La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en los contextos educativos y científicos ha traído consigo una urgente necesidad de repensar los marcos éticos, pedagógicos y de gestión. En ese escenario, la Facultad de Medicina ha publicado el documento “Humanizar la Inteligencia: Orientaciones para un uso ético y transformador de la IA en la educación y la investigación en salud”, una propuesta institucional que surge desde una mirada interdisciplinaria, con enfoque público y compromiso social.
La iniciativa fue liderada por la Dirección Académica y elaborada por la Comisión de IA de la facultad, siendo concebida como un instrumento vivo y en constante evolución. “Este documento es un hito dentro de una estrategia más amplia que hemos venido trabajando desde hace más de dos años”, explicó el doctor Oscar Jerez, director del Centro de Enseñanza y Aprendizaje (CEA) de nuestro plantel y académico del Departamento de Educación en Ciencias de la Salud (DECSA).
Por su parte, la doctora Ulrike Kemmerling, directora Académica de nuestra facultad y coautora del documento, señaló: “No se trata solo de adaptarse a una moda, sino de liderar una reflexión crítica desde una facultad pública, comprometida con la formación de profesionales íntegros y con vocación social”.
Tres dimensiones para una IA con sentido académico
El documento se estructura a partir de tres dimensiones interrelacionadas: pedagógica, científica e institucional. Cada una propone orientaciones concretas para avanzar en una cultura de uso ético de la IA.
En el ámbito pedagógico, se destacan las posibilidades de personalización del aprendizaje, automatización de tareas docentes y generación de recursos didácticos. “La inteligencia artificial puede ser una aliada si se utiliza para enriquecer los procesos formativos y no para delegar el juicio pedagógico”, subrayó la directora académica. “Nuestro foco está en cómo estas tecnologías pueden mejorar la experiencia de aprendizaje, siempre con supervisión docente”.
Desde la dimensión científica, el texto enfatiza la necesidad de transparencia y trazabilidad en el uso de IA en investigación, estableciendo criterios éticos sobre autoría, reproducibilidad y supervisión experta. “Hoy las editoriales ya te piden declarar si usaste IA en tu manuscrito. Esto no es una moda pasajera: es una transformación estructural del quehacer académico”, afirmó el doctor Jerez.
A nivel institucional, el documento pone énfasis en la transformación digital de los procesos internos. “No basta con que los docentes y estudiantes conozcan la IA, necesitamos también repensar cómo la usamos en la gestión”, indicó la doctora Kemmerling. En ese sentido, ya se están explorando usos en automatización de trámites administrativos y comisiones académicas.
Principios éticos como pilares
La propuesta se apoya en cinco principios orientadores: transparencia y trazabilidad; supervisión humana; equidad y justicia tecnológica; integridad académica; y gobernanza participativa. Estos principios guían la toma de decisiones sobre cómo, cuándo y por qué utilizar herramientas de IA en nuestra facultad.
“El uso ético de la inteligencia artificial es inseparable del rol que jugamos como universidad pública”, afirmó el doctor Jerez. “No podemos permitir que esta tecnología amplifique desigualdades o diluya la autoría académica. Tenemos que estar a la altura del desafío”.
Sobre lo mismo, la doctora Kemmerling complementó: “Hemos generado este documento como guía, no como reglamento. La idea es que sirva de base para un debate constante y abierto, que permita adaptarnos a los cambios vertiginosos que trae esta tecnología”.
Formación, monitoreo y acompañamiento: una estrategia integral
El documento no solo propone marcos éticos, sino también acciones concretas para implementar la IA de manera responsable. Entre ellas se incluyen estrategias de alfabetización crítica, diseño de talleres, microcredenciales docentes y protocolos de declaración de uso de IA para estudiantes e investigadores.
Además, plantea la creación de comités de seguimiento ético-pedagógico y el desarrollo de plataformas de acceso abierto con recursos, rúbricas adaptadas y cláusulas modelo. “Queremos que esto se traduzca en capacidades institucionales reales, no en declaraciones simbólicas”, sostuvo el profesor Jerez. “Estamos generando una infraestructura para acompañar a toda la comunidad académica en esta transición”.
La doctora Kemmerling añadió: “Hemos trabajado con distintos equipos, incluyendo informática y gestión, para que este proceso sea transversal y se articule con la hoja de ruta del decano, doctor Miguel O’Ryan”.
La IA al servicio del pensamiento crítico
El documento “Humanizar la Inteligencia” busca proyectar a la Facultad de Medicina como un referente nacional en el uso ético y transformador de la IA. “Esta no es una iniciativa aislada: es parte de una visión de universidad que promueve la reflexión, la responsabilidad social y el liderazgo en temas emergentes”, comentó la doctora Ulrike Kemmerling.
Ambos académicos coincidieron en que el futuro de la facultad, con IA, es profundamente transformador. “Lo hemos dicho claramente: esto es un cambio de fondo, no de forma. Es un giro copernicano en la manera de enseñar y aprender”, expresó el doctor Oscar Jerez.
Y concluyó con un llamado: “Tenemos las condiciones, los equipos y la voluntad para liderar. La IA llegó para quedarse, pero el cómo la usamos depende de nosotros. Este documento es solo el comienzo”.