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El simposio “Cambio climático y cáncer: hechos y desafíos”, organizado por la Escuela de Salud Pública Uchile junto a CECAN y moderado por el Dr. Óscar Arteaga contó con comentarios de las académicas Karla Yohannessen, Verónica Iglesias y la Dra. Lorena Rodríguez.

La Universidad de Chile marcó presencia en el principal encuentro científico del país

ESP obtiene premios en todas las categorías de importante congreso

Más de 60 integrantes de la Escuela de Salud Pública participaron en simposios, comités, cursos precongreso y presentaciones científicas, obteniendo premios en todas las categorías, fortaleciendo el debate nacional sobre salud planetaria y crisis climática. Además, la Escuela ha sido parte del diseño y organización de este Congreso desde sus inicios en el 2007.

Este año la convocatoria estuvo marcada por los 15 años de historia del Fondo Concursable Valentín Letelier de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones.

15 años de extensión universitaria

U de Chile anuncia proyectos ganadores del Fondo Valentín Letelier 2025

En la convocatoria del año 2025, 42 iniciativas de extensión y vinculación con el medio presentaron propuestas vinculadas a la extensión artística, cultural, patrimonial, social, científica, tecnológica y del ámbito de la salud. De estos, 31 pasaron los criterios de admisibilidad y 7 fueron los seleccionados por el comité evaluador.

Brenda González, doctor Miguel O'Ryan y profesora Ingrid Leal, en el corte de cinta de la sala de reuniones

A nueve meses de su partida

Cemera inaugura sala de reuniones “Prof. Electra González”

Un sentido homenaje a quien fuera parte de su equipo por cuatro décadas rindieron académicos y funcionarios del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente, Cemera, encuentro en el que destacaron tanto su contribución científica y formativa como su generosidad y compromiso con la atención de jóvenes.

Una amplia convocatoria de estudiantes y profesionales de la salud se reunió en el marco de la primera jornada “Conectando prematurez y neurodesarrollo: desafíos en torno al TEA”

Proyecto de Extensión

Un enfoque integral para los desafíos de la prematurez

Una amplia convocatoria de estudiantes y profesionales de la salud se reunió en el marco de la primera jornada “Conectando prematurez y neurodesarrollo: desafíos en torno al TEA”, que se realizó el 26 de noviembre de 2025, convocada por el Departamento de Kinesiología de la Facultad de Medicina.

El Centro de Enseñanza y Aprendizaje, CEA, de la Facultad de Medicina registró más de 1.500 inscripciones de alumnos, académicos y profesionales en la actividad abocada al uso de la herramienta de Google.

Para dar los primeros pasos en esta inteligencia artificial generativa

Masiva convocatoria en curso introductorio sobre la herramienta Gemini AI

El Centro de Enseñanza y Aprendizaje, CEA, de la Facultad de Medicina registró más de 1.500 inscripciones de alumnos, académicos y profesionales en la actividad abocada al uso de la herramienta de Google. Tras la exitosa acogida, ya se preparan versiones avanzadas sobre NotebookLM y las Gems de Gemini.

Cada cuerpo es un mundo

Medicina personalizada y farmacogenómica:¿Por qué te hace efecto y a mí no?

En 2018, un paciente en Estados Unidos falleció tras una reacción tóxica severa a la quimioterapia. Una variante genética no detectada previamente fue la causa del desenlace fatal, encendiendo el debate sobre la importancia de considerar la información genética en los tratamientos. ¿Por qué algunas personas reaccionan de manera adversa a ciertos medicamentos mientras que otras no? La respuesta podría encontrarse en la medicina personalizada. Pero, ¿qué implica exactamente esta disciplina?

Está abierta la convocatoria a Beca Continuidad Pregrado - Magíster

Convocatoria a Beca Continuidad Pregrado - Magíster

Empoderar a alguien en su conocimiento y enseñarle con cariño

Colomba Formas es matrona de la generación 2024 de la Escuela de Obstetricia y Puericultura; actualmente cursa el Magíster en Educación en Ciencias de la Salud, lo cual compatibiliza con su actividad docente y clínica en el Hospital Luis Tisné, gracias a la beca que recibió por parte de la Facultad de Medicina y de la cual se ofrece anualmente un cupo para cada carrera.

Los doctores Eduardo Tobar, director del HCUCH, y Miguel O'Ryan, decano de la FMUCH, junto a los profesores titulares, doctores Carlos Infante, Dante Cáceres, Violeta Díaz, Juan Guillermo Rodríguez, Fernando Valiente, Juan Pablo Valdevenito y Rodrigo Vásquez, así como a la rectora de la Universidad de Chile, doctora Rosa Devés

Comunidad universitaria

U. de Chile celebra sus 183 años de excelencia al servicio del país

En el Aula Magna de la Facultad de Economía y Negocios se realizó la ceremonia oficial, encabezada por la rectora Rosa Devés, y que contó con la participación del Presidente Gabriel Boric, en la que se reconoció a 50 nuevos Profesores Titulares y se otorgó la Medalla Rectoral a las y los seis Premios Nacionales 2025 que forman parte de la corporación.

