El pasado 15 de septiembre, India notificó 6 casos de virus Nipah, incluidas dos muertes causadas por el patógeno en el distrito de Kozhikode, Kerala. La fuente de infección del primer caso se desconoce, mientras que el resto de los casos fueron asociados a contacto familiar y hospitalario con el primer paciente.
Frente a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recalcó que los brotes de Nipah se han producido de forma estacional y localizada, por lo que el riesgo de propagación es considerado alto a escala nacional (en la India), moderado a escala regional (Asia) y bajo a escala mundial. Sin embargo, de igual forma llamaron a los países a mantenerse alerta ante un brote de mayor envergadura, y a su vez, incluyeron al patógeno en el plan prioritario de investigación y desarrollo para enfermedades con posibilidad de provocar una pandemia.
¿Qué es Nipah y cuál es su origen?
Nipah, nombrado así en honor a la ciudad Kampung Sungai Nipah, Malasia, lugar en el que, durante 1998, se informó por primera vez acerca del virus, es un patógeno de naturaleza zoonótica, es decir que “puede pasar de animales a humanos directamente, sin ningún tipo de intermediario, lo que es particularmente grave” explicó el doctor Gonzalo Barriga, virólogo y profesor del programa de Doctorado en Ciencias de la Salud de nuestra facultad.
El portador natural de Nipah es el murciélago frugívoro pteropus, un tipo de mamífero volador que habita en las regiones tropicales de África, Asia, Australia e islas de Oceanía, y que se alimenta principalmente de frutas. “Nipah es un tipo de henipavirus perteneciente a la familia paramyxoviridae. Esta familia viral está presente en múltiples especies”, mencionó el doctor Gonzalo Barriga.
Como tal, es un patógeno de ARN monocatenario, “lo que lo convierte en un virus sumamente dinámico, ya que casi no tiene actividad autocorrectora, o tiene, pero muy rudimentaria. Esto significa que el virus comete muchos “errores”, y dentro de esos errores, tiende a tener muchos “aciertos”. Si vemos esos “errores” como mutaciones, el exceso de ellas lo convierte en un patógeno altamente adaptable, lo que produce que, azarosamente, aparezca una nueva cepa que adquiere una ventaja comparativa y, por ejemplo, logra infectar a un animal nuevo”, agregó.
Desde 1998 hasta la fecha, todos los brotes de Nipah registrados, principalmente en India, han registrado altas tasas de mortalidad, comprobando estadísticamente que la letalidad del virus es de entre 40% y 75%. “Nipah es un virus de rápida propagación y gran mortalidad. Yo creo que esto está directamente asociado al gran temor que le tiene la gente: una letalidad muy alta, y obviamente una sintomatología muy agresiva. Ambas cosas generan una mezcla de problemas que impactan la salud en humanos, ya que del total de gente que se infecta, un porcentaje muy alto muere. Eso es lo que más asusta de este virus”, destacó el doctor Gonzalo Barriga.
¿Cómo se contagia?
Nipah es una enfermedad que se transmite principalmente de animal a humano y de humano a humano: “El inicio del contagio, generalmente está asociado a fruta contaminada. Estos murciélagos —portadores naturales del virus— al comer frutas de árboles, dejan su saliva impregnada en la fruta, o en la misma savia del árbol, y cuando la fruta de ese árbol es consumida por un humano, este se puede infectar directamente”, declaró el doctor Gonzalo Barriga.
Asimismo, agregó que “los contagios también pueden producirse a través de los cerdos”. Según la OMS, los cerdos han sido identificados como huéspedes intermediarios del Nipah, al ser uno de los animales que se puede contagiar del virus al consumir alimento contaminado, por lo que, si los humanos tienen contacto directo con el cerdo infectado, o consumen su carne, la enfermedad también puede transmitirse.
Asimismo, “si uno está en contacto directo con una persona infectada, también puede contagiarse. El caso actual del brote de Kerala en India tiene a todos los pasajeros del avión que estuvieron cerca de la persona contagiada, en cuarentena, esperando a ver si están contagiados o no”, agregó el virólogo. El principal tipo de contagio entre humanos se produce a través de gotitas en secreciones respiratorias: tos y estornudos.
Síntomas y tratamiento
Luego de la exposición al virus, los síntomas tardan entre 4 y 14 días en aparecer, aunque también existe la posibilidad de que el paciente sea asintomático. “Los primeros síntomas son parecidos a los de un resfrio: hay dolor de cabeza muy fuerte, dolor de garganta, tos, sudoración, dolor muscular, fiebre y vómitos”, señaló el doctor Gonzalo Barriga.
A estos síntomas les siguen ciertas reacciones más graves, tales como desorientación, somnolencia, confusión mental y convulsiones. El doctor Gonzalo Barriga agregó que “luego de esto, es cuando comienza la inflamación cerebral, que se asocian directamente al daño final que produce el virus”. Esta inflamación corresponde a encefalitis febril grave: inflamación en el cerebro producida por la entrada de Nipah al Sistema Nervioso Central (SNC), condición que puede generar coma, y muerte en unos pocos días.
Asimismo, añadió que “en el caso de los supervivientes a la enfermedad, persisten algunos efectos secundarios a largo plazo, dado que igualmente pasaron por la patogenia del virus, por lo que quedan con ciertos daños neurológicos, como secuelas motoras, generalmente”, concluyó.
