El encuentro se realizó el 1 de junio de 2023, encabezado por el decano de nuestra institución, doctor Miguel O’Ryan y la directora del Departamento de Bioética y Humanidades Médicas, doctora Ana María Arriagada. Asimismo, se contó con la presencia de Armando y Natalia Roa, hijos del doctor Armando Roa, de quien donaron parte de sus publicaciones y biblioteca personal para este nuevo espacio.
Al dar inicio a la actividad, el doctor O’Ryan ahondó acerca de la universidad “como un espacio único y virtuoso, donde lo que se hace es único para incluir, formar, dialogar, generar conocimiento, de manera analítica, crítica y autocrítica. Dentro de este espacio único y virtuoso, generar estos subespacios como instancias que favorezcan esta reflexión, la indagación, el pensamiento, es parte también muy relevante de lo que hay que hacer. Y eso es lo que hoy, en este pequeño pero simbólico y acogedor espacio, lo que se requiere para tener la capacidad de poder reflexionar y sentirse en la casa. Más aún, que reciba el nombre y el homenaje a uno de nuestros profesores más distinguidos a través de la historia, que es el profesor Armando Roa”.
En ese sentido, agregó que “tuve la fortuna de ser alumno: conozco su humor, su manera de transmitir, su pasión. Lo tengo vivo en la mente, así que no puedo más que sentir y agradecer a la presencia de su familia hoy día”.
Por último, señaló que “la bioética tiene una relevancia ancestral, la ha tenido permanentemente a través del tiempo. Pero se impulsa cada cierto tiempo o en forma permanente a través de las temáticas que surgen en la actualidad: El buen o mal vivir; el morir; el uso y posible mal uso de la inteligencia artificial. En nuestro propio ambiente, temas como la integridad académica, la salud mental y su dimensión ética, son algunos de los temas que están activos y que demandan nuestra atención. Tenemos que compartir las reflexiones debidamente sustentadas, equilibradas. Y a eso es lo que invita este nuevo espacio simbólico como el que se inaugura hoy”.
La dignidad humana por sobre las diferencias
Posteriormente, el doctor Sergio Valenzuela, académico del Departamento de Bioética y Humanidades Médicas, hizo un sentido reconocimiento del doctor Roa y de la doctora Mireya Bravo, quien fuera la primera directora de esta unidad. En ese sentido, recordó que la enseñanza de la ética médica en el currículo de los futuros profesionales de esta carrera fue iniciada en la década de los ’60 por parte del doctor Roa, con el apoyo de quien fue su secretaria por muchos años, como fue la sra. María Isabel Smith, quien manejaba las pocas publicaciones y textos que existían en la disciplina. Así, se refirió al apoyo mutuo que se dieron quienes se incorporaban a la docencia en esta materia naciente, como fue su caso; “el profesor Roa ejerció un rol que no le era extraño, pues fue un tutor, un maestro que nos acompañó en los procesos formativos de cada uno de nosotros desde su ya larga experiencia, tanto en la orientación clínica fenomenológica en psiquiatría como en su amplio dominio de la historia de la medicina y las humanidades médicas”. Por ello, señaló, “el nombre de esta biblioteca nos recordará, y nosotros debemos trasmitir ese recuerdo a los que no lo conocieron, a quien fue el creador del Centro de Bioética y Estudios Humanísticos, iniciativa sin la cual nuestro actual departamento no existiría”.
En cuanto a la doctora Mireya Bravo, una de las impulsoras y creadoras del Departamento de Bioética y Humanidades Médicas en el 2003, además de ser su primera directora, “quien hizo todo lo posible para que esta iniciativa del doctor Roa se materializara en un lugar físico no sólo con oficina y auditorio, sino que con un espacio de ilustración y estudio disciplinar que fue constituyéndose en la biblioteca de nuestra unidad. Porque sentía amor por la bioética”.
Por su parte Natalia Roa recordó el trabajo de su padre como académico e iniciador de la psiquiatría en nuestro país e hizo entrega de una separata que se imprimió en nuestro plantel a propósito de la clase que dictó en 1972 el Presidente Salvador Allende a los estudiantes del doctor Armando Roa, a solicitud de éste, abordando la relación entre ética y comunidad. Por ello, se mostró muy emocionada y agradecida por este homenaje, pues “él dedicó la vida a la Facultad de Medicina y a la Universidad de Chile; de hecho, tengo guardado el resto de sus libros, con los que él trabajaba más directamente porque me acompañan y los uso en mi trabajo como psicóloga, que donaré cuando ya no esté”.
Por último, el profesor Manuel Guerrero, también académico del Departamento de Bioética y Humanidades Médicas, presentó su libro “Sociología de la masacre”, basado en la investigación que realizó para su tesis doctoral, donde indaga en los distintos tipos de violencia y cómo la población se hace parte –o no– de aquellas matanzas, en una decisión que describe como totalmente racional, en la que en primer término se deshumaniza al opositor o enemigo, para que luego su exterminio sea menos oprobioso; esto, en el marco de lo que fue la dictadura en nuestro país, durante la cual “gente como el doctor Armando Roa movilizó solidaridades y pusieron la dignidad humana por sobre las diferencias”.
La puesta en marcha de este espacio fue posible gracias a la labor del equipo que integra la Biblioteca Central de la Facultad de Medicina, quienes con dedicación y compromiso asumieron la tarea de clasificar y registrar los más de 600 libros que integran esta colección, de manera de facilitar que estudiantes y académicos accedan a ellos.