este hongo. Eso indica edema pulmonar y se puede ver macroscópicamente: es un pulmón pesado, casi hepatizado por la cantidad de líquido”. Este resultado sugiere que en la neumonía por Pneumocystis, además del hongo -que se trata con trimetroprim-sulfametoxazol-, habría que tratar el moco. “El tratamiento anti-moco podría mejorar el pronóstico de esta neumonía, que tiene una mortalidad que supera el 50% en algunos tipos de inmunodepresión”, puntualiza el doctor Vargas.

Mas allá aún; para comprobar que esta situación se debía específicamente al aumento de la respuesta inmune innata, los investigadores usaron ácido niflúmico, que es un medicamento que bloquea la vía denominada HCLCA1, la cual involucra fuertemente al moco y está estimulada cuando Pneumocystis está presente en los pulmones de los lactantes fallecidos por muerte súbita. “Los resultados mostraron una significativa reducción en la cantidad de moco y la inflamación pulmonar; más aún, este tratamiento mejoró la sobrevida en los casos que ya llevaban tanto como ocho semanas usando corticoides, a cifras de sobrevida similares a las que obtuvimos cuando se trató directamente la infección. Esto demostró nuestra teoría de que es la respuesta inmune innata fuera de control la que causa el aumento de moco en la pneumonia por Pneumocystis y, por tanto, la obstrucción respiratoria”.

La siguiente fase en la línea científica del doctor Vargas apunta a estudiar esta misma situación, pero en individuos sanos: “investigaremos el moco como expresión de inflamación en niños y también usando el modelo animal, pues en ambos casos hemos detectado inflamaciones del tejido pulmonar debido a infección por Pneumocystis. Ahora queremos demostrar esa situación en niños sanos de entre dos y cinco meses de edad; con esa base podríamos pasar a un estudio clínico, tratando a estos lactantes para retrasar la infección primaria por Pneumocystis. Creemos que esto sería especialmente relevante durante los primeros cinco meses de vida, ya que después la vía aérea está más desarrollada, y disminuyen los riesgos, porque las guaguas son capaces de movilizar sus secreciones con más fuerza”. Y es que, como ha probado el doctor Vargas, la presencia sub-clínica de Pneumocystis, que es constante en lactantes del grupo etario descrito, es el factor común subyacente en forma asintomática a las bronquiolitis por metapneumovirus, VRS, virus influenza y otros patógenos reconocidos que, a diferencia de Pneumocystis, dan síntomas y se diagnostican porque se pueden cultivar e identificar fácilmente en el laboratorio.