El documento fue creado por los profesores de la Facultad de Medicina Lorena Binfa, del Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido; Loreto Pantoja y Rodrigo Neira, de la misma unidad; Paulina Troncoso, del Departamento de Anatomía Normal y Medicina Legal y Pedro Crocco, de la Escuela de Salud Pública. Además, participaron Cristián Figueroa, académico de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Caridad Merino, de la Escuela de Gobierno de la misma institución y Michelle Sadler, investigadora de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez y directora del Observatorio de Violencia Obstétrica de Chile.
El texto aborda la creciente sobremedicalización de la atención de los partos, siendo una amenaza importante para la calidad y mejora de los resultados de salud. En ese sentido, por más de tres décadas la OMS ha estado alertando sobre este problema, publicando desde 1985 recomendaciones para lograr un uso no rutinario de intervenciones médicas y promover una experiencia positiva del embarazo y parto. Pese a toda esta evidencia la situación persiste, exponiendo a mujeres sanas a procedimientos innecesarios, que impactan tanto en su salud física y mental como en la del recién nacido. Para enfrentar esta dificultad propone un abordaje desde distintos ámbitos, en categorías interconectadas como son factores organizacionales y del sistema; factores de profesionales de la salud y factores de mujeres, familias y comunidades. Por último, recomienda iniciar este proceso de cambio en el Ámbito Factores del Sistema y Organizacionales, específicamente desarrollando un nuevo documento de “Orientaciones Técnicas (OT) para el Parto Personalizado”, con carácter vinculante y presupuesto asociado para su implementación, para entregar a toda la política pública la factibilidad técnica, económica y aceptabilidad social requerida para generar sinergia en los otros ámbitos.
La profesora Binfa explica que para este trabajo hicieron una extensa revisión bibliográfica, así como análisis de las recomendaciones, pero además recogieron la experiencia de las diferentes disciplinas de los integrantes del equipo y la labor que realiza, desde hace dos años, la Sociedad Chilena de Parto y Nacimiento, Sochipar. En ese sentido, releva que las propuestas de los tres ámbitos descritos son indispensables para avanzar hacia el objetivo propuesto, pero que en materia de formación de profesionales de la salud “se debe promover la colaboración interprofesional; específicamente entre las y los internos de nuestra carrera y las y los médicos en formación de especialistas de Ginecología y Obstetricia, porque de esa manera se consigue el verdadero trabajo en equipo, que se reconozcan y que confíen en su labor; eso aún no lo hemos conseguido. Creo que hay toda una cultura organizacional difícil de cambiar”.
Por otra parte, añade la profesora Pantoja, a nivel de mujeres, familia y comunidades consideran vital el empoderamiento de las madres en términos de cómo quieren vivir su proceso de parto, de manera de evitar su sobremedicalización, “incluso para que puedan actuar regulando el accionar de los profesionales de la salud que la atiendan”.
Priorizar una experiencia humanizada
En cuanto a la distinción recibida, el Ranking Nacional de Prácticas de Impacto del Capítulo Chileno ISPOR buscó destacar iniciativas en organizaciones relacionadas con la salud, reconociéndolas por aplicar herramientas de la disciplina para introducir mejoras en gestión sanitaria.
El ranking fue abierto y pudieron postular todas las organizaciones chilenas que se relacionen con la salud, como hospitales, clínicas, centros de salud familiar, institutos, industria de tecnología, industria farmacéutica y de dispositivos médicos, asociaciones de pacientes, asociaciones gremiales, fundaciones, ONGs, universidades y centros de investigación, entre otras. Un panel de jueces, compuesto por destacados expertos nacionales e internacionales en ciencia y economía de la salud, incluyendo académicos, investigadores y líderes de otros capítulos latinoamericanos de la sociedad científica, evaluaron las iniciativas, asegurando un análisis integral y de alta calidad.
De esta forma, el policy brief “La sobremedicalización del Parto y Nacimiento en Chile” obtuvo el primer lugar en la categoría “Otras Iniciativas de Impacto Sanitario” y el tercero en el ranking general, que premió a 50 iniciativas de un total de 500 que postularon.
El Ranking General Nacional de Prácticas de Impacto distingue a las tres prácticas evaluadas con los puntajes más altos por el panel de jueces, entre más de un centenar de postulaciones a nivel nacional. Se reconocen por su impacto en la salud y rigurosa metodología, y por alinearse con los fundamentos de la economía de la salud: toma de decisiones basada en evidencia, gestión sanitaria basada en información y acciones dirigidas a mejorar el bienestar de la población.
En dicho encuentro, la profesora Binfa, quien también preside la Sociedad Chilena para el Parto, Sochipar, destacó que “somos en su mayoría académicas/os que nos hemos dedicado a estudiar el problema, a entregar datos relevantes, pero aquí dimos el paso a la acción. Por eso hicimos este documento, como una antesala a una posible política pública; este premio representa una instancia de reconocimiento de lo que hacemos y, a lo mejor, una puerta hacia avanzar en esto que es tan importante, creemos nosotros, para nuestra población”. A ello, la profesora Pantoja agrega que “es muy relevante que se diera a este estudio un valor desde el mundo de la economía en salud; además, porque en general este tema suele estar invisibilizado, porque el parto en nuestro país presenta muy buenos resultados, pero no se prioriza dar un paso más allá de la calidad técnica de la atención, ni mejorar la experiencia de la madre y su familia”.
Durante la ceremonia de premiación, realizada el 11 de abril de 2024, la presidenta de ISPOR Chile y académica del Instituto de Salud Pública de la Universidad Nacional Andrés Bello, profesora Daniela Paredes, señaló que “la economía de la salud muchas veces suena intimidante, y puede alejar a las personas. Sin embargo, está en todas partes y se construye a diario; existe un universo de iniciativas y buenas prácticas desarrolladas por quienes trabajan en salud que queremos celebrar y reconocer, y que hasta ahora están invisibilizadas”.