Montevideo, 5 de mayo de 2023. Jovita no tenía intención de ser matrona cuando era pequeña, de hecho, ni siquiera sabía muy bien qué quería decir eso. Comenzó a estudiar esta carrera en la Facultad de Medicina y, en la medida que fue conociendo más acerca de la partería se enamoró de la profesión y sus potencialidades. "Empecé a pensar en esto de ejercer la profesión desde un enfoque de derechos, de género, de abordar las inequidades… Trabajar para y con mujeres es súper potente en términos de todo lo que una puede hacer, no solo por la salud, sino por la vida de las mujeres”, dice la profesora Jovita Ortiz, directora del Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Agrega, además, que aún hoy sigue transmitiendo a los estudiantes y a su propia hija que la partería va más allá de la atención del parto.
Daniela Poblete, una de las estudiantes de la profesora Ortiz en la Escuela de Obstetricia que integra el DPSMRN, espera recibirse de matrona el próximo año. Si bien es egresada de la carrera de Fonoaudiología, se dio cuenta que se sentía muy atraída por la partería y decidió emprender nuevamente los estudios. Cuenta que viene de una familia de muchas mujeres e ir escuchando sus relatos cuando iban teniendo sus hijos, incidió en su decisión y sus ganas de involucrarse más en estos procesos. "Creo que la forma en la que nacemos marca la vida completa, desde lo biológico hasta lo emocional. El momento del parto es importantísimo para la mujer, para el recién nacido, y también para su familia. Poder aportar para que la experiencia sea mejor es mi gran motivación. Además del acompañamiento, que es fundamental, siento que los y las matronas están realmente preparadas para atender emergencias y aportar a los equipos de salud”, expresó.
Educación, regulación y asociación
En cuanto al impacto de la profesión en la sociedad, la docente expresa que, pese a que existe evidencia científica sobre la importancia de la labor de los y las matronas tanto en la salud materna como en la del recién nacido, es una profesión que no ha tenido la incidencia que amerita para que se implemente de forma masiva en la región.
Comenta, también, que los resultados favorables están asociados a una formación sólida. “Es necesario contar con personal capacitado, motivado y trabajando en conjunto con los equipos de salud... Debemos ser capaces de transmitir el enfoque de la partería desde una perspectiva de prevención, de promoción de la salud. Y debemos estar capacitadas para diagnosticar las complicaciones, para saber tratarlas y derivarlas a tiempo”, expresó.
Asimismo, es necesario que los países cuenten con marcos regulatorios para que las parteras puedan ejercer profesionalmente y estén amparadas por la ley. Además, señaló que para que esto sea así es necesario la asociación entre las y los profesionales, de modo de continuar posicionándose y reclamando espacios.
Si bien existían desafíos previos a la pandemia de Covid 19, ahora se presentan nuevos retos. “Las personas más afectadas durante la pandemia fueron las mujeres, no con el virus, sino con lo que se generó producto de la pandemia. Y dentro de ellas, siempre se ven más afectadas las más vulnerables”, expresó la académica. “Por eso, es necesario recuperar lo que habíamos logrado y avanzar”.
Una escuela de vanguardia que colabora con la OPS
El Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido de la Escuela de Obstetricia es Centro Colaborador de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) desde 2008 y trabaja con el Centro Latinoamericano de Perinatología - Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/SMR) para el desarrollo de la partería en América Latina y el Caribe.
Cabe recordar que la Universidad de Chile empezó a formar matronas hace 189 años. “Es una de las escuelas más antiguas de Latinoamérica”, comenta el profesor Pablo Gálvez, director de la Escuela de Obstetricia. “Como carrera tenemos una trayectoria muy larga. Eso permitió desarrollar una carrera integral de la matrona y el matrón, que originalmente se dedicaba solamente a la partería y que de a poco fue tomando otros roles y convirtiéndose en parte fundamental del sistema de salud”.
El docente cuenta que la carrera surgió como respuesta a la cantidad de muertes maternas que existían en el país y tuvo un gran impacto en revertir esa situación. A lo largo de los años fueron surgiendo otras carreras de la salud y la partería también se fue vinculando a otras áreas. A diferencia de lo que ocurre en otros países de la región, en Chile, las matronas y matrones están estrechamente vinculados a áreas como la salud sexual y reproductiva y la salud neonatal. Gálvez comenta que, además, la currícula se ha ido adaptando en función a las necesidades del país.
En cuanto al rol del departamento como Centro Colaborador de OPS manifiesta “Para nosotros es un reconocimiento muy grande a nuestra profesión y a su valor... Nos ha posicionado nacional e internacionalmente y, también, frente a otros profesionales de la salud”.
Sobre los desafíos que tienen el centro y la profesión en general, la profesora Ortiz expresó que es necesario seguir avanzando en investigación. “Hacemos mucho por la salud de las mujeres pero evidenciamos poco, relatamos poco nuestras experiencias, por lo menos en Latinoamérica”. En este sentido expresó que es importante el desarrollo de investigaciones que “no solo abarquen los resultados en salud biológica sino también sobre la experiencia, entendiendo que la experiencia es una de las grandes dimensiones de la calidad.”