El martes 2 de diciembre, en el Hall de la Cafetería del Campus Norte de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (FMUCH), se realizó la Feria de Finalización de Proyectos del curso “Módulo Integrado Interdisciplinario y Multiprofesional (MIIM 2)”.
En la instancia, los equipos interdisciplinarios compuestos por estudiantes de las ocho carreras de pregrado, presentaron a la comunidad universitaria los resultados de las intervenciones comunitarias efectuadas durante el segundo semestre. A través de stands, los alumnos expusieron diagnósticos participativos y acciones educativas realizadas en diversas comunas de la Región Metropolitana y en algunas localidades fuera de ella.
La profesora Mónica Espinoza, directora del Departamento de Educación en Ciencias de la Salud (DECSA) y una de las coordinadoras del evento —junto a la profesora Sandra Oyarzo, también del DECSA—, destacó que esta feria constituye la culminación de un proceso formativo que articula trabajo en terreno, reflexión disciplinaria y colaboración entre futuros profesionales de la salud: “Esta feria representa el cierre de un curso de formación interprofesional basado en proyectos, donde estudiantes de las ocho carreras trabajan colaborativamente para identificar y abordar necesidades en distintas comunidades. Hoy presentan los resultados de los diagnósticos participativos elaborados junto a dirigentes sociales, en un espacio abierto a toda la comunidad universitaria”, señaló.
A lo largo del semestre, los grupos —compuestos por estudiantes de cuarto año de las carreras de la salud y de quinto año en el caso de Medicina— trabajaron junto a dirigentes sociales para levantar necesidades educativas y diseñar intervenciones pertinentes a cada territorio.
Sobre este proceso, la profesora Espinoza añadió: “Cada grupo se coordina con un dirigente social que actúa como puente con la comunidad. Con su apoyo, los estudiantes convocan a los vecinos, realizan el diagnóstico participativo e implementan acciones educativas que responden a las necesidades identificadas, siempre desde una lógica de trabajo colaborativo y respetuosa con cada territorio”.
Los proyectos incluyeron iniciativas en salud mental dirigidas a adolescentes y adultos mayores; promoción de la salud de cuidadores; intervenciones en comunidades diversas sobre educación sexual, actividad física, hábitos saludables, nutrición, primeros auxilios, higiene del sueño, entre varios otros.
Este año, además, se incorporó por primera vez una alianza con la Facultad de Odontología, ampliando el carácter interprofesional del módulo. “Por primera vez trabajamos con estudiantes y académicos de Odontología, una incorporación que enriquece el curso y nos permite proyectar la idea de transformarlo en un esfuerzo articulado a nivel de Campus Eloísa Díaz, y no solo de la Facultad de Medicina”, destacó la académica.
El profesor Héctor Díaz, tutor de la sección 10 del curso, destacó el valor formativo del MIIM al promover el conocimiento mutuo entre las distintas profesiones del ámbito de la salud: “Este curso busca que los estudiantes comprendan el rol de cada disciplina y desarrollen desde temprano habilidades de colaboración, fundamentales para una atención integral en su futuro laboral”, afirmó.
Asimismo, subrayó que el enfoque interprofesional permite articular mejor el trabajo entre profesionales y comprender el aporte específico de cada área: “Un médico puede dominar muy bien su especialidad, pero no siempre sabe cómo complementar su labor con la de otros. La interacción con kinesiólogos, nutricionistas y otras disciplinas ayuda a suplir brechas, coordinar acciones y entender con claridad con quiénes se puede trabajar en distintos escenarios clínicos y comunitarios”, explicó.
El impacto formativo del MIIM ha crecido con los años, especialmente en la percepción de los propios estudiantes, quienes reconocen los aportes de esta experiencia práctica y multidisciplinaria. En este sentido, el profesor Díaz agregó: “Esta experiencia académica es única en el país y ha despertado interés en instituciones de otros países, que ven en este modelo una forma efectiva de fortalecer la formación colaborativa. Los estudiantes valoran mucho trabajar de manera multiprofesional y relacionarse directamente con comunidades reales”.
La feria cerró una etapa para los estudiantes, que no solo fortaleció habilidades de trabajo colaborativo, comunicación y vinculación con el entorno, sino que también volvió a poner en el centro el compromiso público de la Facultad de Medicina con las comunidades. Como mencionó la profesora Mónica Espinoza, “la relevancia de esta instancia está completamente alineada con nuestro sello institucional y con la orientación hacia la atención primaria, donde nuestros profesionales deben ser capaces de responder a las necesidades reales de las comunidades”.