Daniela Jara y María Paz Saldías, de las menciones de Morfofisiopatología y Citodiagnóstico respectivamente, podrán trabajar en los prestigiosos laboratorios de la institución, bajo la guía de reconocidos investigadores del ámbito de la biomedicina. Para ambas estudiantes, se trata de una oportunidad única que les permitirá pulir sus técnicas investigativas y profundizar aspectos académicos de sus especialidades al mismo tiempo que experimentan una cultura distinta y generan lazos colaborativos.
En esta línea, María Paz afirma: “Siempre he tenido la inquietud de ir al extranjero para ver cómo se hace ciencia en otros países, ya que las realidades y recursos disponibles son siempre muy diferentes. Esta beca calza perfectamente con lo que quería ya que se relaciona mucho con el tema de mi tesis. Por otro lado, hace tres años que trabajo en un laboratorio de investigación cuyo principal tema de estudio es el envejecimiento y reparación tisular; creo que esta oportunidad me dará las herramientas para seguir trabajando y también para generar un lazo entre ambos laboratorios”.
Por su parte, Daniela también comenta: “Me imagino que no será fácil, hacer investigación ya de por sí es complejo, y el lugar a donde voy es un grupo bastante consolidado por lo que la exigencia será mucha, sin embargo, espero que sea una experiencia enriquecedora tanto por tener la oportunidad de trabajar e investigar en un país desarrollado como también por compartir con personas de distintos lugares del mundo. Espero ser una buena representante de la universidad y, por, sobre todo, aprender mucho”.
Respecto del proceso de postulación a la beca, ambas estudiantes le adjudican un rol fundamental a la universidad como principal gestora de este nuevo desafío que enfrentarán. Las futuras tecnólogas médicas destacaron ampliamente el apoyo de los encargados de Relaciones Internacionales y de la Escuela de Tecnología Médica, especialmente de Ximena Alemany, coordinadora de Movilidad de Pregrado.
“Es gracias al convenio que tenemos con la Universidad de Groningen que existe esta beca. En este sentido el soporte y gestión de la Escuela de Tecnología Médica, y especialmente de nuestras menciones de Morfofisiopatología y Citodiagnóstico, ha sido fundamental porque nos han formado, apoyado desde el principio y ahora nos otorgan todas las facilidades para tener esta experiencia”, reflexiona María Paz.
Además, las alumnas aseguran que se trata de una aventura que, si bien puede parecer compleja e incluso atemorizante, es sin duda fundamental para obtener nuevos conocimientos y experiencias diversas que irán en directo beneficio de su formación como profesionales. Por esto, recomiendan a todos los estudiantes de la universidad animarse a postular a las distintas becas y convenios que ofrece nuestra institución.
“No hay que tener miedo, todo se puede aprender teniendo ganas de trabajar y seguir creciendo. Es un reto que después da paso a abrir muchas más puertas”, concluye María Paz.