Un cambio profundo hacia una hidratación sustentable

Facultad de Medicina instala 19 nuevos puntos de agua purificada

Se trata de 19 modernos dispensadores de agua purificada, conectados a la red de agua potable del Campus Norte, en la línea de avanzar hacia una facultad más sustentable y libre de plásticos de un solo uso. Además, se prepara la instalación de tres nuevas estaciones de llenado de botellas.

Respuestas de una voluntaria

¿Por qué ser parte de las vacunas de prueba en contra del Covid-19?

¿Por qué ser parte de las vacunas de prueba en contra del Covid-19?

Lo conceptual ya lo han explicado los doctores María Elena Santolaya y Sergio Vargas, pediatras infectólogos a cargo de los equipos que prueban la vacuna de Oxford en los campus Oriente y Norte, respectivamente, y el doctor Miguel O’Ryan, encargado de la prueba de la vacuna de Janssen. Ambas usan distintos adenovirus no replicantes –es decir, sin capacidad de infectar- como plataforma que entrega un  segmento genético del virus SARS-COV-2; específicamente, del gen que codifica para su proteína Spike,  de manera que al entrar al organismo, nuestras células traduzcan este gen y sinteticen esa proteína para que sea presentada al sistema inmune. En simple, el respectivo adenovirus hace un “delivery” de un pedacito del coronavirus para que este pueda reproducirse y ser reconocido –y atacado- por nuestras defensas, de manera que el organismo esté preparado para cuando llegue el verdadero virus. Por eso, quien recibe la vacuna no se está infectando deliberadamente ni menos puede contagiar a su entorno, porque no se está exponiendo al virus, sino sólo a una pequeñísima parte de él, mediante una tecnología ya probada y demostrada en su seguridad en otras vacunas, como la que recientemente combatió, con todo éxito, la epidemia de Ébola. 

Eso es lo racional.

Pero hemos vivido con miedo los últimos nueve meses; se  ha convertido en un hábito. Covid no sólo significa aislamiento y mascarillas, también es una palabra que trae a la mente imágenes de hospitalizaciones, enfermos de gravedad y muerte y, en otros ámbitos, dificultades familiares, laborales y económicas. En todas las conversaciones el tema siempre aparece, a través de frases como “en los diarios no sale todo lo que pasa, y yo vi en internet que…”, “los hospitales están llenos de enfermos, colapsados, pero no se sabe…”, “ahora se viene peor”, las que se repiten con soterrados fatalismo y desesperanza.   

Pero ahora hay esperanzas.

El proceso, paso a paso

En el campus Norte el proceso se inicia inscribiéndose como voluntario en el correo vacunacovid.med@uchile.cl o llenando el formulario correspondiente; en el campus Oriente, los correos son vacunaoxford@gmail.com o vdelamaza@uchile.cl. El público objetivo son los mayores de 18 años, sin límite de edad –se puede participar teniendo incluso 70 años o más-, siendo en general personas sanas, que podrían tener alguna condición crónica como diabetes o hipertensión, pero controlada, y que no hayan sido diagnosticados con Covid-19. En base a esa solicitud, los encargados llaman al voluntario  para hacer algunas preguntas generales acerca de su salud, los medicamentos que toma y así programar una fecha para la vacunación. Eso sí, añaden, hay que ir con tiempo –calcular unas dos horas- y con el celular con batería, porque se debe descargar una aplicación del tipo agenda electrónica en la que, semanalmente, se debe informar respecto de cualquier cambio en el estado de salud.

Por la entrada de Profesor Zañartu 1060, frente al Hospital San José, se ingresa a la cancha techada del campus Norte, donde el voluntario se identifica con su cédula, la cual es fotocopiada dentro de un formulario que contiene todos los pasos que se van a seguir. Además, se recibe un bolso con una mascarilla y alcohol gel, para así guardar todos los documentos que van a oficializar el proceso.

A cada voluntario se le asigna un médico, quien le explica de qué se trata la vacuna,  esta fase de prueba y cada uno de los pasos que se van a seguir; responde todas las dudas y entrega el consentimiento informado, en el que se da a conocer, por ejemplo, que el participante no puede dar sangre en los próximos dos años, que es el plazo que dura el seguimiento por la vacuna, y que en caso de enfermarse por Covid-19 se va a recibir un dispositivo electrónico que toma los indicadores vitales y los informa al equipo investigador. También, que en cualquier momento se puede decidir dejar ser parte del estudio, aunque claramente es decisivo para su buen resultado que los voluntarios permanezcan todo lo que dure el proyecto.

