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Más noticias

Cooperación académica internacional

Doctorado conjunto FMUCH–Groningen celebra a su tercera titulada

La doctora Wendy Sánchez culminó con éxito el Joint Degree Program (JDP) en Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y la Universidad de Groningen, convirtiéndose en la tercera estudiante en obtener esta doble titulación y la primera en desarrollar su tesis doctoral en la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la institución europea.

Promoviendo la inclusión

Facultades de la Universidad de Chile se unen en un Diálogo

La Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) fue sede del “Diálogo Interdisciplinar sobre Educación y Discapacidad hacia los ODS 2030”, encuentro que se realizó el pasado 26 de agosto y fue organizado por el Núcleo Desarrollo Inclusivo de la Universidad de Chile en conjunto con el Departamento de Educación de ese plantel, y con participación de académicos de la Facultad de Medicina.

El decano de la Facultad de Medicina, doctor Miguel O'Ryan, junto a integrantes de la Dirección de Investigación e Innovación, los estudiantes premiados y sus tutores.

Proyectando la generación de nuevo conocimiento

Apoyando la ciencia desde las bases

Un entretenido encuentro sostuvieron autoridades de la Facultad de Medicina con los estudiantes de pregrado ganadores de los fondos concursables de la Dirección de Investigación e Innovación, iniciativa que abrió nuestro plantel para financiar proyectos científicos y participación en congresos de alumnos de las carreras de la salud.

Entre el 23 y el 27 de agosto de 2025, académicos de nuestro plantel se integraron a la Conferencia Anual de la Association for Medical Education (AMEE), considerada la instancia más importante a nivel mundial en el ámbito de la educación en profesiones de la salud

Consolidando un espacio de colaboración regional

Académicos de la Facultad de Medicina participaron activamente en AMEE

Entre el 23 y el 27 de agosto de 2025, académicos de nuestro plantel se integraron a la Conferencia Anual de la Association for Medical Education (AMEE), considerada la instancia más importante a nivel mundial en el ámbito de la educación en profesiones de la salud. El evento se desarrolló en la ciudad de Barcelona, España, y congregó a miles de especialistas de todos los continentes.

Doctor Steffen Härtel, director del proyecto; Bárbara Torres, de la Subdirección de Innovación; doctor Miguel O'Ryan, decano de la Facultad de Medicina; doctor Emilio Herrera, director del ICBM; doctor Paul Délano, director académico del HCUCH, y doctor Guillermo Cabrera, codirector del proyecto

Avances para la salud

IA, un aliado para el diagnóstico y seguimiento oncológico

El 5 de septiembre de 2025 se presentaron los resultados del proyecto FONDEF IDEA «Cuantificación Volumétrica de Lesiones Tumorales Asistida por Inteligencia Artificial – Integrando Modelos de Mejora Continua / Human-in-the-Loop», colaborativo entre las universidades de Chile y Concepción.

Una alianza estratégica para la salud pública

Donación y trasplante de órganos y tejidos: rompiendo paradigmas

Con un enfoque único en el país, la Escuela de Medicina de nuestra Facultad, en conjunto con el Ministerio de Salud, desarrolla este segundo semestre de 2025 la cuarta versión del curso electivo “Donación y trasplante de órganos y tejidos”. La iniciativa ha despertado un gran interés entre los estudiantes y se consolida como un aporte pionero que proyecta un cambio cultural en la formación de los futuros médicos del país.

Derribando estigmas

Trastorno Bipolar: una mente inquieta

Trastorno Bipolar: una mente inquieta

El pasado 30 de marzo se conmemoró el Día Mundial del Trastorno Bipolar, una fecha simbólica elegida por coincidir con el natalicio del pintor holandés Vincent van Gogh, quien fue diagnosticado póstumamente con esta enfermedad.

El trastorno bipolar es una condición mental crónica que suele manifestarse hacia los 20 años y que, según los especialistas, tiene un importante componente genético. Se caracteriza por la alternancia de episodios depresivos con fases de exaltación del ánimo, que pueden ir desde una hipomanía —una aceleración leve— hasta una manía, con síntomas más intensos. También existen episodios mixtos, donde se combinan la exaltación emocional con mayor irritabilidad e impulsividad.

