Con gran pesar es que nos dirigimos a ustedes en este momento difícil para la comunidad formadora de profesionales de la salud de nuestro país. Como es de público conocimiento, recientemente hemos sido testigos de un acontecimiento lamentable que ha sacudido a la comunidad de una universidad de Santiago: el trágico suicidio de una estudiante de una profesión del área de la salud en el contexto de su internado.
Este lamentable hecho nos recuerda la importancia de mantener una atención constante en la salud mental y el bienestar de nuestras y nuestros estudiantes, particularmente aquellos que están inmersos en campos clínicos. Como Escuelas comprometidas con la formación integral de futuros profesionales de la salud, es nuestra responsabilidad garantizar un entorno seguro y respetuoso para todos los que forman parte de nuestra comunidad.
El maltrato, ya sea físico, emocional o psicológico, no tiene cabida en nuestro campo educativo ni en ningún aspecto de la práctica clínica y profesional. Cada estudiante merece ser tratado con dignidad, compasión y respeto en todos los ámbitos de su formación. Es imperativo que todos los miembros de nuestra comunidad se comprometan a promover una cultura de apoyo mutuo, empatía y cuidado en cada interacción dentro y fuera de nuestras aulas.
Las y los directores de escuelas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, reiteramos nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad y el bienestar de nuestros estudiantes. Nos comprometemos a fortalecer aún más nuestros esfuerzos, a fomentar una cultura de denuncia responsable y a tomar medidas concretas para abordar cualquier forma de maltrato o abuso que pueda surgir en la acción docente.
Reconocemos que aún queda un largo camino por recorrer, y es por eso que trabajamos incansablemente con el objetivo de mejorar el ambiente de aprendizaje en todos los escenarios. Asimismo, les instamos a reflexionar sobre la simetría del maltrato, que no solo puede manifestarse desde una institución o un formador, sino también entre pares. Esta es una realidad que también debemos enfrentar como comunidad.
Finalmente, alentamos a todos los miembros de nuestra comunidad a estar atentos a las señales de angustia y malestar entre sus compañeros y a buscar ayuda cuando sea necesario. Recordamos que existen instancias de apoyo disponibles para aquellos que puedan necesitarlas.
Atentamente,
Directores de Escuela
Facultad de Medicina
Universidad de Chile