La ceremonia tuvo lugar el 6 de abril de 2023, presidida por la rectora de la Casa de Bello, doctora Rosa Devés; por los distinguidos durante el 2021, profesores Hanns Stein y doctor Humberto Reyes –también académico de nuestro plantel- y por quienes fueron homenajeados en la ocasión, profesora Faride Zerán en la mención Artes, Letras y Humanidades, y el doctor Emilio Roessler en la mención Ciencia y Tecnología.
La carrera del doctor Roessler fue reseñada por el doctor Reyes, quien destacó en primer término su formación y vínculo con los maestros Hernán Alessandri, Renato Gazmuri y Eduardo Katz en el Hospital del Salvador; luego, el desarrollo de su trayectoria asistencial y académica en el ámbito de la Medicina Interna, enfocándose en la nefrología, las enfermedades renales y la hipertensión arterial, áreas en las que “contribuyó poderosamente a su progreso en nuestro país, pues impulsó la creación y el funcionamiento de unidades de diálisis extracorpóreas y los trasplantes renales”. “El doctor Roessler es un médico avezado, criterioso, comprometido con sus pacientes, sus amigos y colegas”, aseguró, relevando que el galardonado fue diez veces distinguido como el Mejor Docente del área.
A ello añadió que “perfeccionó su formación profesional con estadas en la Universidad de Cornell, Nueva York, y el Instituto Karolinska, Estocolmo. Fue jefe de la Sección de Nefrología y luego del Servicio de Medicina del Hospital del Salvador. Desde la Universidad de Chile extendió su labor docente en cursos para médicos generales, internistas, anestesiólogos, enfermeras, dictando conferencias y participando en talleres de discusión de casos complejos en todas las regiones del país. Su nombre se convirtió en un ícono de la medicina nacional. Su capacidad para integrar grupos de trabajo con intereses en salud pública lo indujeron a colaborar reiteradamente en el Ministerio de Salud; en 1979, en conjunto con los doctores Hernán Zárate, Gloria Valdés y Héctor Rodríguez, sentaron las bases del exitoso Plan Nacional de Manejo de la Hipertensión Arterial”. Por último, recordó su distinción honorífica como Maestro de la Medicina Interna, que el 2019 le otorgó la Sociedad Médica de Santiago y su incorporación como miembro de número de la Academia Chilena de Medicina en el 2015, entidad que actualmente preside”.
Evitar el “saqueo” de la vida
Al recibir esta medalla universitaria, el doctor Emilio Roessler recordó su ingreso a la corporación como estudiante, donde quedó maravillado por “sus instituciones destinadas a enriquecer la cultura de nuestro país: la Orquesta Sinfónica de Chile, el Ballet Nacional, un Observatorio Astronómico. Comprendí que una universidad es mucho más que escuelas para formar profesionales; crea, cultiva e irradia conocimiento y cultura”. Luego resaltó la importancia que tuvo a lo largo de su carrera la contribución de los diferentes equipos de trabajo en los que pudo participar y reflexionó respecto del valor del trabajo verdaderamente comprometido en docencia: “¿Qué hacer como docentes para que quienes formamos no vean su vida “saqueada” por banalidades y para que, parafraseando a Séneca, no los abandone la vida en medio de los preparativos de la vida? Hay muchas cosas que un docente puede y debe hacer, pero quiero destacar cinco de ellas: Se debe mostrar modelos de vida, para que el alumno se identifique con alguno de ellos. Deben ser inculcados y reforzados valores y principios. Además, debemos despertar afectos, enamorar al otro con la belleza del conocimiento, educar el placer de hacer bien las cosas como un imperativo categórico y como valor estético: los que formamos médicos debemos dar ejemplo con el afecto a la persona enferma. Por último, debemos enseñar en cómo crear pensamiento y juicios lógicos e inspirar, en todo momento, el valor ético de lo que hacemos. Hacer docencia es educar, y educar en un país con justicia social y libertad es el único camino para mantener y mejorar nuestra civilización. La educación, el trabajo y la justicia social en libertad, permiten construir una sociedad en la cual la vida vale la pena ser vivida. Ese es el encanto de la docencia”.
Por ello, al terminar de recordar a quienes lo formaron, finalizó sus palabras diciendo que “eso es lo que día a día trato de enseñar, recibiendo en muchos años el premio al mejor docente dado por los becados de Medicina Interna del Hospital Salvador; pero, al recibirlo, entiendo que sólo estoy replicando lo que se me dio, devolviendo lo que recibí”.
La academia comprometida con la transformación
Al referirse a las trayectorias de los galardonados, la rectora de la Universidad de Chile, profesora Rosa Devés, destacó a la profesora Faride Zerán como una “luchadora incansable por las libertades y los derechos de todas y todos, que ha demostrado una y otra vez con convicción que el individuo no es todo”, y al doctor Emilio Roessler como alguien que “se ha volcado por entero al cuidado de la vida y a formar a otros y a otras para cuidar la vida”. En ese sentido, agregó, “ambos son ejemplo de esa visión de la academia que destacaba Juvenal Hernández: la academia comprometida con la transformación. Lo han hecho desde la ciencia, la medicina, las humanidades y la comunicación, con estilos personales singulares y propios, pero fieles a una idea común de Universidad, que valora y protege la libertad de pensamiento, defiende la autonomía, a la vez que permite distintas expresiones de un mismo ideal”.
La carrera académica y profesional de la profesora Zerán, de la Facultad de Comunicación e Imagen, fue reseñada por el profesor Hanns Stein –Medalla Juvenal Hernández Jaque 2021 en Artes, Letras y Humanidades– en discurso leído por su hija, Karla Stein. “La vida de Faride es una vida de entrega de valores, fuera y especialmente dentro de la Universidad”, señaló el académico, destacando además “su relación con los estudiantes, democrática, formadora más allá de lo académico, horizontal”. Enfatizó, además, que “su quehacer ha sido fecundo, ha escrito libros, creado revistas, escrito artículos, además de su labor universitaria. La diversidad de sus intereses no debe ocultar su férrea convicción democrática con su defensa acérrima a la libertad de expresión, los derechos humanos y la igualdad de género”.