La ceremonia fue presidida por el vicedecano de la Facultad de Medicina, doctor Juan Pablo Torres, junto a la doctora Ulrike Kemmerling, directora académica y ministra de fe en este acto; y las profesoras Marcela Díaz, directora de Pregrado; Constanza Briceño, directora de la Escuela de Terapia Ocupacional, y Sandra Mella, subdirectora de la unidad.
Al dirigirse a los presentes, la profesora Briceño agradeció a las egresadas –esta generación contó con un solo egresado- “por todos estos años y los recuerdos que dejan en nuestra facultad; el compañerismo, la solidaridad, la amistad a toda prueba, la creatividad, así como el aporte que sé que ya están haciendo a nuestra disciplina donde sea que se estén desempeñando profesionalmente. Estoy segura que llevarán la impronta de la Universidad de Chile, de la Facultad de Medicina y en lo particular de la Escuela de Terapia Ocupacional a sus lugares de desempeño. Son profesionales con visión crítica, con compromiso social y con fuerte componente ético, con capacidad de adaptarse y de trabajar en equipo, siempre demostrando calidez con quienes se involucran”.
A nombre de la generación, se dirigió a los presentes la terapeuta ocupacional Marianne Pfeifer, quien recordó momentos especiales de lo que fue el proceso formativo, agradeció el apoyo y comprensión de compañeros, familiares y amigos, así como hizo sugerencias tendientes a la mejora del proceso enseñanza aprendizaje.
Al cierre de la ceremonia, el doctor Juan Pablo Torres felicitó a los nuevos profesionales a nombre de la Facultad de Medicina. “Quiero agradecerles este tremendo esfuerzo, que nos hace crecer como personas; también a los académicos que participan y que están pendientes de lo que se puede mejorar, para que su formación sea la ideal para nuestros pacientes y nuestro país. Fueron años complejos, con desafíos que en un principio no sabíamos enfrentar, como fue la pandemia; hoy tenemos claros los avances de lo que son capaces los grupos que investigan y que generan conocimiento en salud para poder enfrentar mejor estas situaciones. El aprendizaje es continuo, así que la invitación a seguirlo como un proceso a lo largo de la vida”.
Durante la ceremonia fueron premiadas las terapeutas ocupacionales Navira Espinoza, por su rendimiento académico, y Gabriela Araya, como mejor compañera.