La actividad fue presidida por el decano de la Facultad de Medicina, doctor Miguel O’Ryan; la jefa de servicio de Medicina Interna del Hospital Barros Luco-Trudeau, doctora Andrea Fiabane; el director de Convenios Campus Sur, doctor Daniel Valenzuela, y el director del Departamento de Medicina Interna Sur, doctor Felipe Carrillo.
Al dirigirse a los presentes, el doctor Carrillo señaló que “elegir Medicina Interna como especialidad es, en sí misma, una decisión valiente. Optaron por un campo complejo, exigente, lleno de interrogantes, de incertidumbres, de casos que desafían, de pacientes que duelen. Pero también eligieron un camino de profundidad, de pensamiento crítico, de contacto humano sincero y sostenido. Por eso, hoy celebramos no solo su conocimiento, sino su carácter. Su templanza. Su decisión de no rendirse. De haber confiado en este proceso formativo —aunque a veces se sintiera duro o incluso injusto— y de haberse mantenido fieles a ese compromiso con sus pacientes, con sus equipos, y con ustedes mismos. Los frutos de ese esfuerzo están a la vista. No solo en las competencias adquiridas, en los procedimientos dominados, en las guías de práctica conocidas. Están en la mirada clínica que construyeron, en el juicio prudente que aprendieron a ejercer, en el espíritu crítico que lograron sostener, en la forma en que ahora acompañan, consuelan, lideran y enseñan. Nosotros, como equipo académico, nos sentimos profundamente orgullosos de lo que cada una y cada uno de ustedes ha logrado”.
Asimismo, agradeció la labor del equipo académico; de la dra. Consuelo Arroyo, como coordinadora del Programa de Título de Especialistas, y el apoyo ofrecido por familiares y amigos.
A nombre de su generación, se dirigieron a los presentes los internistas Joel Guendelman y Consuelo Godoy —quienes, además, fueron distinguidos por su rendimiento académico y calidad humana, respectivamente—, recordando los momentos más destacados de su formación de tres años, así como destacando el compromiso y entrega de académicos y profesionales de la salud que fueron parte de este proceso.
Por último, el doctor Miguel O’Ryan llamó a los nuevos titulados a seguir avanzando profesionalmente desde una mirada crítica y autocrítica, así como a contribuir con esta perspectiva al crecimiento de la medicina académica, que tenga como su foco esencial los resultados de salud de la población y el planeta, con el necesario alineamiento entre los objetivos de la medicina académica y aquellos de los sistemas de salud, cimentando el rol de la ética y de la participación y promoviendo la equidad en la producción de resultados en salud.