El encuentro, que tuvo lugar el 5 de abril de 2024, fue encabezado por la rectora de la corporación, doctora Rosa Devés, y por el vicedecano de la Facultad de Medicina, doctor Juan Pablo Torres. Luego de un emotivo video referido a sus años de formación universitaria y a nombre de la generación titulada en 1973, el doctor Raúl Acuña recordó los hitos más significativos de lo que fue el paso por las aulas y el posterior desempeño académico y asistencial de estos profesionales.
Así, por ejemplo, el doctor Acuña inició sus palabras dando a conocer que en el mismo ejemplar del diario en que se publicaron los 165 seleccionados para ingresar a la Escuela de Medicina, el 6 de febrero de 1967, también se dio cuenta del fallecimiento de Violeta Parra. Luego, rememoró el proceso de Reforma Universitaria, el inicio de las prácticas clínicas y cómo los afectó el quiebre de la institucionalidad vigente durante su año de egreso, pues “algunos de los nuestros debieron abandonar abruptamente sus estudios y buscar refugio, pues sus vidas estaban en serio riesgo, terminando sus carreras en diferentes países (…). La gran mayoría, silenciosa y atemorizada, terminamos algo tardíamente nuestras responsabilidades académicas, recibiendo el título a comienzos de febrero de 1974, rubricada en una ceremonia breve, marcada por el toque de queda, en el Teatro Municipal de Santiago, en abril de ese año, a la que incluso no todos los 209 graduados pudieron asistir”.
Posteriormente, se refirió a los diversos caminos profesionales que siguieron estos médicos a lo largo del país, señalando que “algunos compañeros han alcanzado la cima en lo académico y profesional, y han recibido un merecido reconocimiento”, tales como los doctores Ennio Vivaldi, ex rector de la Universidad de Chile y actual embajador del país en Italia; Cecilia Sepúlveda, ex decana de la Facultad de Medicina; Ítalo Braghetto, ex director del Hospital Clínico institucional y Juan Pablo Jiménez, Profesor Emérito, entre otros. “Pero lo que yo quiero resaltar es a la gran mayoría que silenciosa, anónima, abnegadamente, con seriedad, entrega, honestidad, dedicación y sólidos principios éticos se han desempeñado en el área pública, privada o ambas, y han entregado a nuestras comunidades la curación, el alivio o el consuelo”.
A continuación, se refirió a los avances médicos, científicos y tecnológicos que incorporaron a lo largo de sus carreras, así como los desafíos y dilemas que representan en la actualidad y, por último, destacó lo que fue la creación del Fondo de Ayuda Solidaria durante el 2012 por parte de integrantes de su generación y liderada por las doctoras Elisa Berdichevsky y Pilar Macho, con el fin de otorgar becas anuales de mantención a estudiantes de Medicina, gracias a las cuales se han beneficiado 41 alumnos hasta el momento.
Figuras transformadoras
Por su parte, el doctor Juan Pablo Torres manifestó el “orgullo y la admiración que como egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile siento, porque aquí hay muchos maestros y profesores a quienes respeto, por lo que representa esta promoción que sabemos que es especial, la de 1973”.
Luego, recordó lo que fue la conmemoración de lo que representó el golpe de Estado para nuestra institución y el vínculo con maestros que lo vivieron como protagonistas, como fue el caso del doctor Arturo Jirón, “quien siempre se dio el tiempo para invitarnos a sus estudiantes a compartir en un café aledaño al Hospital San Juan de Dios para contarnos en primera persona cómo fue ese momento y su significado para el país, y eso nos daba una perspectiva muy importante”.
En ese contexto, añadió, “está su protagonismo como generación de 1973, y cómo desde el dolor de lo que vivió el país, se puede forjar la formación y la trasmisión para quienes los sucedieron, de los valores de la democracia, de la memoria, para contar con los mejores profesionales que el país necesita de una manera integral, pensando en nuestra historia y en nuestro futuro”.
Al cierre del encuentro, la rectora de la Universidad de Chile, doctora Rosa Devés, al referirse a este especial aniversario, señaló que “no son estos unos 50 años cualesquiera; son los mismos 50 años que comenzaron a contarse con el quiebre de la democracia, los que nos mostraron que los sueños de igualdad que muchas y muchos de ustedes lucharon por hacer realidad resultarían tan peligrosos para algunos que desencadenarían comportamientos crueles nunca antes vistos para extinguirlos. Iniciar el ejercicio de la vida profesional en ese momento, con seguridad representó exigencias que les han marcado para siempre, porque ya no solo se trataba de cumplir el juramento hipocrático en el sentido de “velar con el máximo respeto por la vida humana” en el dominio de su profesión médica, sino que esta exigencia se extendía al ámbito social en general. Cuidar la vida propia y de los demás se volvió un imperativo de todos los días”. Por ello, terminó, “fue quizás esa necesidad de caminar por una senda que otros intentaban borrar lo que desarrolló su capacidad de construir sentido, fortaleció sus liderazgos y le llevó a desplegarse como figuras transformadoras en muy distintos espacios, construyendo y reconstruyendo país a partir de esa tragedia inicial, para que Nunca Más”.
Finalmente, Mildred Hernández, directora de la red de Egresadas y Egresados de la Universidad de Chile invitó a los miembros de esta generación a integrarse a esta iniciativa.