En el 2003 había otras prioridades en el ámbito de la salud fetal, recuerda el doctor Juan Guillermo Rodríguez, director del CERPO. Frente a una embarazada con un feto malformado la atención era –como todas- de 10 a 15 minutos, lo que sumado al poco conocimiento en general que había en este ámbito, resultaba en un diagnóstico que muchas veces se limitaba a decir algo como “su guagua viene con problemas” y una consejería precaria, sin acompañamiento, sin apoyo psicológico a los futuros padres. “En ese contexto apareció nuestro centro, entendiendo que había que dedicarle más tiempo y recursos a estas embarazadas, para así avanzar en ofrecer más oportunidades a esos niños con malformaciones”. Nació en el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Campus Oriente, vinculado al CRS Cordillera Oriente y al Hospital Santiago Oriente “Dr. Luis Tisné Brousse” y con el apoyo del Hospital Luis Calvo Mackenna y el Instituto de Neurocirugía, “para que un grupo de académicos integrados a la red pública de salud comenzara a ofrecer una atención personalizada y especializada en perinatología a estas pacientes, con consejería, acompañamiento y apoyo psicológico durante toda la gestación”.
En dos décadas pasaron de las 721 prestaciones médicas anuales a casi 2300; de 60 a 173 ingresos hospitalarios; de 274 a casi 500 atenciones psicológicas y, desde el 2018, a ofrecer un promedio de 50 atenciones de telemedicina al año, adelantándose a esta tendencia que luego se impuso por la pandemia. El 2016 fue reconocido por la Universidad de Chile como Centro de Facultad y, en la actualidad, es parte de la Red de Derivación de Cardiopatías Congénitas GES del MINSAL, por lo que recibe la mitad de estos casos con diagnóstico prenatal y operables a nivel nacional, provenientes de Antofagasta, Isla de Pascua, Biobío, Ñuble, Araucanía, Valdivia, Osorno, Aysén y Magallanes, además de toda el área oriente de Santiago. Al mismo tiempo, contribuye en la formación de especialistas en Obstetricia y Ginecología, Medicina Materno Fetal, Cardiología Pediátrica, Neonatología y Genética; ofrece estadas de perfeccionamiento en Medicina Fetal, Ecocardiografía Fetal y Neuro sonografía Fetal, al que acceden especialistas de todo el país, y sus académicos han participado de numerosas publicaciones, capítulos de libros, comisiones ministeriales, congresos y seminarios.
Un modelo a replicar
Por otra parte, en los últimos cinco años el CERPO ha avanzado el desarrollo de la telemedicina, permitiendo no sólo evitar traslados innecesarios de embarazadas en condiciones de riesgo sino que, además, efectuar videoconferencias, consultas de tele genética y ecografías en vivo junto a los equipos médicos de regiones. Así, contribuye a la realización de diagnósticos más precisos, en un proceso que “para nosotros es tremendamente provechoso en cuanto a que el aprendizaje es enorme; además, establecemos una estupenda conexión con los especialistas de distintas zonas del país, apoyando a los equipos perinatales en la evaluación, diagnóstico y manejo de diversas malformaciones congénitas. Asimismo, desde la entrada en vigencia de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo algunas malformaciones son susceptibles de constituir la segunda causal, referida a las malformaciones incompatibles con la vida extrauterina independiente, lo que es muy complejo, porque se requiere de opiniones de médicos con experiencia en el tema, como es nuestro caso”.
También cuentan con un sitio web en el que confluyen información de interés para pacientes, personal de salud, médicos en formación y especialistas, potenciando la extensión y la docencia, pues contiene presentaciones, seminarios y material académico actualizado. “Pero además desarrollamos un software que se llama Sistema CERPO Perinatal, SCP, que es una ficha clínica amistosa, simple, fácil de manejar, donde está actualizada permanentemente toda la información de las pacientes y los resultados de exámenes en diferentes formatos, lo que permite que no sólo todo nuestro equipo multidisciplinario -que pertenece a distintas unidades de los hospitales con los que estamos vinculados- pueda usar esta ficha, sino que también se pueda dar acceso a diferentes expertos a los que solicitemos interconsulta”. Este software se creó con apoyo económico de la Facultad de Medicina, se ha mantenido técnicamente actualizado “y sigue en desarrollo, porque la idea es que podamos distribuirla a los centros que nos refieren pacientes, de manera de facilitar la telemedicina y la interconsulta. Además, el Ministerio de Salud ha manifestado interés en implementarlo a través del sistema de Hospital Digital, y con ese objetivo en la mira cedimos todos los derechos de propiedad intelectual a la Universidad de Chile; estamos trabajando en ella, de manera de hacerla editable en algunos de sus aspectos pero manteniendo su estructura, para que cada centro tenga su acceso a su propio SCP para sus pacientes. Esto es tremendamente valioso y útil, por la mala distribución de los especialistas a nivel de país; beneficioso no sólo para las pacientes, sino que para todas las unidades de medicina fetal, y para otras especialidades también, porque en el fondo la estructura es la misma”.
¿Qué cambios debieron hacer con la entrada en vigencia de la Ley N°21.030 que permite la interrupción voluntaria del embarazo?
Desde la creación del CERPO, nuestro principal objetivo ha sido dar las mayores oportunidades posibles a los niños con malformaciones congénitas. Con la puesta en marcha de esta ley nuestro trabajo además sumó la responsabilidad de, en algunos casos, confirmar una malformación congénita incompatible con la vida extrauterina independiente, en la que se debe constituir la segunda causal. En este contexto, desde hace muchos años en CERPO ya ofrecíamos apoyo psicológico, acompañamiento y exámenes genéticos a través de biopsias de vellosidades coriales, amniocentesis, cordocentesis, y otros exámenes tales como ecocardiografía, neurosonografía, resonancia magnética y estudios de infección transplacentaria, que ayudan a precisar el diagnóstico de una malformación congénita. Algunas de estas mujeres en que se constituye la segunda causal deciden continuar con su embarazo, recibiendo la mejor atención posible, de manera de darle todas las oportunidades a ella y a su hijo, si eso es lo que desea la paciente.
En el mediano plazo, finaliza el doctor Rodríguez, “tenemos el desafío de seguir creciendo, sumando nuevos académicos a nuestro equipo. Pero también pensamos que hay que formar otros centros similares en el país, con el mismo modelo de trabajo: multidisciplinario, coordinado, personalizado, relacionado con el área académica. Es fundamental la colaboración y la integración del mundo académico y el asistencial, lo que beneficia a la paciente y a la universidad en cuanto a docencia e investigación. Este modelo es el que mejor responde, en este ámbito, a las necesidades sanitarias y al contexto sociocultural del país”.