La dra. Mena explicó que “la Superintendencia de Educación Superior citó a todos los consorcios que agrupan a las instituciones del área, por lo cual Rectoría nos solicitó que acudiéramos a esa convocatoria en representación de la Universidad de Chile como parte del Consorcio de Universidades del Estado de Chile, CUECH. Y por lo tanto nos dieron a conocer esta iniciativa, recogieron las opiniones de los diferentes representantes en cuanto a su gestión, y aunque no están incluidas todas estas propuestas, creo que este documento es un avance, sobre todo en términos de visibilizar este tema”.
Y es que, añade la directora, “la norma apunta a normar y fomentar la sana convivencia en los campos clínicos, entre estudiantes, académicos y profesionales de la salud de los diferentes recintos asistenciales. Pero, desgraciadamente, la SES tiene jurisdicción solo sobre las instituciones de educación superior, no sobre los campos clínicos, que son responsabilidad de la Superintendencia de Salud. Entonces esta norma está hecha para ser aplicada en instituciones que no están bajo su tuición, por lo que no tiene atribuciones para hacerla efectiva”.
En ese mismo sentido, ejemplifica señalando que la nueva norma determina que “las instituciones de educación superior deberán capacitar a los equipos asistenciales que colaboran en labores formativas, aunque en este caso su participación es voluntaria”. “En lo referente a todo lo asistencial, la norma propone o promueve, pero no obliga. Lo que sí está normado es para las universidades; y en ese ámbito como Facultad de Medicina ya tenemos en marcha, desde hace mucho tiempo, cursos de docencia que imparte el Departamento de Educación en Ciencias de la Salud, por ejemplo; ahora los cursos de microcredenciales como parte del proyecto Mochila, o los que se ofrecerán en el programa de EduInnovamed, entre el 28 de julio y el 1 de agosto próximos”.
Otro requerimiento que ya está cumplido a nivel institucional, señala, es la implementación de protocolos y mecanismos explícitos de denuncia en caso de situaciones que lo requieran; “la Universidad de Chile ya los tiene, aunque probablemente pueden pulirse en la medida que esta normativa comience a funcionar y se detecten oportunidades de mejora”. “Por ejemplo, la normativa exigirá que se difunda información sobre líneas de ayuda como Salud Responde, la Línea 4141 y la app “Aquí Contigo” en el caso de universidades estatales; en cuya implementación participan varios académicos nuestros, entre otros la doctora Viviana Guajardo, encargada de la Estrategia de Salud Mental de la Facultad de Medicina”.
También se pedirá implementar espacios de inducción previa a las prácticas, que entreguen herramientas para enfrentar el estrés y conocer canales de denuncia. Asimismo, todas las prácticas clínicas deberán realizarse en establecimientos que cuenten con convenios formales que regulen los derechos y deberes de los estudiantes y se debe establecer un canal único de denuncias; este último debe ser anónimo, con seguimiento activo y se deberá reportar a las SES cuando corresponda.
Pero, insiste la directora, en el mismo ámbito de denuncias por posibles problemas entre estudiantes o académicos de nuestra institución u otra de educación superior, y personal de salud de los campos clínicos, “es que no depende de la entidad formativa el poder sancionar a quien cometió esos actos, por más denuncias que se hagan, porque no pertenecen a esa institución. Por eso es que nosotros propusimos que esta norma tenía que promulgarse en conjunto entre las superintendencias de Educación Superior y Salud, porque eso le hubiera dado las facultades para tomar las medidas correspondientes, o al menos un protocolo que permitiera un vínculo, por lo que habría sido más robusta; como está hoy la norma, se orienta a los campos clínicos que no son de nuestra gestión”.
¿Qué es lo que va a pasar a nivel de Universidad de Chile con todas las facultades y carreras que requieren de campos clínicos, como Odontología o Psicología, entre otras?
Ese es un desafío que tenemos. Como equipo directivo de la Facultad de Medicina creemos que se deberá implementar una instancia que gestione todos los registros que en distintas materias establece la norma. Por ejemplo, los certificados de capacitación de docentes clínicos; las encuestas de campos clínicos respondidas por los estudiantes, porque es documentación que no puede estar repartida entre escuelas o direcciones de pre y postgrado. Que además reciba las denuncias internas y externas que se puedan producir y les de curso, que informe al campo clínico. O sea, tendremos que establecer la institucionalidad que se le va a dar a esta norma dentro de la universidad; y como involucra a distintas facultades y carreras, en mi opinión debiera ser una entidad bastante independiente, más bien del ámbito jurídico y a la que le colaboren las direcciones de Asuntos Estudiantiles, de Igualdad de Género y otras, que les sirva a todas en esta materia y que incluso sea un primer paso para establecer criterios comunes para nuestra vinculación con los campos clínicos.