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Más noticias

Fondecyt Regular 2025

Conexión entre obesidad y cáncer: una nueva perspectiva molecular

La investigación titulada “El papel de las vesículas extracelulares derivadas de adipocitos que contienen Caveolina-1 en la promoción de angiogénesis tumoral”, liderada por el doctor Andrew Quest, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina, busca entender cómo los exosomas liberados por células grasas promueven el crecimiento de tumores, abriendo puertas a nuevas estrategias de prevención y tratamiento.

El doctor Juan Pablo Torres, vicedecano de la Facultad de Medicina, y el profesor Leonardo Basso, del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería, junto a la ministra de Salud, Ximena Aguilera, en la presentación de los resultados de la investigación publicada por Lancet Infectous Diseases

Además, la comenta en un artículo editorial

Lancet destaca investigación sobre inmunización contra virus sincicial

El 10 de junio de 2025 se publicó en esta prestigiosa revista el artículo “Efectividad e impacto de nirsevimab en Chile durante la primera temporada de una estrategia nacional de inmunización contra el VSR (NIRSE-CL): un estudio observacional retrospectivo”, encabezado por el doctor Juan Pablo Torres, pediatra infectólogo de la Facultad de Medicina y vicedecano de nuestro plantel.

Conociendo los mecanismos moleculares de una bacteria potencialmente benéfica para colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn

Para colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn:

Conociendo los mecanismos moleculares de una bacteria benéfica

“Exploración del papel de la tolerancia al estrés oxidativo en la conformación de la diversidad y las propiedades antiinflamatorias de Faecalibacterium, un taxón central de la microbiota intestinal humana” es el proyecto Fondecyt Regular 2025 del doctor David Montero, académico recientemente incorporado al Programa de Microbiología y Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas.

Francisca Moreno Rojas fue una graduada más de la generación 2024 de matronas y matrones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile

Junto a 98 egresados de la Escuela de Obstetricia y Puericultura

La graduación de Francisca

La generación 2024 de matronas y matrones de la Facultad de Medicina homenajeó a su querida compañera durante la ceremonia en que, junto a ellos, habría recibido su título profesional.

Formación de vanguardia

Primer Curso de Inteligencia Artificial Aplicada a la Radiología

La iniciativa, organizada por la Unidad de Investigación del Departamento de Radiología, convocó a profesionales del área para explorar herramientas tecnológicas aplicadas al análisis de imágenes médicas, integrando contenidos teóricos, ejercicios prácticos y una mirada crítica sobre las implicancias de la IA en el quehacer de la especialidad.

Gestora de las bases bioéticas de esta profesión

Una nueva Profesora Titular para la Terapia Ocupacional chilena

Una nueva Profesora Titular para la Terapia Ocupacional chilena

¿Cómo se perfiló su camino docente dentro de su trayectoria profesional?

Me titulé de terapeuta ocupacional en 1979, y al año siguiente ingresé a estudiar Licenciatura en Filosofía, lo que fue muy difícil en esa época. Me demoré varios años en terminar mi tesis porque estaba trabajando, pero nunca dejé de vincular ambos temas; entonces, hice mi tesis en ética kantiana con la profesora Ives Benzi y desde ahí fui reuniendo conocimientos. En ese momento, la profesora Brígida Flores, de Terapia Ocupacional, me convocó a hacer clases para elegir ciertos modelos teóricos que sustentaran nuestra disciplina a nivel local, creados por nosotros y que no fueran solamente lo que se aprende de afuera. Comencé con una asignatura llamada “Introducción a la Terapia Ocupacional genérica” y ahí estaban los fundamentos éticos y los marcos de desarrollo del pensamiento, vinculando de manera coherente nuestra disciplina a ciertas corrientes determinadas. Y la bioética llegó a mi vida después de siete años de docencia, cuando la Universidad de Chile abrió el primer magíster en esa área, a finales de los ‘90”.

Así, señala la académica, “se demuestra que la Terapia Ocupacional es una disciplina científica, porque formamos parte de un departamento que hace investigación, que genera conocimientos nuevos y que aporta a la sociedad en general porque aborda problemáticas humanas de una perspectiva especifica que es validada por la comunidad científica”.

¿Cuáles son los cambios que usted considera más relevantes en la historia de la Terapia Ocupacional?

A nivel académico hay un cambio importante, dentro de la propia universidad. Ahora es nuestra tarea demostrar que nos corresponde lo que la universidad nos ha rectificado. Tenemos que seguir trabajando, esto es una apertura a desafíos nuevos.

¿Cuáles son sus actuales proyectos?

Estoy cerrando un proyecto FONIS que presentamos el año pasado en el Congreso Internacional de Bioética realizado en India y sobre cuyos resultados estamos preparando una publicación. Además, formo parte de dos proyectos de educación superior en universidades estatales: estoy apoyando la conformación de las escuelas de Terapia Ocupacional en las universidades de Aysén y de O’Higgins. Trabajo también en un proyecto SENADIS relacionado con la sexualidad de la personas en situación de discapacidad, capacitando a profesionales a lo largo de todo Chile en términos de que integren este tema dentro de la evaluación, las intervenciones y la educación. Por otra parte, estoy a cargo de la docencia y la generación de proyectos en el área del posgrado, manteniendo el magister actualizado y una cantidad de diplomas permanente. Queremos generar la especialidad en Terapia Ocupacional; digamos que estoy 100% enfocada al ámbito académico.

¿Qué pasó con su labor asistencial?

Mantengo un vínculo más o menos cercano con personas con discapacidad de tipo psiquiátrica con las que trabajé hace años atrás. Ellos viven insertos en la comunidad, en hogares protegidos. Pero este vínculo es amistoso y social, he ido dejando atrás la figura de la Terapeuta Ocupacional que acompañaba a estas personas en sus procesos de inclusión, eso fue hace 20 años atrás. Viven en la comunidad, nosotros nos juntamos a compartir, hacer cosas como ir al cine; ¡ya no es un vínculo clínico!

¿En qué momento se produce este giro?

Tuve este vuelco cuando dejé mi práctica profesional en instituciones psiquiátricas y empecé a participar en asesorías en comités de ética, lo que empezó hace unos quince años. Actualmente, formo parte del Comité de Ética del Consultorio Cristo Vive, entonces ahí estoy en la clínica. Desde ahí han surgido proyectos de investigación en temas como consentimiento informado o interculturalidad.

¿Cuál es su sensación tras haber llegado a este punto de su carrera?

La titularidad llega a la gente con mucha trayectoria, yo postulé porque me correspondía hacerlo, reuniendo todos los antecedentes mientras ejercía la Dirección del Departamento y, francamente, me parece increíble haberlo logrado.