Una vez firmado el consentimiento por el médico tratante y por el voluntario, además de por un ministro de fe –en este caso la subdirectora de Investigación y Tecnología de la Facultad de Medicina, Mónica Morales-, se pasa a un exhaustivo examen físico que incluye peso, estatura, estado general respiratorio y cardíaco, palpación del abdomen y del cuello. Si todo está dentro de los parámetros normales, el doctor autoriza el pase al sector de toma de muestras, en donde en primer término se toma un examen PCR mediante hisopado de nariz; luego, se obtienen muestras de sangre y, si se es mujer en edad fértil, de orina para determinar un posible embarazo; si es así, la gestante queda fuera de la prueba. Todo, siguiendo exigentes normas de higiene y distanciamiento social: quienes hacen los procedimientos se cambian cada vez el vestuario clínico, guantes y mascarillas desechables, se lavan las manos y limpian sus escudos faciales.

Luego de esto, nuevamente se confirma que se hayan seguido todos los pasos y se procede a descargar y dar la primera configuración a la agenda electrónica. Y, por fin, llegó el momento: la vacuna.

La vacuna, al fin

En la entrada del sector de las salas “Bruno Gunther”, el participante recibe un pequeño pago por lo que serán los gastos de movilización asociados a sus traslados por participar en esta prueba -dado que deberá asistir a una segunda dosis un mes después de recibida la primera y a posteriores controles durante los dos años de seguimiento-, y hace entrega la carpeta con todos los documentos que se han ido recopilando en los pasos previos.

Al ser llamado a los boxes de atención, el profesional de salud a cargo explica nuevamente que las probabilidades de recibir vacuna o placebo son de dos es a uno, y que al ser un estudio doble ciego ni el participante ni los investigadores saben qué recibió el voluntario: sólo el grupo de químicos farmacéuticos que dispone las vacunas para su uso conoce qué se asignó a cada reclutado por el número que se le asigna, con el fin de repetir el mismo producto, vacuna o placebo, para la segunda dosis.

El brazo elegido es el menos hábil, por las posibles molestias del tipo muscular que se pudieran sentir después del pinchazo, y se pone de manera intramuscular. Ahí, sólo queda esperar quince minutos a recibir el alta médica –para ver si es que se produce alguna molestia o reacción adversa- y, al fin, termina el proceso de la primera dosis.

El seguimiento comienza al lunes siguiente, con un aviso para responder las preguntas de  la agenda electrónica y, a los pocos días, se recibe la primera llamada del médico tratante para preguntar acerca de cualquier posible síntoma y por el interés en seguir siendo parte del estudio.

Sin voluntarios no hay vacunas

Esa es una de las esperanzas, el éxito de la vacuna Oxford. En Chile se están probando también la belga Janssen y Sinovac, de origen chino.

Elegí participar en este proceso de prueba de Fase III porque el hecho de que se haya detenido ya un par de veces en todo el mundo me da confianza: quiere decir que están revisando cada síntoma adverso, cada contrariedad al detalle, y sólo reanudan la actividad cuando tienen la certeza de que el producto es seguro para los voluntarios. Además, va a ser una de las vacunas de menor costo, lo que facilitará su distribución y el acceso equitativo a ella. Y porque su creadora, la doctora Sarah Gilbert, de la Universidad de Oxford en Inglaterra, la probó antes que nadie en sus propios hijos, lo que para mí es una garantía mayor.

Aparte de un leve dolor muscular en el brazo vacunado, al día siguiente de la primera dosis sentí molestias como cuando se está iniciando un resfrío, pero nada grave. 24 horas después, ya estaba bien de nuevo; cuando me llamó mi doctor, le dije que por supuesto seguiré siendo parte de los voluntarios. Y reafirmé mi convicción de que al miedo sólo se lo enfrenta con conocimientos; en este caso, en base a los cuales están trabajando cientos de científicos, farmacéuticos y profesionales sanitarios que asegurarán tanto la salud de los participantes como, si sale todo bien, la distribución de esta vacuna en todo el planeta.

¿Por qué ser parte de este proceso de pruebas? Porque el miedo cansa y la cuarentena aísla. Porque el teletrabajo es lo que hay, no lo que quiero. Porque quiero que mis hijas retomen sus actividades presenciales como estudiantes y como adolescentes, y que mi padre vuelva a abrazar a sus nietos. Porque quiero ayudar, aunque sea un poquito, a que volvamos a encontrarnos, y es que incluso si me tocó placebo, lo que arrojen mis resultados servirá para contrastarlos con los que sí hayan recibido el verdadero producto y así determinar su seguridad y eficacia. Y porque sin voluntarios no hay vacuna