El doctor Ricardo Araya es actualmente profesor e investigador del King’s College London, uno de los centros académicos y científicos más importantes del mundo en el campo de la psiquiatría, y forma parte del equipo del Núcleo Milenio Imhay como Investigador Senior.
Dada la relevancia de su trabajo, el impacto de sus innovaciones y el impulso que le ha dado a la investigación científica en salud mental, directores y exdirectores de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de la Universidad de Chile, entre los que se cuentan los doctores Luis Risco, Fernando Ivanovic-Zuvic, Graciela Rojas, Hernán Silva y Julio Pallavicini, decidieron patrocinar su postulación para el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas, que debe resolverse en agosto próximo.
Además, apoyan su nominación diversas instituciones y personalidades, como el Núcleo Milenio Imhay; la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn); la Ministra de Salud, dra. Begoña Yarza; el exrector de la Universidad de Chile, Dr. Ennio Vivaldi; la economista Andrea Repetto; el salubrista Dr. Giorgio Solimano, e incluso autoridades extranjeras, como la directora del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud, Dévora Kestel.
“Todas esas personas han mandado cartas muy bonitas. Ha sido reconfortante para mí, porque no estoy acostumbrado, nunca he buscado reconocimiento o postulado a alguno de estos premios tan importantes”, comenta el científico. Sin embargo, su nominación le entusiasma, porque “tiene que ver con la visibilidad de la salud mental. Llegó el momento en que empecemos a ´matricularnos´, porque nunca nadie de nuestro rubro ha sido elegido”.
El psiquiatra chileno no sólo ha sido reconocido por sus pares nacionales e internacionales, ya que el sociólogo estadounidense Ronald Kessler -profesor de la Universidad de Harvard y el científico más citado en el mundo- ha dicho que el dr. Ricardo Araya es uno de los cinco líderes en salud mental global. Pocos profesionales chilenos han recibido halagos así, provenientes de una eminencia científica internacional.
“Es bonito escuchar que lo que uno ha hecho durante 40 años ha tenido una repercusión, y que personas que están a un alto nivel lo vean”, comenta desde Londres este renombrado médico chileno, que durante su carrera ha participado en más de 60 proyectos de investigación y ha publicado más de 300 artículos científicos, que han recibido un alto índice de citas; de ellos, 20 han aparecido en la prestigiosa revista médica The Lancet.
Innovaciones en salud mental
El doctor Ricardo Araya se tituló de médico en la Universidad de Chile, se especializó en psiquiatría e hizo un posgrado en el Maudsley Hospital de Londres, uno de los centros más prestigiosos del mundo. Comenzó su labor docente y científica, primero en la Universidad de Bristol, luego en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, y desde 2017 en en el King´s College, también en Londres, donde es Profesor Titular -una categoría que ningún académico chileno había obtenido antes- de Salud Mental Global.
Ambas instituciones -King´s College y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical- se aliaron para formar el Centro para la Salud Mental Global (CGMH), y nombraron al profesor Araya como codirector, junto con el reconocido psiquiatra indio Vikram Patel. Con él lanzó en 2007 el Movimiento para la Salud Global Mental (MGMH), una red colaborativa de personas e instituciones para mejorar la atención de quienes viven con problemas mentales y trastornos psicosociales, especialmente en países de ingresos medios y bajos. La iniciativa tiene adscritas a más de 10 mil personas de 200 organismos en el mundo.
Es así como el especialista ha dedicado la mayor parte de su carrera a desarrollar propuestas de atención en salud mental para comunidades de bajos recursos y grupos con mayores necesidades en salud mental, como mujeres, jóvenes y pacientes mayores.
“No me era suficiente el estar frente a una persona que me contara sus problemas y tratar de entenderla y ayudarla a nivel individual. Quería entender cómo operaba esto a un nivel más general, poblacional: cuáles eran los problemas más comunes, por qué la gente se enfermaba o no, cómo salían adelante, qué cosas funcionaban y cuáles no”, relata el doctor Araya. “Yo tenía una sensibilidad social importante y eso era lo que me motivaba: qué se puede hacer para ayudar a estas personas que tienen estos problemas, que son tan comunes, y donde no hay los medios como para poder sacarlas adelante”.
Realizó sus primeros esfuerzos de innovación en salud mental en la década de los '90, en Chile, donde fue asesor en el Servicio Nacional de la Mujer y estuvo a cargo de la primera Encuesta de Violencia Intrafamiliar, que sentó bases para la Ley de Violencia Intrafamiliar del 2005. También fue Asesor Científico Superior y Director de la Unidad de Evaluación de Atención Primaria del Ministerio de Salud.
Gracias a los contactos internacionales que el profesor Araya ya cultivaba, consiguió financiamiento del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos para hacer en Chile un estudio sobre costo-efectividad de un modelo de tratamiento para la depresión en mujeres a nivel de atención primaria.
El esquema fue innovador y potente porque, entre otras características, ofrecía una solución a la falta de recursos humanos especializados en la atención psiquiátrica, transfiriendo responsabilidades en el cuidado de la depresión a personal no-médico y empoderando a personas con depresión para fortalecer su autocuidado.
Dada la relevancia de este trascendental estudio, la revista científica The Lancet lo publicó en 2003, como el primer ensayo clínico de una intervención ampliamente exitosa en salud mental en atención primaria en países en vías de desarrollo y con menos recursos.
En Chile el modelo fue implementado a mayor escala y es la base del actual Programa Nacional de Depresión en Atención Primaria. Su impacto sigue siendo visible ya que ha impulsado, por ejemplo, que se formen grupos de autoayuda liderados por mujeres que se han recuperado de su depresión y que comienzan a ayudar a otras que están aún en proceso.
Además, el modelo pasó a ser un referente a nivel global, a tal punto que se convirtió en un estándar de atención en varios países, y fue adoptado por la Organización Mundial de la Salud.
“Los jóvenes lo están pasando mal”
Debido a su inquietud por promover iniciativas y políticas públicas para comunidades con mayores necesidades de atención en salud mental, el científico chileno lidera en los últimos años varias investigaciones centradas en población juvenil.
“La salud mental está muy estrechamente relacionada con lo que está pasando en la sociedad, a diferencia de muchas enfermedades de la salud física”, plantea el Dr. Araya. “Y hoy en día están pasando muchas cosas para la gente joven. El tema más álgido en este momento es la crisis económica, que obviamente afecta a todos, pero a los jóvenes les va quitando oportunidades. Tuvimos el Covid, que les quitó la posibilidad de poder interactuar, y los jóvenes estuvieron apretaditos dos o tres años, y las consecuencias de eso aún no las sabemos, vamos a verlas más adelante”.
“El tema de salud mental en los jóvenes está candente, no sólo porque ellos lo están pasando mal, sino que la sociedad se está resintiendo porque ellos están mal”, advierte. “Los jóvenes son el presente, si no invertimos ahí, si no les ayudamos a sentirse mejor, a sentir que pueden hacer una contribución a nuestra sociedad, vamos mal ¿no?”.
En la actualidad, este científico chileno -postulante al Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas 2022- tiene en marcha un estudio para desarrollar un modelo de atención para jóvenes afectados por los conflictos armados en Colombia; en otra investigación busca identificar los factores de resiliencia que ayudan a prevenir o tratar depresión y ansiedad en jóvenes de Lima, Buenos Aires y Bogotá; y en Chile -como Investigador Senior en el Núcleo Milenio Imhay- impulsa el uso de tecnología y aplicaciones digitales en diversos tipos de intervenciones, como herramientas computacionales para prevenir y tratar trastornos mentales en adolescentes y estudiantes universitarios.