Así lo explica la profesora Marcela Díaz, directora de este departamento, recordando que desde la firma de este acuerdo de colaboración, su equipo docente se ha extendido por distintos países del continente y del Caribe para contribuir a la formación tanto de personal capacitado para la atención del embarazo, parto y puerperio, como también de tutores que impartan esa enseñanza, de manera de consolidar el modelo de partería, “que en varias de nuestras naciones no existe, por lo que esa labor es realizada por profesionales médicos, de manera que es siempre insuficiente”, señala.
Desde el establecimiento de este convenio en el 2018, por ejemplo, en una primera instancia formaron tutores clínicos en República Dominicana, para luego partir enseñando a una generación de enfermeras seleccionadas, las que están a punto de insertarse laboralmente en diversos recintos asistenciales reconocidas “como enfermeras obstetrices por parte de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, como parte de un acuerdo que establecimos con ellos”. A ello, añade que este proceso se vio interrumpido por la pandemia mundial de Covid-19, de modo que varias de las evaluaciones debieron realizarse por vía telemática, pero que hoy cuentan con preparación especializada en las áreas de atención obstétrica de bajo riesgo; atención inmediata neonatal; atención de emergencia y planificación familiar.
Para este 2021, se abocarán en la formación de tutores docentes “para que ahora ellos formen a este nuevo profesional, en base a los contenidos de nuestro programa original. El foco es formar en educación; en su mayoría se trata de ginecoobstetras o perinatólogos a los que daremos herramientas en metodologías docentes, pero que también luego acompañaremos en su trabajo formativo y evaluativo, y que así sean parte del Programa de Enfermería y Obstetricia que va a impartir la Universidad Autónoma de Santo Domingo”.
La pandemia no es un obstáculo
Pero esta labor también ha seguido adelante en otros países de América Latina. En el año 2007, y gracias a un acuerdo suscrito con Bolivia, académicas del Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido participaron en la formación de enfermeras obstetrices en las regiones de Tarija, Sucre y Llallagua.“En el 2019 retomamos el seguimiento de esta iniciativa, implementando un programa de Ayudantes Alumnos en tres universidades; además, apoyamos el fortalecimiento de la profesión en áreas como abogacía y regulación para favorecer su inserción en servicios de salud sexual y reproductiva, e hicimos un curso de capacitación en emergencias obstétricas y neonatales en Potosí, al cual asistieron algunas de las profesionales mencionadas”.
Ese mismo año, pero en Cuba, evaluaron el impacto de una capacitación en el ámbito de atención respetuosa del parto que ofrecieron en el 2018, en la que lograron consensuar los pilares fundamentales para la construcción de una guía en ese sentido, así como la conformación de los equipos responsables de ello. Además, capacitaron a un nuevo grupo de 39 profesionales en dicha materia.
En México hicieron la revisión curricular y el análisis de brechas formativas de cinco programas educativos en cuanto a enseñanza basada en competencias, y con Colombia se implementaron actividades de formación en planificación familiar en conjunto con la Universidad de Antioquía y la ONG Reprolatina, proceso según el cual en Chile se formaron como consultores 10 docentes del departamento además de tres matronas provenientes de Paraguay, Ecuador y Perú.
La continuidad y el seguimiento de esta labor en los países mencionados, así como en otros de la región, se vieron afectadas por la actual crisis sanitaria a causa del Covid-19 durante los años 2020 y 2021, pero, como explica la profesora Díaz, ha continuado sus actividades no sólo de manera telemática sino que también mediante la realización de seminarios webinar y de cápsulas informativas en distintos temas vinculados a la salud sexual y reproductiva que han puesto en la página web del departamento, a disposición de los países que las requieran para apoyarlos en su labor sanitaria. Es así como no sólo han ahondado en temas vinculados a la atención en el contexto de la pandemia, sino que siguen contribuyendo al avance de la formación de profesionales obstetrices a través de su participación en reuniones con actores relevantes en el ámbito internacional tanto en materia académica como regulatoria y asistencial. “El trabajo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA-LACRO, y en particular, el apoyo de la doctora Alma Virginia Camacho, asesora técnica regional en Salud Sexual y Reproductiva para este organismo, ha fomentado y dirigido esta proyección y desarrollo tanto con el fin de apoyar nuestra disciplina como de mejorar la salud de las mujeres y niños de nuestro continente, y seguiremos adelante”, finaliza la directora.