El Programa Disciplinario de Inmunología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina puso en marcha el equipo CliniMACS Plus, que permite realizar separaciones celulares para realizar terapias de vanguardia en el contexto de la medicina personalizada. Este avance fue posible gracias al proyecto Fondef-IDeA ID15I20080 adjudicado por el grupo de investigación en Inmunorregulación y Tolerancia (IRT Group), liderado por el doctor Juan Carlos Aguillón, profesor titular de nuestra institución, para trabajar, en primera instancia, en ensayos preclínicos con células dendríticas tolerogénicas.
Jaxaira Maggi, ingeniera en Biotecnología Molecular, doctora en Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile y parte del IRT Group, cuenta que “éste es el segundo equipo que llega al país. Es un sistema automatizado, cerrado y estéril que permite la separación de células de interés, mediante selección positiva o negativa; pero, lo más importante, es que se hace en condiciones de buenas prácticas de manufactura, entonces permite la utilización de estas células a escala clínica”.
"Después que se realiza la capacitación de los profesionales, es un equipo bastante amigable de utilizar. Esta semana, junto a un especialista de la empresa alemana Miltenyi, ya hicimos las primeras pruebas con resultados bastantes auspiciosos para la obtención de monocitos –tipo de glóbulos blancos que luchan contra determinadas infecciones y ayudan a otros leucocitos a eliminar tejidos muertos o dañados, destruir células cancerosas y regular la inmunidad contra sustancias extrañas-, usando un kit para la selección positiva de células antígenas CD14. Inicialmente utilizamos muestras de donantes sanos, pero en un futuro la idea es usar como material de partida aféresis -procedimiento en el que se extrae sangre de un individuo, se separa alguno de sus componentes y el resto se devuelve al donante- de pacientes con artritis reumatoide”, explica.
Para su funcionamiento, las células se marcan magnéticamente en la bolsa de preparación celular, utilizando un reactivo específico de antígeno. Posteriormente, la bolsa de preparación celular se conecta al instrumento CliniMACS Plus; el software del equipo facilita el enriquecimiento o la depleción -contracción del volumen del líquido extracelular- de las células de interés y su colección en la bolsa de recogida. De esta manera, este sistema permite la separación de un gran número de células blanco, con una alta pureza y gran rendimiento.
Dicho instrumento “se equipa con un sistema de tubos y una columna cargada de una matriz ferromagnética integrada al sistema. La columna se posiciona cerca de un imán que genera un campo magnético que permite que las células blanco marcadas magnéticamente se retengan en la columna hasta que se deje de aplicar dicha fuerza, para poder conectarlas. Lo más importante es la preparación de la muestra antes de colocarla en este equipo automatizado, lo que permite que no haya tanta variabilidad cuando se haga un nuevo proceso, de manera que éste sea reproducible para su utilización en terapia”, afirma la doctora Maggi.
Potencial del equipo y desafíos futuros
Desde el Programa Disciplinario de Inmunología “tratamos de tener una aproximación más cercana a lo que es la medicina personalizada, además de levantar enfoques que sean innovadores y que tiendan a sanar enfermedades, más que tratamientos paliativos. Específicamente, trabajamos en entender los mecanismos inmunológicos de la artritis reumatoide para desarrollar terapias que sean un aporte contra esta enfermedad que afecta a mucha gente ya que, a pesar de que hay un avance importantísimo en el área de investigación, aún no hay un tratamiento”, señala el doctor Juan Carlos Aguillón.
“Las terapias han evolucionado y hoy se sabe sobre las deficiencias que tienen algunas células en enfermedades. Por lo tanto, la posibilidad de introducir células modificadas en el laboratorio puede cambiar la situación de los enfermos. En ese sentido, el potencial del instrumento CliniMACS es enorme, porque permite automatizar procesos que uno los podría hacer manualmente”, asegura.
Antes de desarrollar un ensayo clínico para el tratamiento de la artritis reumatoide y, eventualmente, otras enfermedades autoinmunes, es “necesario tener resultados favorables en un modelo experimental y, luego, escalar a pacientes enfermos. Si bien esto hace una década era muy lejano, con los resultados prometedores que hemos obtenido hasta ahora, probablemente nos tome unos tres años más de investigación conseguir los resultados que nos faltan para avanzar en el área; eso sí, en la medida que se tenga financiamiento, caso contrario es solamente un sueño”, finaliza el académico.