El asma es una enfermedad respiratoria crónica usualmente caracterizada por presentar inflamación de las vías aéreas. A nivel mundial se estima que 300 millones de personas la padecen; en nuestro país, su prevalencia es de aproximadamente un 7% entre la población diagnosticada, “pero en su grado leve se cree que hay un importante subdiagnóstico”, explica el profesor Torres.
Desde el 2005 está incorporada al Régimen de Garantías Explícitas en Salud, GES, otorgando prestaciones en sospecha diagnóstica, confirmación y tratamiento para las personas mayores de 15 años. Esta nueva guía apunta a generar recomendaciones basadas en la mejor evidencia posible para el manejo clínico de estos pacientes, por lo que para su elaboración se constituyó un equipo compuesto por profesionales de la salud de distintas áreas, así como médicos, enfermeras, químicos farmacéuticos, metodólogos, responsables de búsqueda y síntesis de evidencia, referentes del Ministerio de Salud y del Fondo Nacional de Salud, y otros expertos, quienes plantearon una amplia base de preguntas, que finalmente priorizó 15 de ellas, a las cuales se dio respuesta con recomendaciones farmacológicas para cuadros de exacerbación de asma y para su tratamiento crónico, así como recomendaciones no farmacológicas y de buena práctica clínica. Dichas recomendaciones consideraron la experiencia clínica asociada a la pregunta, la evidencia respecto a temas como días de hospitalización, calidad de vida o mortalidad, la viabilidad de la implementación, uso de recursos, valores y preferencias de las personas.
“El Ministerio de Salud convocó a la Sociedad Chilena de Kinesiología Respiratoria para integrar este panel como expertos en cuanto al tratamiento y rehabilitación pulmonar, control del asma y manejo de la ventilación no invasiva, así como también en cuanto a la educación en la materia para el automanejo de los pacientes; de hecho, estos últimos temas se integran por primera vez en esta actualización de la guía clínica”, señala el académico.
Relevando la contribución del profesional kinesiólogo
La labor del profesor Rodrigo Torres como coordinador clínico lo llevó a ser parte de cerca de 50 reuniones, tanto con todo el panel como específicamente con expertos del Minsal y de Fonasa; todas, orientadas no sólo a encontrar la mejor evidencia para las preguntas planteadas sino también a resolver dudas de modo de facilitar las decisiones que lleven a su implementación práctica, como la valorización de las prestaciones.
Dichas recomendaciones se establecieron mediante un sistema denominado “GRADE”, que propone el realizar o no la intervención según la certeza de la evidencia. “Lo que quieren resolver estas guías son problemas sobre los cuales hay bastantes dudas en cuanto a su diagnóstico, tratamiento e implementación, dado que hay pocos artículos científicos al respecto, de tamaños muestrales menores o revelando efectos no tan potentes como se quisiera de determinadas intervenciones; pero con el tiempo y la aparición de mejor evidencia las preguntas salen de las guías, porque hay respuestas más sólidas para ellas “, aclara.
Así, llegaron a tres recomendaciones farmacológicas para cuadros de exacerbación de asma, siete para su tratamiento crónico, tres recomendaciones no farmacológicas y una de buena práctica clínica. “Entre las no farmacológicas se incluyeron como novedad la sugerencia de realizar rehabilitación pulmonar mediante ejercicio físico por sobre solamente mantener tratamiento farmacológico; además, propone realizar educación en automanejo de síntomas con el apoyo regular de un profesional de salud capacitado, como es el caso del kinesiólogo”, añade.
En ese sentido, el profesor Torres releva la participación de su disciplina en la elaboración de esta y otras guías, “como es la de infecciones respiratorias agudas del menor de cinco años; también colaboramos en la actualización de guías latinoamericanas y hemos sido invitados a las de otros países, como la de cuidados respiratorios en pacientes con esclerosis lateral amiotrófica del gobierno federal de Brasil”.
“Toda esta labor contribuye no sólo a mejorar la asistencia clínica de los pacientes, sino también nuestro trabajo docente; en tercer y cuarto año de la carrera revisamos las intervenciones de kinesiología respiratoria basándonos en las guías GES emanadas desde el Ministerio de Salud. Además, estas permiten determinar áreas en las que es necesario hacer más investigación para generar evidencia, con mayores tamaños muestrales para que la calidad de la evidencia sea superior y pueda ser implementada de mejor manera dentro de las políticas públicas”.
Por último, el profesor Torres da a conocer que a continuación y en base a estas Guías Clínicas sobre el Problema de Salud AUGE N°61 de Asma Bronquial en Adulto se encuentran trabajando en las orientaciones técnicas para su implementación, “que esperamos terminar durante el primer semestre de 2024”.