Por tercer año consecutivo la comunidad triestamental de la Universidad se reunió para compartir experiencias y reflexiones sobre el trabajo que se realiza en torno a la diversidad funcional en nuestra casa de estudios, por medio del “Encuentro de Buenas Prácticas U. de Chile: experiencias y desafíos para una docencia inclusiva con foco en discapacidad y neurodivergencias”.
Tras lo realizado en Andrés Bello en 2022 y Juan Gómez Millas en 2023, el Campus Eloísa Díaz fue el encargado de recibir y construir este espacio, que estuvo marcado por la amplia diversidad de trabajos, talleres y ponencias realizadas, las que tuvieron la participación del cuerpo académico, funcionario y estudiantil, tanto como asistentes, facilitadores y expositores.
La actividad, realizada en dos días, comenzó con las palabras de bienvenida del vicedecano de la Facultad de Odontología, Rodrigo Cabello, quien valoró el espacio y recordó que según cifras del Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis) en Chile casi veinte de cada cien personas viven con alguna discapacidad y que cinco de cada cien cursa estudios superiores, lo que muestra, desde su perspectiva, “que la inclusión no sólo es un ideal, sino que es una realidad urgente de la que nos tenemos que hacer cargo. Por eso a nivel institucional debemos enfrentar el desafío y visibilizar la importancia de formar profesionales que puedan atender con calidad y dignidad a pacientes con necesidades diversas, por lo que las y los estudiantes, a su vez, deben recibir sobre todo una educación ética y técnica, porque el camino hacia la inclusión en la educación superior es un compromiso institucional”.
Desarrollada en su gran mayoría en dependencias de la Facultad de Medicina, la jornada tuvo como instancia central la charla magistral “Docencia Universitaria Orientada a la Inclusión”, realizada por la académica y doctora de la Universidad Autónoma de Madrid, Carmen Márquez Vásquez, quien profundizó tanto en el trabajo en el aula como en lo que deben hacer las instituciones de educación superior para entregar una formación más inclusiva.
“Es necesario que las universidades incluyan en su plan de inclusión programas de formación continua, innovación docente y redes de docentes relacionados a la inclusión de personas con discapacidad y el diseño universal para el aprendizaje”, comentó la académica española, quien además recalcó, entre otras cosas, la importancia de ciertos criterios básicos pero “primordiales” para un trabajo más inclusivo: “No identificar en el aula a las y los estudiantes con necesidades educativas o discapacidad”, “proporcionar al inicio del curso la programación, metodología y cronograma de la asignatura”, y “facilitar con anterioridad los materiales docentes”, enfatizó la académica de la UAM.
Pilar Calderón, directora de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Economía y Negocios e integrante del Núcleo de Investigación Transdisciplinar en Inclusión Universitaria y Discapacidad de la Universidad de Chile (NIIUD), quien moderó la charla, la que se realizó de manera remota desde España, sintetizó parte de las reflexiones: “Creo que nos podemos quedar con tres ideas centrales. La primera es que las aulas diversas, las aulas amorosas, las aulas respetuosas no van en contra de la excelencia académica, ni van en contra de los desafíos institucionales que cualquier universidad de calidad tiene. La segunda es la importancia del diseño universal del aprendizaje y la importancia de la diversidad como un valor, donde debemos hacer cosas concretas y poner en el centro a las y los estudiantes. Y la tercera es que tejer redes y vínculos es fundamental, porque nos permite ir mirando y ver cómo trabajar, dónde trabajar y cómo compartir experiencias y por último cómo buscar los recursos que requerimos para que esto sea parte fundamental del ejercicio académico de la Universidad de Chile”.
Tras esta conferencia, la jornada continuó con la presentación de dieciséis ponencias, las que abordaron diferentes enfoques y trabajos en torno a la diversidad funcional y neurodivergencias, para luego dar paso a seis talleres gestionados por estudiantes, funcionarios y académicas.
Cristina Paredes, encargada de Equidad e Inclusión de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmaceúticas, valoró el “gran interés y participación” tanto de académicos como de estudiantes, ya que “esto nos permite visibilizar, compartir y reflexionar sobre lo que se está haciendo desde cada facultad para ser una universidad cada vez más equitativa e inclusiva, y al mismo tiempo nos permite reflexionar y comprometernos en lo que todavía nos falta, nos quedan importantes desafíos, y estas instancias son muy necesarias para hacer comunidad, articularnos y llegar a ser una universidad con inclusión efectiva y garantizar la participación con identidad de todo nuestro estudiantado”.
