Así lo dio a conocer la doctora Ulrike Kemmerling, directora académica de nuestro plantel, explicando que el proyecto MOCHILA —acrónimo en inglés de Microcredenciales en Educación Superior para América Latina y el Caribe— apunta a cubrir la necesidad cada vez mayor de validar los dominios de una habilidad o conocimiento específico de profesionales en diferentes áreas, desde las perspectivas académica y tecnológica, mediante programas educativos cortos, flexibles y articulables.
“En Chile utilizamos el sistema de créditos para medir la cantidad de tiempo que una persona utiliza para el aprendizaje de una determinada asignatura; por ejemplo, en pregrado tenemos cursos de diversa cantidad de créditos, estimando que un crédito corresponde a 27 horas cronológicas de actividades directas o indirecta. Sin embargo, no acredita los aprendizajes o competencias, sino solo el tiempo de dedicación”, explica.
De esta forma, añade, “un curso en formato de microcredencial debería equivaler un crédito, es decir a 27 horas. Este es un sistema de certificación de aprendizaje y de formación continua mucho más flexible, porque buena parte de nuestros académicos son expertos en sus respectivas disciplinas debido a que dedican la mayoría de su tiempo a actividades básicas o clínicas, por lo que no cuentan con disponibilidad horaria para hacer programas de diploma, magíster o doctorado. En Europa se está instalando este sistema de microcredenciales digitales en el afán de ofrecer esta flexibilidad tanto en la formación de pre y postgrado, tal y como en el perfeccionamiento continuo porque, además, está diseñado para certificar que la competencia o habilidad está adquirida. Incluso, son escalables, porque el profesional puede cursar varias microcredenciales en un determinado ámbito, lo que potencialmente podría ser considerado como equivalente a un programa mayor. Este sistema más flexible de perfeccionamiento continuo está muy alineado con instalar una cultura de calidad, particularmente de calidad educativa en nuestra facultad, permitiendo la generación de capacidades y competencias en nuestro cuerpo académico”.
Ocho programas piloto
“Microcredentials in Higher Education for Latin America and the Caribbean”, coordinado por el doctor Carlos Alario Hoyos, académico del Departamento de Ingeniería Telemática de la Universidad Carlos III de Madrid, incluye en Latinoamérica a las universidades de Chile y Concepción en nuestro país; al Instituto Tecnológico de Monterrey y a la Universidad Jesuita de Guadalajara, de México y a las universidades Galileo y San Carlos de Guatemala; en el Caribe, incluye al Instituto Tecnológico de Santo Domingo y a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, ambas de República Dominicana. Cuenta con casi 800.000 euros de financiamiento proveniente del Programa Erasmus+, perteneciente a la Unión Europea, que respalda la educación y la formación en ese continente, por lo que, además, es una iniciativa que está integrada por la Universidad de Nápoles Federico II, Italia. Al 8 de agosto de 2024, el consorcio ya ha firmado ante la Unión Europea la Declaración de Honor y está en Preparación del Convenio de Subvención.
En la Facultad de Medicina, el coordinador de este proyecto es el profesor Óscar Jerez, director del Centro de Enseñanza y Aprendizaje, CEA, y académico del Departamento de Educación en Ciencias de la Salud, quien junto a los equipos liderados por los doctores Ulrike Kemmerling y Boris Marinkovic, de la Dirección Académica, iniciarán en febrero de 2025 el programa de trabajo establecido para 36 meses, el cual se desarrollará en tres fases: Preparación para la Construcción de Capacidades, durante la cual realizarán diagnósticos institucionales y análisis de la normativa orientada a la formación mediante este sistema de micro credenciales. Luego, durante la Construcción de Capacidades se estipula la instalación de unidades y la formación de personal académico y técnico y la realización de talleres —que en Chile abordarán el tema de “Criterios y orientaciones en relación con las micro credenciales: aseguramiento de la calidad”. Y en la fase de Demostración de Capacidades se espera la implementación de ocho programas piloto, uno en cada una de las instituciones de educación superior de América Latina y el Caribe, para lo cual contarán con el apoyo de las universidades europeas participantes, y que son el primer paso hacia la definición de ocho planes institucionales a cinco años con la estrategia a seguir en relación con la emisión de microcredenciales.
“Nosotros como Facultad de Medicina haremos un piloto de Primeros Auxilios, que permitirá, entre otros, estandarizar los métodos de enseñanza de estos contenidos en los cursos de introducción a la práctica profesional de las ocho carreras de la salud”, agrega la doctora Kemmerling. A su vez, la Universidad de Concepción hará un piloto sobre Procedimientos Básicos de Enfermería.
Por ello, finaliza, el proyecto MOCHILA consideró los diferentes contextos y avances en términos de enseñanza digital de cada una de las instituciones participantes; “nosotros ya hemos tenido experiencias exitosas, especialmente con cursos Coursera y, además, durante la pandemia. Pero paralelamente vamos a contribuir en el diseño y propuesta de criterios y orientaciones en relación al aseguramiento de la calidad del sistema de microcredenciales; a través, por ejemplo, de las formas de evaluación de las competencias que se deben adquirir. En ese sentido, como Universidad de Chile ya tenemos una base, que es la plataforma EOL de Educación Online, administrada por la Vicerrectoría de Tecnologías de la Información”.