La actividad contó con la presencia del doctor Luis Michea, vicedecano (s) y Ministro de Fe esta ceremonia, y de los profesores Diego Cifuentes, subdirector de Pregrado de nuestro plantel; Constanza Briceño, directora de la Escuela de Terapia Ocupacional y Rodolfo Morrison, director del Departamento de Terapia Ocupacional y Ciencia de la Ocupación.
En la oportunidad la profesora Briceño se dirigió a los presentes recordando las dificultades que impidieron la realización de este hito hasta tres años después del egreso de los nuevos profesionales, por lo que ya incluso se han encontrado con ellos como colegas en diferentes instancias laborales: “somos testigos de su calidad profesional y particularmente de su responsabilidad y compromiso hacia las personas, grupos y comunidades con las que se involucran a diario”. A ello, añadió que el desempeño profesional durante los últimos años se ha visto desafiado por la actual pandemia, la crisis social que repercute en la salud mental y calidad de vida de las personas: “pero ustedes lo han hecho, asumieron ese rol en una de las épocas más desafiantes que nos ha tocado vivir y espero que se sientan profundamente orgullosos del camino que han transitado hasta ahora y que seguirán transitando, con más experiencia y herramientas para hacerle frente”.
A nombre de los egresados, se dirigió a los presentes la terapeuta ocupacional Viviana Llambías; en sus palabras, recordó a quienes se vieron afectados tanto por el estallido social como por la actual pandemia y ahondó en los actuales anhelos de sus compañeros de generación respecto a su desarrollo laboral y los logros que puedan materializar trabajando como un colectivo, así como en el reconocimiento que esperan alcanzar para su disciplina dentro del equipo de salud. “El llamado hoy es a que no caigamos en la homogeneización de la terapia ocupacional, es a que busquemos nuestra identidad profesional en las técnicas innovadoras, siempre de la mano con las comunidades y los colectivos. El desafío es grande, pero estaremos a la altura”.
Por último, la profesora Mariangela Maggiolo recordó a todos quienes hicieron posible este logro académico, tanto al interior de la Facultad de Medicina como entre familiares y amigos de los titulados, y a nivel comunitario y social. Luego, compartió una reflexión del monje budista Thich Nhat Hanh, que dice que “somos muy buenos preparándonos para vivir, pero no somos muy buenos viviendo; sabemos sacrificar diez años por un diploma y estamos dispuestos a trabajar muy duro para conseguir un auto, una casa, pero tenemos dificultad para recordar que estamos vivos en el momento presente, y que es el único momento que tenemos para vivir. ¡No olviden que vivir es ahora!”
Durante la ceremonia se premió a la terapeuta ocupacional Belén Lobos, por tener el mejor rendimiento académico de su promoción, y a la terapeuta ocupacional Karla Squicciarini como la mejor compañera.