La actividad se realizó el 10 de diciembre de 2025, presidida por el director del Hospital Clínico institucional, doctor Eduardo Tobar, junto al decano de la Facultad de Medicina, doctor Miguel O’Ryan, y el director del Departamento de Medicina Interna, doctor Mario Luppi.
Al dirigirse a los presentes, el doctor Luppi revisó el estado actual de la unidad que dirige, compuesta por 155 académicos, de los cuales ocho están en la jerarquía de profesor titular, 41 en la de profesores asociados, 69 en la de asistentes, 21 en la de adjuntos, 13 instructores y tres ayudantes; y del total, 26 pertenecen a la Facultad de Medicina. También dio a conocer que están a cargo de 72 cursos a nivel de pregrado y 58 en el postgrado, que cuentan con proyectos de investigación presentados a fondos concursables, de los cuales algunos ya están en ejecución, así como con 370 artículos científicos y capítulos de libros publicados durante los últimos años por su cuerpo académico.
En términos de iniciativas concretadas, el doctor Luppi relevó la adquisición de un microscopio para la sección de Genética, de un extractor de ADN para la de Inmunología y la instalación de tecnología híbrida en auditorio interactivo de Gastroenterología. Asimismo, señaló que hay otras iniciativas en fase de desarrollo, como el centro de simulación de Medicina y la renovación del auditorio Exequiel González Cortés, entre otros.
Posteriormente, el director del HCUCH, doctor Eduardo Tobar, destacó que el Departamento de Medicina Interna “es el más grande no sólo del hospital, sino que de la Facultad y de toda la Universidad de Chile. No es menor que tenga 155 académicos que se traducen en aproximadamente 95 jornadas completas equivalentes. Me parece también importante relevar este acto como un hito de encuentro, de crear comunidad, de trabajar por el bienestar de los diferentes integrantes de nuestro departamento, pero que a la vez en lo asistencial interactúa con muchos de los servicios clínicos que están aquí presentes. Somos un hospital universitario, nos debemos a la universidad, a la facultad y a nuestros usuarios, que son los pacientes, sus familiares y, a la vez, a los los estudiantes de pregrado y de postgrado que están acá”.
Luego, se refirió al desafío que ha significado la puesta en marcha de la ley 21.621, “que nos rearticula con el Sistema Nacional de Servicios de Salud, lo que significa un gran proceso de cambio dentro de la institución, redireccionando algunos vectores y juntando energía para emprenderlo, pues pertenece a toda la comunidad. En ese proceso, agradezco el esfuerzo que he visto de los distintos académicos que se congregan en este departamento, tratando de hacer lo mejor posible no sólo desde el punto de vista de las prestaciones sanitarias, sino respecto de qué manera cambiamos este vínculo que históricamente ha sido bien comercial a uno más estrecho con los territorios y comunidades que habitan en los sectores a los cuales estamos vinculados a través del convenio”.
Al cierre del encuentro, el doctor Miguel O’Ryan, decano de la Facultad de Medicina, reflexionó en primer término acerca del sentido de comunidad que se vive al interior de este departamento, entre estudiantes de pre y postgrado, profesionales de la salud, académicos, personal técnico y funcionarios; “pareciera que tenemos una sociedad donde la comunidad es poca, donde hay más bien confrontación, hay enemistad, pero eso no es lo que se vive acá sino todo lo contrario, en un ambiente más familiar, alegre, yo estoy convencido que es la esencia de lo que existe en este país, y es lo que nos hace fuertes, y por eso agradezco muchísimo que hoy día estemos destacando este primer principio fundamental”.
Luego, y dirigiéndose especialmente a los alumnos y a los médicos en formación de especialistas, destacó “la institución a la que pertenecen. Están en una universidad y en una facultad que no solamente son 190 años de historia, pues nació en los albores de la República para la formación de los profesionales más importantes del país, sino que es una institución que está permanentemente mirándose a sí misma y reconstruyéndose. Como facultad tenemos más de 2.200 académicos para alrededor de 4.500 estudiantes de pregrado y 1.500 de posgrado: alrededor de un profesor por cada tres estudiantes. Eso es una universidad de verdad, de calidad, una facultad que es la que necesita el país. Esto es importante cuando actualmente hay más de treinta facultades de medicina, muchas de las que llamo universidades empresas, donde la idea es maximizar la ganancia, en contra de lo más relevante y esencial que requiere la buena academia. Acá están los maestros, los tutores, los ejemplos que van a marcar a las futuras generaciones, en un ambiente donde la inteligencia artificial, la nueva tecnología y la simulación van a ser importantes, pero nunca van a reemplazar a nuestros académicos. El mensaje para los jóvenes es que mantengan esto en el corazón, para que nos ayuden a diseñar el sistema y el modelo para que ustedes puedan ser los motores de cambio y de mejora en salud que este país necesita”.
Durante la actividad se premió a los mejores estudiantes de pre y postgrado formados en las distintas especialidades que agrupa el departamento mencionado, como son Medicina interna, Infectología, Endocrinología, Medicina nuclear, Inmunología, Genética, Gastroenterología, Nefrología, Oncología, Reumatología, Unidad del Dolor y Cuidados Paliativos, Geriatría, Hematología y Neumología. Además, el alumnado eligió a los mejores docentes de cada especialidad, se premió a la excelencia a la investigación y la trayectoria de los doctores Zoltan Berger, past director del Departamento de Medicina Interna; Ana María Madrid, Walter Passalacqua, Guillermo Comte y Gloria López Stewart.
Por último, el doctor O’Ryan hizo entrega de una distinción a los académicos destacados en el ámbito de la extensión, como son los doctores Sebastián Cabrera, Anneliese Göecke, María Francisca Bozán, Felipe Astorga, Gómez, Edith Vega, Milton Larrondo, Francisco González, Rosa Pardo, María Antonieta Guzmán, Jeanette Dabanch, Pedro Pineda Bravo y Olga Vargas.