El jueves 3 de julio, la prorrectora, Alejandra Mizala; el vicerrector de Asuntos Académicos, Claudio Pastenes, y el director de Acreditación Institucional, Thomas Griggs, visitaron el consejo de la Facultad de Medicina, presidido por el decano, Miguel O’Ryan, para socializar los resultados del informe de autoevaluación institucional desarrollado entre marzo de 2024 y abril de 2025.
El encuentro comenzó con una contextualización de los procesos de acreditación institucional, en los que la Universidad de Chile ha sido pionera, ya que incluso desde antes que existiera este mecanismo, había desarrollado procesos de autoevaluación institucional y de carreras. El director ejecutivo de acreditación institucional relató que este es el cuarto proceso de la Universidad y que en todos los anteriores ha obtenido la máxima acreditación.
¿Para qué acreditarse? Preguntó Thomas Griggs, para luego explicar que algunos de sus beneficios son: tener una visión completa e integral del desempeño institucional; identificar fortalezas y oportunidades de mejora, sobre la base de información verificable; impulsar una cultura de la calidad institucional, y dar garantía pública de calidad.
Cuando describió el proceso de acreditación institucional, mencionó su elevada participación, ya que 15.439 personas respondieron la encuesta construida con este propósito; las y los integrantes de las Comisiones Locales de Autoevaluación Institucional proveyeron información; y las facultades e institutos trabajaron en el formulario de preparación para la muestra intencionada. Adicionalmente a este trabajo, más de 200 personas contribuyeron directamente en el desarrollo del Informe de autoevaluación institucional. Se conformó, además, un grupo de datos y otro de encuestas, el primero estuvo encargado de elaborar la Ficha Institucional de Datos y, el segundo, de diseñar y aplicar la encuesta. “El grupo de datos habilitó el U-Dashboards, sistema que entrega información relevante para la gestión y que quedó disponible para las unidades centrales, facultades e institutos”, indicó Griggs.
La prorrectora, Alejandra Mizala, detalló los avances logrados por la Universidad y, en particular, por la Facultad de Medicina, durante el periodo 2018 a 2023. Entre los hitos se encuentra el fortalecimiento del cuerpo académico, que se refleja en un aumento sostenido en el número total de académicas y académicos. Actualmente, la Universidad cuenta con 244 académicas y académicos más que en el 2018, lo que representa un crecimiento significativo en la planta. Además, se destaca el incremento de la participación femenina, con un promedio de 40% de mujeres en las Jornadas Completas Equivalentes (JCE), lo que implica un aumento del 3,2% respecto de 2018. En el caso específico de la Facultad de Medicina, el cuerpo académico pasó de 1.267 a 1.545 académicas y académicos, mientras que las JCE aumentaron de 665 a 686 en el mismo periodo. Estos avances reflejan el compromiso de la facultad y de la Universidad por consolidar un cuerpo académico robusto, diverso y con mayor presencia femenina.
Otro indicador positivo es el de titulación oportuna, esto se ha dado a partir de iniciativas dirigidas al acompañamiento estudiantil, al apoyo al cuerpo académico y a la mejora en la gestión de procesos. Si bien aún son un desafío, en la facultad las tasas han mejorado en Enfermería, Tecnología Médica y Terapia Ocupacional y se ha mantenido en las demás carreras, con excepción de Medicina, debido a un menor acceso a los campos clínicos durante la pandemia de Covid 19.
Respecto del fomento de la flexibilidad curricular y de la formación interdisciplinaria y transdisciplinaria, se destacó la creación de las certificaciones complementarias (minors), la creación del grado de Bachiller General y de 58 programas articulados entre pregrado y magister. En la Facultad de Medicina se relevaron los grupos de trabajo interdisciplinario, también los módulos de integración interdisciplinar multiprofesional incluidos en el plan de estudios, así como múltiples cursos de formación general.
En lo referente a la dimensión de vinculación con el medio, la Universidad ha consolidado su modelo mediante el fortalecimiento de la estructura, composición y financiamiento de la vicerrectoría respectiva; la aprobación de la política de extensión y vinculación con el medio y de la plataforma Siembra. En este ámbito, la Facultad de Medicina realiza un aporte muy significativo a la salud pública; por ejemplo, es centro colaborador de la OPS/OMS, socio implementador del Fondo de Población de Naciones Unidas, asesora a legisladoras y legisladores en la formulación de políticas públicas, entre muchas otras acciones.
La dimensión de aseguramiento continuo de la calidad ha sido fortalecida y transversalizada, ya que abarca la autoevaluación institucional, la evaluación académica, y la calificación académica y funcionaria, así como la calidad de los programas de pregrado y postgrado. En la facultad, la carrera de Medicina, y todos los doctorados y magister están acreditados, así como quince especialidades médicas. A esto hay que sumar que la carrera de obstetricia y puericultura está certificada y la carrera de enfermería está acreditada internacionalmente.
En referencia a las fortalezas de la Universidad y de la Facultad de Medicina, se mencionó la infraestructura física de la institución con 715.823 m² construidos y el fortalecimiento de la infraestructura en aquellas unidades que requerían mayor desarrollo. En la Facultad de Medicina hubo múltiples proyectos de remodelación y construcción, como el Centro de Simulación Gineco Obstetra y mejoras en accesibilidad y climatización, entre otras. Por cierto, la totalidad de las facultades e institutos de la Universidad cuentan con salas híbridas.
Otra de las fortalezas de la Universidad es haberse replanteado su concepción tradicional de mérito, reconociendo y valorando talentos y trayectorias diferentes, ya que el estudiantado diverso, enriquece y potencia su quehacer. Hoy la Universidad tiene 16 vías de ingreso adicionales al ingreso regular, 12 son propias de la Universidad y cuatro son lideradas por los ministerios de educación y ciencias. Para acompañar las trayectorias estudiantiles la Universidad y esta facultad, tienen programas de apoyo académico, económico, social y de salud mental y emocional.
Participación de Neurología Pediátrica en la muestra intencionada
Por su parte, el vicerrector, Claudio Pastenes, explicó el trabajo realizado a raíz de la muestra intencionada de planes formativos que se inició en 2024. Agradeció especialmente la labor realizada por la Facultad de Medicina, sus carreras y especialidades médicas. Una de ellas, la especialidad en Neurología Pediátrica, es parte de la muestra intencionada de programas y carreras; una herramienta nueva de la Comisión Nacional de Acreditación que busca evaluar la calidad de los programas, analizando tanto la transferencia o implementación de las políticas y normativas propias de la Universidad, como su equivalencia (grado de avance) respecto del resto de los programas.
La Dra. María Mercedes Aguirre, directora de la Escuela de Postgrado de la facultad, explicó que “la Escuela aloja 74 programas de título de especialistas médicos y dos de especialistas no médicos. El programa de Neurología Pediátrica, elegido como parte de la muestra intencionada del proceso de acreditación institucional, es un programa único en su género y que cuenta con la acreditación máxima, lo que nos llena de orgullo”.
Tras la visita, el decano de la Facultad de Medicina, Dr. Miguel O´Ryan, dijo que “la acreditación institucional no es sólo un sello de calidad: es el reflejo del compromiso permanente de la Universidad de Chile con la excelencia académica, la investigación al servicio del país y la formación integral de sus estudiantes. Es también una señal clara de responsabilidad pública, mejora continua y liderazgo en la educación superior chilena. Acreditarnos es responder con hechos a la confianza que la ciudadanía deposita en esta universidad estatal.”