El tratamiento que se suministra a los pacientes contagiados “consiste principalmente en cuidados paliativos, ya que actualmente no contamos con un tratamiento que se haya creado específicamente contra Nipah. Actualmente hay diferentes vacunas que están en estado de estudio clínico, así como distintos antivirales que están siendo producidos, pero ninguno de ellos ha sido aprobado aún por la FDA”, señaló el doctor Gonzalo Barriga.
En ese sentido agregó que “actualmente, si una persona se contagia, depende completamente de su capacidad de recuperación si sobrevive o no, aunque también hay ciertas estrategias que se utilizan constantemente para combatir los virus. Un ejemplo es la plasmaféresis, que es suero de pacientes recuperados para tratar a pacientes infectados”, concluyó.
El doctor Gonzalo Barriga también recalcó que, a pesar de no existir un tratamiento contra el virus, “yo diría que estamos mejor preparados contra el Nipah de lo que estábamos contra el SARS Cov-2, que nos pilló de imprevisto. Esto porque no es un virus nuevo, ya lo conocemos y podemos trabajar mucho más fácil en estrategias para combatirlo”.
El caso de Chile
El virus Nipah que afecta a Asia afortunadamente no ha llegado a Chile. Sin embargo, la posibilidad de que el brote salga de India es real: “Con las ventajas actuales como movernos en avión alrededor del mundo, basta con que una persona infectada viaje, infecte a otro humano y el virus se transporte, por lo que controlar eso es poco probable. Es por esto que Nipah es un problema al que hay que poner atención, pero siempre teniendo en cuenta que es un virus más de los muchos que nos afectan, incluso más en nuestro contexto chileno, como con el último brote de gripe aviar”, recalcó el doctor Gonzalo Barriga.
En el escenario de un posible brote en Chile, el virus Nipah, además de contagiar humanos de forma letal, es capaz de contagiar a cerdos, causando reacciones virales severas en estos animales. Esto provocaría importantes pérdidas económicas para los productores. El virólogo, doctor Gonzalo Barriga explica que este virus constituye un problema multifactorial, ya que “en el caso de Chile, donde la industria porcina mantiene una importancia económica relevante, si es que llegase el brote, su impacto puede incidir en distintas líneas, como en la productividad económica ganadera, el consumo de carne de cerdo, la salud pública, entre otros”.
Con respecto a las formas de detectar los contagios, “actualmente no contamos con vigilancia contra el Nipah, por ejemplo, como en el caso del Covid-19, el PCR. Entonces, como no existe un método de vigilancia, es súper difícil identificarlo de forma rápida, ya sea visualmente en una consulta, o en un laboratorio. Lo más probable es que si llegara a Chile un paciente con síntomas de encefalitis y sospecha de contagio, se derive una muestra al ISP, en donde primeramente se detecte paramixovirus, para luego, recién un par de semanas después identificar el Nipah”, afirmó el doctor Gonzalo Barriga.
Futuro proyecto Fondecyt
El virólogo doctor Gonzalo Barriga, explica que “en Chile existen varias especies de murciélagos. La mayoría de ellos come insectos, y como nosotros no comemos insectos, la posibilidad de contacto directo con estos mamíferos voladores es mucho más difícil que en India o Malasia. Sin embargo, tenemos a Platalina genovensium, un murciélago nectarívoro que sí come fruta”, mencionó.
Sabiendo esto, el virólogo y profesor del programa de Doctorado en Ciencias Biomédicas del ICBM recientemente trabajó en un proyecto Fondecyt que buscó identificar nuevos tipos de virus, del grupo de la influenza y coronavirus, en diferentes macrozonas de nuestro país. Coincidentemente, en medio de la investigación, se topó con nuevos paramixovirus: “Si bien el virus Nipah no ha sido identificado en Chile, sí contamos con muestras actuales de que existen otros tipos de paramixovirus en nuestro país, que, recalco, no son Nipah”, señaló el doctor Gonzalo Barriga.
En ese sentido, aclaró que “decir paramixovirus no es lo mismo que decir Nipah. Los paramixovirus son una gran familia de virus, que incluye a muchos virus que podrían tener impacto en la industria, en la fauna silvestre y en el humano. En cambio, Nipah es un grupo de paramixovirus que está en un murciélago de un lugar determinado, que no ha sido detectado en Chile”, enfatizó.
De igual forma, el doctor Gonzalo Barriga señaló que “es importante saber si existe algún tipo de paramixovirus en nuestro territorio”. Por este motivo, y dado que ya cuentan con muestras positivas, él junto a su equipo de investigación, buscan adentrarse en un nuevo proyecto Fondecyt que les permita “buscar diversidad viral y encontrar patógenos nuevos en estos animales —los murciélagos chilenos—.
Este nuevo proyecto se encuentra en etapa de postulación, y su objetivo principal es “buscar en los murciélagos de Chile virus que tienen impacto en el humano, y asociar la potencial transmisión al clima particular de cada macrozona, para ver si la temperatura está asociada a que haya virus más peligrosos, o si son menos peligrosos dependiendo del lugar”, explicó el doctor Gonzalo Barriga.
Con respecto a lo anterior, agregó que “el descubrimiento de nuevos virus podría estar asociado al diseño potencial de nuevas políticas públicas orientadas al mejor manejo sanitario en los lugares en donde se presenten estos virus. Nuestra apuesta es que vamos a encontrar cosas, posiblemente parecidas a Nipah”, finalizó.
Por lo pronto, se espera que este proyecto sea aprobado de forma efectiva para comenzar con la investigación a la brevedad, mientras que, en el mundo, la atención está puesta en que India logre contener de forma efectiva el avance del virus.