El objetivo de esta iniciativa es ofrecer apoyo en distintos ámbitos a las cuidadoras de personas con dependencias severas del sector de Santa Julia en la comuna de Macul. Así lo explica la doctora Valdivieso: “El interés surge de lo que se observa en el quehacer profesional; como especialista en Medicina Familiar, trabajo desde marzo del 2018 en el Cesfam Santa Julia, específicamente en el Programa de Atención Domiciliaria a Personas con Dependencia Severa. Entonces observando los dolores y las sobrecargas de las personas cuidadoras –mayoritariamente mujeres y que suelen ser adultas mayores, que cuidan a otros de su mismo grupo etáreo-, y también observando lo que va quedando del entramado social, donde veía fenómenos como que un catre clínico pasaba de una casa a otra en un mismo pasaje, por ejemplo, o que en contexto de pandemia, los grupos de whatsapp que surgieron para las ollas comunes después sirvieron para que se apoyaran entre ellas, nos dimos cuenta de la necesidad de avanzar hacia una comunidad compasiva, que es consciente de que los seres humanos necesitamos cuidados en muchos momentos: al nacer alrededor de la muerte, cuando enfermamos, alrededor del embarazo”.
Entonces, agrega, “este proyecto surge para fortalecer las redes entre esas cuidadoras; tenemos la suerte de que en la comuna hay varios grupos que incluso tienen personalidad jurídica, por ejemplo “Cuidando con amor”, que es el que más nos acompaña, y se reúnen semanalmente desde el 2016. Está también el grupo Acundis, de cuidadoras de personas con discapacidad; el “Teamamos Macul”, que agrupa familias que tienen algún miembro con Trastorno del Espectro Autista; “Yo puedo, yo hago”, en el que comercializan productos hechos por personas que están en la casa y que no pueden generar ingresos regulares. Así, pensamos en ofrecer en el Cesfam hubiese un lugar más acogedor para recibir a estas cuidadoras, en organizar encuentros y conversatorios entre las cuidadoras; en crear un mapa de activos en salud y, por último, ayudarlas a buscar en sus familias o con voluntarios un sistema de respiro, para propiciar su autocuidado”.
Para ello, agrega, “la verdad es que el proyecto ya está en marcha porque nosotros en mayo del 2022 tuvimos el apoyo de toda la cohorte de alumnas y alumnos de cuarto año de la Facultad de Medicina en Santa Julia. Y es que, en este contexto de pandemia, los 260 estudiantes habían estado dos años en educación online, por lo que esta fue una experiencia reparadora en la que en duplas o tríos fueron a los domicilios a hacer un primer levantamiento, un diagnóstico situacional recogiendo las necesidades en salud de estas personas cuidadoras, porque en general nuestra respuesta es reactiva: vamos a verlos cuando nos llaman”. A ello, añade que además en noviembre del 2023 hicimos una actividad denominada “Recordando a nuestros seres queridos”, un taller justamente para que las familias cuidadoras pudieran hablar o conversar de quienes habían fallecido.
Creando redes
De esta forma, el proyecto Valentín Letelier implicará la realización de tres conversatorios entre mayo y junio de este año, en los tres sectores atendidos por el Cesfam Santa Julia, como son Mar, Bosque y Cordillera. “Nosotros como proyecto nos reunimos mensualmente para ver todos los detalles, y en ese espacio colectivo participan cuidadoras que pertenecen o no a grupos organizados, representantes de Trabajo Social y de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales y representantes de la Facultad de Medicina. Ahí afinamos los productos y decidimos que los conversatorios se van a realizar en relación a grandes preguntas como, por ejemplo, cómo aumentar las horas de cuidado; en el fondo, cómo conseguir respiro para la cuidadora. Otra de las preguntas guías es dónde aprendimos lo que sabemos y qué estaríamos dispuestos a enseñar, de manera de generar escuela en la que las cuidadoras aprendan entre pares. Se apunta a cómo hacer para democratizar el cuidado, que haya más corresponsabilidad social, que no sea un tema solo de las mujeres”.
A su vez, el mapa de activos en salud “es un principio del modelo de salud familiar y comunitario relacionado con tener conciencia del territorio. Este mapa designará las grandes fronteras del espacio, después los sectores Mar, Bosque y Cordillera y luego identificará, por ejemplo, el complejo Iván Zamorano, que es el lugar de reuniones propios del sector Cordillera; el espacio Macul, del sector Bosque; una capilla del sector Mar; las unidades vecinales, la farmacia comunitaria…el objetivo es darle a la cuidadora herramientas de dónde acudir según sus necesidades. La idea es que podamos reunir gráficamente todo lo que la Municipalidad de Macul y el Cesfam están haciendo en el territorio; pero, además, es un mapa público que nuestra intención es que sea colaborativo, para que los usuarios puedan agregar más elementos de utilidad para ellos”.
En cuanto al espacio para acoger a las cuidadoras, el proyecto propone la adquisición de un container, para ser una oportunidad para vincular a las profesionales y funcionarios del Programa de Atención Domiciliaria a Personas con Dependencia Severa con las cuidadoras y como para que éstas puedan realizar actividades individuales o grupales, ya sea de capacitación o recreativas. “Además, podrán ver las cápsulas educativas, que son otra parte del proyecto, realizadas por nuestros profesionales; por ejemplo, sobre demencia, movilización de personas dependientes, alimentación en ese contexto o cuidados de fin de vida, entre otros que ya tenemos listos y otros que tenemos programados, incluyendo vivencias de las cuidadoras”.
Y, en términos de darles a estas últimas un respiro, el proyecto incluye trabajar con sus familias, con voluntarios o incluso buscando otros recursos a futuro, de manera de ofrecerles espacios de autocuidado. “Son mujeres que se dedican completamente al cuidado de la persona dependiente, sin tener tiempo de descanso, de recreación o para hacer algún trámite, por ejemplo, y nosotros lo que hacemos es vincularnos con sus familiares o voluntarios, buscando posibilidades en las que puedan comprometerse a hacerse cargo, aunque sea algunas horas a la semana, de manera de dar esta ventana a la cuidadora”.