“Este es un trastorno del ánimo descrito hace muchas décadas, pero que durante bastante tiempo costó instalarlo social, cultural y médicamente como una enfermedad propiamente tal. Además, las personas con trastorno bipolar han sido históricamente blanco de prejuicios y estigmas, lo que muchas veces les impide buscar ayuda profesional de manera oportuna”, explica el doctor Álvaro Wolfenson, psiquiatra y académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Uno de los elementos clave para diferenciar el trastorno bipolar de otros cuadros afectivos es la historia familiar: es frecuente que existan antecedentes de bipolaridad entre familiares directos. Otra diferencia importante es la respuesta al tratamiento: mientras que los antidepresivos pueden incluso aumentar la exaltación anímica en personas con trastorno bipolar, los estabilizadores del ánimo —como por ejemplo el litio, lamotrigina o el valproato— han demostrado ser más efectivos y seguros.

A pesar de su carácter crónico, el trastorno bipolar puede ser manejado exitosamente con un tratamiento adecuado y continuo. “Si una persona mantiene un estilo de vida saludable, duerme bien, realiza actividad física, evita el consumo de alcohol y drogas, existe un adecuado apoyo familiar o participa de grupos de pares y/o psicoterapia y toma sus medicamentos estabilizadores del ánimo, las probabilidades de un buen control de la enfermedad son altísimas. El tratamiento suele funcionar bien cuando se cumplen esas condiciones”, afirma el doctor Wolfenson.

El peso del estigma

Uno de los principales obstáculos para una evolución favorable de los pacientes diagnosticados con esta condición es la falta de adherencia al tratamiento. Esta resistencia suele estar relacionada con la dificultad para aceptar el diagnóstico, el estigma social, el nivel de conciencia sobre la propia condición y las prácticas de autocuidado.

El estigma asociado al trastorno bipolar tiene un impacto profundo. Afecta tanto la vivencia personal como las relaciones sociales, desde el entorno íntimo y familiar hasta los espacios laborales. Muchas personas postergan la búsqueda de ayuda profesional por temor al juicio o la discriminación. En otros casos, es la propia familia es la que desestima el tratamiento, perpetuando así la invisibilidad del problema.

En este contexto, la psicoeducación se vuelve una herramienta clave. Esta consiste en entregar información clara, accesible y precisa para que las personas comprendan su diagnóstico y desarrollen estrategias de autocuidado. Comprender lo que ocurre es el primer paso para convivir con el trastorno de manera más saludable.

Por su parte, la psicoterapia, la intervención familiar y la psicoeducación cumplen un rol fundamental en el tratamiento integral del trastorno bipolar. “La elección de la terapia dependerá del perfil del paciente y de los recursos disponibles, pero se ha demostrado su eficacia como complemento al tratamiento farmacológico”, indica el doctor Álvaro Wolfenson.

Y agrega que “a esto se suman los grupos de apoyo de pares, espacios donde personas con experiencias similares comparten vivencias, aprendizajes y estrategias. Estos encuentros generan identidad, comunidad, contención emocional y también un importante componente psicoeducativo. Entre las terapias más validadas se encuentran la cognitivo-conductual, la terapia interpersonal centrada en ritmos biológicos, la terapia familiar y, por supuesto, la psicoeducación”.

El rol del entorno cercano.

El acompañamiento de la familia y el entorno inmediato es crucial. “Lo primero es estar presente, sin juzgar. Hay que entender que este trastorno no tiene relación con una falta de voluntad, ni puede ser controlado a través de ella. Hay una creencia errónea que dice que, por ser mental, debería poder manejarse a voluntad, y eso no es cierto”, enfatiza el psiquiatra.

Estar atentos, apoyar el seguimiento médico y saber actuar ante una crisis —incluso recurriendo a un servicio de urgencia si es necesario— son acciones concretas que pueden marcar una gran diferencia.

Finalmente, el especialista entrega un mensaje de esperanza para quienes recién reciben este diagnóstico: “El trastorno bipolar tiene tratamiento y las personas que lo presentan pueden llevar una vida plena, funcional y satisfactoria. De hecho, muchas tienen una capacidad creativa y de trabajo incluso muy superior al promedio de la gente”.

Aceptar progresivamente la vulnerabilidad anímica y adherir a los tratamientos recomendados permite mantener la estabilidad emocional y desarrollar un proyecto de vida con sentido. Porque, como en cualquier otra condición médica, el conocimiento, el cuidado y el acompañamiento pueden cambiar radicalmente la forma de vivir con este trastorno.