Reflexiones y desafíos de cierre
El segundo día estuvo encabezado por el vicerrector de Asuntos Académicos, Claudio Pastenes, quien entregó el saludo inicial, destacando la importancia de la participación de toda la comunidad universitaria, señalando que en dicho camino hay una necesidad importante de aprendizaje. “Este gran tema que no es sólo diversidad, sino inclusión, hay que instalarlo, y hay que instalarlo muy rápido, por el deber de mejorar nuestro ambiente y calidad universitaria. No hay ambientes formativos sin diversidad y no hay ambiente formativo si la sociedad no está presente en ella. (...) y la forma de aprender es nadando en este tipo de aguas, participando de este tipo de instancias, donde se comparten buenas prácticas, donde uno observa la experiencia de los demás, donde uno puede poner sobre la mesa las dificultades que cada uno tiene para para lograrlo (...) La diversidad y la inclusión están en nuestro Modelo Educativo, son parte esencial de la descripción de hacia dónde y cómo debemos formar”, reflexionó el Vicerrector Pastenes.
Tras sus palabras, comenzó el diálogo con el panel “Acreditación Institucional y Enfoque de Inclusión en la Universidad de Chile”, en el que Thomas Griggs, encargado de acreditación institucional de nuestra casa de estudios y Érika Castillo, vicepresidenta de la Comisión Nacional de Acreditación, conversaron sobre la formación y garantías de derecho que deben entregar las instituciones de educación superior.
Thomas Griggs, recordó que "la Universidad se encuentra en pleno proceso de autoevaluación por lo tanto no hay conclusiones aún de todos los temas, criterios y estándares”, agregando que sí es “muy importante el proceso de reflexión que estamos llevando a cabo como comunidad universitaria”.
Mientras que la representante de la CNA señaló que no existen indicadores de inclusión para el proceso de acreditación, ya que lo que se revisa es la consistencia entre lo que propone cada institución y cómo lo desarrolla: “El cómo las instituciones lo trabajen internamente es responsabilidad exclusiva de las instituciones, y la CNA (Comisión Nacional de Acreditación), claramente, lo que ofrece con esto es un tremendo espacio de desarrollo para las instituciones, en que estos temas también son parte de la calidad. Una formación es mejor formación cuando tiene inclusión, cuando respeta la diversidad, cuando se preocupa por una convivencia y es responsable por una convivencia, y cuando el género está presente, así que tenemos la mejor de las expectativas y muchas esperanzas en las instituciones de Chile”, comentó Erika Castillo.
Posteriormente se avanzó con la muestra de nueve posters y con la presentación de otras once nuevas ponencias sobre trabajos que se han desarrollado en la universidad, para cerrar con un panel de reflexión y análisis sobre las experiencias de ambas jornadas.
Para Álvaro Besoain, encargado de equidad e inclusión de la Facultad de Medicina, "haber desarrollado este encuentro a nivel de campus nos deja muy felices, porque nos dejó una capacidad crítica, confianzas y habilidades transversales sobre educación inclusiva en ciencias de la salud. Los desafíos de las universidades estatales son múltiples, pero de este modo logramos armar equipos capaces de enfrentarlos".
Mientras que las y los estudiantes valoraron su activo desempeño, tanto en la organización como en la participación del Encuentro, el que se ha ampliado año a año: “Siempre hemos agradecido la invitación que nos hacen desde el equipo organizador, porque permite comunicar las inquietudes que tiene el estamento estudiantil, destacando la construcción horizontal de este proyecto que es para la Universidad. Este trabajo nace del compromiso de las personas que participan por dar a conocer estas prácticas que hay en la universidad, sin embargo es algo que se realiza sobre el mismo tiempo de trabajo, por lo que me parece importante que quizás exista una especie de bloque protegido para que los ajustado tiempos que tienen las personas en trabajar estos temas en sus unidades académicas no se vean restringidos por esta organización”, señaló Bastián Madrid, integrante de la Coordinadora de Estudiantes con Diversidad Funcional (Cedifuch).
El “Encuentro de Buenas Prácticas U. de Chile: experiencias y desafíos para una docencia inclusiva con foco en discapacidad y neurodivergencias” fue realizado gracias al trabajo conjunto de los equipos profesionales de equidad e inclusión de la Facultad de Medicina, Ciencias Químicas y Farmacéuticas, y Odontología, junto al Núcleo de Investigación Transdisciplinar en Inclusión Universitaria y Discapacidad de la Universidad de Chile (NIIUD), la Oficina de Equidad e Inclusión, el Departamento de Pregrado, la Coordinadora de Estudiantes con Diversidad Funcional Uchile y Anticapacitistas JGM.