Así lo explicaron los profesores Iván Plaza, Cristián Aedo y Rosana Muñoz, académicos del Departamento de Tecnología Médica y coordinadores respectivos de los tres ejes en torno a los cuales se organiza este evento, como son “Trastornos Neurológicos y Neuropsiquiátricos”, “Percepción Musical e Implante Coclear” y “Neurodegeneración y Neurorregeneración”.
Este encuentro, además, se enmarca en la serie de celebraciones con las cuales Tecnología Médica conmemora 75 años de existencia como carrera de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, y contará con la participación de académicos e investigadores de ambos departamentos de nuestro plantel, así como de expertos nacionales e internacionales.
De esta forma, el profesor Plaza ––quien además es doctor en Ciencias Biomédicas e investigador principal del Laboratorio de Neurosistemas del Departamento de Neurociencia-, señala que “progresivamente, hemos tratado de incluir la neurociencia en la formación de pregrado de nuestra carrera, tanto en los cursos como en los proyectos de investigación y en las tesis de pregrado. Esa vinculación ha tenido lugar en todas las áreas de formación de nuestra disciplina, base de las cinco menciones que se imparten. Por eso, el objetivo de esta jornada es vincular ambas áreas y hacer esta articulación más visible para académicos y estudiantes que no la conocen, mostrando que gran parte del avance de la neurociencia depende de la investigación en biotecnología; y que, además, esto se convierte en un nuevo foco tanto docente como de generación de nuevo conocimiento”.
A ello, el profesor Aedo agrega que “nos dimos cuenta de que en varias de nuestras menciones hay muchas asignaturas y competencias que se entrelazan fuertemente con el área de neurociencias. Por ejemplo, en el caso de Otorrinolarongología está en alza nuestra participación en la realización de polisomnografías y otros estudios electrofisiológicos que involucran cierto conocimiento de neurociencias y de análisis de señales; lo mismo ocurre en Oftalmología y en Radiología. Por eso es que hay muchos temas en que podemos avanzar en esta vinculación, pensando incluso a futuro en lo que podría ser la modificación de mallas curriculares, dando una mayor formación en neurociencias a nuestros alumnos en el pregrado”.
Tres ejes
En el eje de Trastornos Neurológicos y Neuropsiquiátricos habrá representación de académicos de las menciones de Imagenología, Radioterapia y Física Médica y de Oftalmología y Optometría. “En base a eso abordaremos cómo se pueden estudiar las patologías neurológicas y neuropsiquiátricas a través de los exámenes imagenológicos; es decir, qué se necesita desde la neurociencia para poder obtener información relevante mediante la adquisición de estas imágenes, de manera de encontrar indicadores de deterioro temprano. En ese mismo sentido, también abordaremos los marcadores oftalmológicos, que pueden ser obtenidos incluso desde la clínica para la detección de estas condiciones”, explica el profesor Plaza.
En el eje “Percepción Musical e Implante Coclear”, según informa el profesor Aedo, doctor en Neurociencias, habrá representación de académicos de la mención de Otorrinolaringología, quienes discutirán acerca del desarrollo tecnológico de estos aparatos, el procesamiento a nivel cerebral que ocurre cuando se usa este implante y también la relación entre el procesamiento y la experiencia musical en sus usuarios. “Una de las preocupaciones que manifiestan estos pacientes es acerca de su experiencia musical, pues hay muchas personas que han perdido la audición en la juventud o adultez –por lo que recuerdan sus percepciones al escuchar música- y cuando se les pregunta, manifiestan que lo que más extrañan es eso. La capacidad musical se pierde por una serie de características técnicas, por lo que vamos a ahondar en cómo se produce esta experiencia, cómo el cerebro puede actuar en estos casos, la codificación predictiva que tiene el cerebro frente a algunos estímulos sonoros, qué instancias podríamos tener en el ámbito de la rehabilitación y distintas estrategias de sujetos implantados cocleares orientadas a disfrutar más de la experiencia musical”. Es que, añade, la amusia adquirida –o la incapacidad de disfrutar patrones musicales- por el uso de implante “aparece porque la persona pierde una serie de características técnicas en la cóclea, como la resolución temporal o la codificación frecuencial, entre otras. Y la rehabilitación actualmente está centrada en que las personas tengan una buena discriminación y escuchen bien algunos sonidos, de manera que puedan comunicarse adecuadamente”.
Por último, en el eje “Neurodegeneración y Neuroregeneración”, reuniendo a académicas de Tecnología Médica y del Departamento de Neurociencia, la profesora Muñoz señala que darán a conocer avances en materia de indicadores tempranos, mecanismos y diagnósticos actuales de la enfermedad de Alzheimer y de otras demencias, así como investigaciones orientadas a entender los procesos degenerativos y regenerativos de las neuronas y su entorno. Las doctoras Marioly Müller y Andrea Paula Lima, ambas expositoras, realizan sus estudios en la enfermedad de Alzheimer, focalizándose en biomarcadores tempranos, homeostasis de calcio intracelular y su relación con las funciones mitocondriales, la bioenergética y la muerte celular en diferentes modelos. Por su parte, la doctora Muñoz centra su proyecto en los procesos neuroregenerativos, después de la hiperestimulación neuronal reiterada, en un grupo de células especializadas llamadas glía radial, células madre encargadas de generar células neuronales y en el entorno donde éstas se desarrollan y funcionan. “Mi trabajo se enfoca en estadios muy tempranos del desarrollo en modelos animales, donde comienzan las primeras hiperestimulaciones neuronales –en similitud con la niñez y la adolescencia en los humanos-, así como en el daño que estas convulsiones ocasionan con el correr de los años, impidiendo la regeneración de las neuronas. Nuestro objetivo es estimular a las células glías radiales así como proteger su nicho, de manera de prevenir la acumulación de este daño; así se podrían evitar largos tratamientos farmacológicos e, inclusive, que personas adultas tengan que llegar a tratamientos invasivos como cirugías cerebrales”.