La Facultad de Medicina de la Universidad de Chile está empeñada en perfeccionar los atributos y competencias docentes de sus académicos, con el propósito de que ofrezcan una formación de primer nivel a las nuevas generaciones. De ahí que se creara hace ocho años el Diploma de Docencia en Ciencias Biomédicas y recientemente el Magíster en Educación en Ciencias de la Salud, cuyos cupos también se han abierto a profesionales de otras instituciones, adquiriendo gran prestigio nacional e internacional. Asimismo y, según dio a conocer el director del Departamento de Educación en Ciencias de la Salud, doctor Eduardo Rosselot, la unidad que encabeza, junto con generar el diploma y magíster, ha capacitado a más de 500 profesionales a través de Programas a Distancia de Formación en Calidad que han tenido una gran convocatoria. El médico destacó estas actividades de postgrado el miércoles 28 de marzo, durante la inauguración del año académico, al que asistió, entre otras autoridades, la decana de la Facultad de Medicina, doctora Cecilia Sepúlveda. En la ocasión, la doctora Sepúlveda resaltó que se hace prioritario profesionalizar la docencia con bases científicas y humanistas. "Es importante que los académicos tengan una preparación formal para que así aseguremos la rigurosidad y calidad del proceso formativo", dijo. En tanto, la subdirectora de Grados Académicos de la Escuela de Postgrado, doctora Soledad Berríos, valoró estas iniciativas porque, según planteó, la universidad requería de programas que capacitaran a los formadores para así generar los cambios curriculares necesarios que aseguren una enseñanza sólida, con grandes proyecciones y centrada en el alumno. Profesionales del futuro Durante la inauguración del año académico estuvo presente, como invitada especial, la profesora de la Universidad del País Vasco, doctora Pilar Ruiz de Gauna, quien ofreció al numeroso público la conferencia titulada "Aprender para transformarnos en un mundo de profesionales de la salud más humanos". La investigadora española recalcó que los problemas educativos son similares en todas partes del mundo y destacó que al hablar de un aprendizaje transformador se está refiriendo a todas aquellas prácticas que tienen como objetivo humanizar la ciencia, justamente para que las personas aprendan a convivir, actúen con responsabilidad, dejen de alimentar las injusticias y manifiesten un compromiso social verdadero. La profesora Ruiz recordó que nunca había existido en el mundo un grado de deshumanización tan grande como el que se experimenta actualmente, ello a pesar del gran desarrollo científico y tecnológico de la sociedad. "¿Y qué puede decir al respecto la educación?", le preguntó a los presentes. Según comentó, la educación está llamada a afrontar estos retos porque debe formar profesionales para y por la comunidad. "Por lo tanto, el perfil profesional del formador debe poner su intencionalidad en educar y no en instruir. De igual manera el proceso de enseñanza-aprendizaje debe estar al servicio de la acción comunicativa para despertar la capacidad crítica de los alumnos", apuntó.

Apuntan a la máxima evaluación