Este reconocimiento tiene el propósito de distinguir a un médico chileno que ha mantenido una línea de trabajo definida, prolongada y muy exitosa en un tema relevante para la medicina clínica o la salud pública, habiendo originado publicaciones en revistas médicas científicas incluidas en bases de datos internacionales, repercutiendo positivamente en el conocimiento médico, la docencia o en las políticas sanitarias en el país. El jurado encargado de discernir el premio, integrado por miembros de la Academia Chilena de Medicina y encabezado por la dra. Cecilia Albala -del Instituto de Tecnología de los Alimentos, INTA-, tomó en consideración su destacada trayectoria como académico e investigador con reconocimiento internacional, en una línea de investigación definida y prolongada en “Estudios de infecciones respiratorias virales y bacterianas en el niño inmunocomprometido, en el diagnóstico molecular de infecciones pediátricas y otras infecciones en el niño inmunocompetente”.
Al dar cuenta del proceso de selección, la doctora Albala dio a conocer que se presentaron 16 candidatos, cuyas postulaciones fueron analizadas desde la perspectiva de indicadores como “relevancia del tema, impacto en nuestro medio, persistencia en la misma línea, obtención de financiamiento en proyectos competitivos, productividad en publicaciones, productividad reflejada en extensión y difusión, y tener una tarea directora en formación de nuevas generaciones; llegamos a cinco finalistas, y de entre ellos el nombre del doctor Juan Pablo Torres fue electo por unanimidad”. Además, destacó el impacto de salud pública a nivel global de la investigación realizada por el académico y su equipo en el Departamento de Pediatría y Cirugía Infantil Oriente y Centro de Investigación Clínica Avanzada CICA Hospital Calvo Mackenna.
Por su parte, el doctor Fernando Cassorla, presidente de la Academia Chilena de Medicina, recordó que “el doctor Torres fue el primer egresado del Doctorado en Ciencias Médicas con Especialidad, que comenzó en los años 2000 y para cuyo desarrollo fui convocado junto a otros académicos por el doctor Jorge Las Heras, decano de la Facultad de Medicina de la época, y por la doctora María Eugenia Pinto, directora de la Escuela de Postgrado, ambos miembros de número. Ver crecer este programa doctoral, ver la trayectoria de su primer alumno, y poder ver lo que es ahora, con un número significativo de académicos en formación para beneficio de la medicina actual y futura del país, es un enorme motivo de satisfacción. El doctor Torres de alguna manera ejemplifica el tipo de producto que uno aspiraba que el programa llevara a término; eso, que ahora puede parecer obvio, no lo era, y tuvimos bastante resistencia a esta idea de formar en ciencia básica al mismo tiempo que hacer medicina clínica. Y resultó bastante bien; yo creo, Juan Pablo, que tu obtención de este galardón ejemplifica el valor que ha tenido este programa como la primera persona que lo cumplió a cabalidad, y que el grupo de Infectología Pediátrica del Hospital Calvo Mackenna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile tiene una reputación y un peso internacional que es muy valorado y apreciado”.
Ciencia al lado del paciente
Luego de recibir su distinción, el doctor Juan Pablo Torres dijo que “es una tremenda alegría y un honor poder recibir un premio de parte de la Academia Chilena Medicina. Y la verdad es que, al reconocer una línea de investigación, se reconoce también a las personas y a los académicos por los cuales uno se pudo formar, así como a un tremendo equipo de trabajo también, a colegas con quienes es posible generar la investigación y seguir transmitiendo estos nuevos conocimientos a lo largo de la formación de nuevas generaciones”.
A ello, añadió que “en esta línea de trabajo, que tiene que ver con las infecciones respiratorias, con cáncer, con los niños inmunocomprometidos y ahora también con los niños más vulnerables que son los que hacen infección por virus respiratorio sincicial, hay que transmitir la importancia que tiene hacer buena investigación para poder llevarla al impacto científico, pero también al lado de la cama del paciente y que eso proteja mejor, o haga mejor el pronóstico de tantos niños que están sujetos a este tipo de enfermedades”.
En términos del impacto internacional que ha tenido su línea de desarrollo científico, el doctor Torres comentó que “en conjunto con grandes equipos hemos podido establecer y realzar la posibilidad que tiene Chile de hacer una calidad de investigación clínica tremendamente relevante, que genere datos, que genere información útil para adoptar mejores medidas de prevención dentro del país y en la toma de decisiones en el ámbito de políticas públicas, pero que también sirva a otros países de la región, como en el caso de la inmunización para virus sincicial que ha sido replicada en Paraguay. Chile puede ser protagonista en generar evidencia para el resto del mundo”.
Y respecto del Programa de Doctorado en Ciencias Médicas con Especialidad, el doctor Torres comentó que su creación fue “una decisión clave, estratégica y de un tremendo impacto para ir formando académicos a lo largo ya de estos últimos 20 años, con esta capacidad de mezclar toda la clínica con la ciencia básica, pero sobre todo con la investigación traslacional, que se traslade a problemas concretos de salud y al lado de la cama del paciente. Esto va en la línea de lo que es la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, a tener un rol de contribución a los problemas de salud del país; programas como ese claramente dan en el clavo para tener ese impacto, y que se ve en varias generaciones de académicos que ya tienen ese sello y que esperamos que sigan esa línea”.