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Más noticias

“Tengo la camiseta muy puesta por este centro”:

Profesora Ingrid Leal asume como nueva directora del CEMERA

Con casi dos décadas de experiencia en el Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (CEMERA), la matrona y académica de nuestra facultad asume la dirección del centro con una visión de continuidad, fortalecimiento del trabajo interdisciplinario y mayor vinculación con la comunidad universitaria.

Académico del Programa de Políticas, Sistemas y Gestión de Salud

Prof. Nicolás Silva lidera estudio de tamizaje de cáncer colorrectal

Con financiamiento de Stanford Impact Labs por USD $350.000, el proyecto permitirá adaptar un modelo matemático avanzado a la realidad nacional, capacitar a profesionales del Ministerio de Salud (MINSAL) y de la academia chilena, e impulsar decisiones basadas en evidencia en la prevención del cáncer colorrectal.

El libro

Nuevo libro disponible en línea

Instituto Nacional del Tórax: 70 años al servicio de la salud de Chile

Los doctores Manuel Oyarzún y Francisco Arancibia, profesores titular y agregado de la Facultad de Medicina, respectivamente, son los autores de este texto que recoge el aporte que ha hecho este recinto asistencial al país desde mediados del siglo XX, en su calidad de centro nacional de referencia de enfermedades respiratorias.

“Vision 2050: a revolution in academic medicine for better health for all” es el nuevo artículo de análisis publicado en BMJ

Una propuesta que convoca

La medicina académica del futuro: volviendo a los fundamentos

El doctor Miguel O’Ryan, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, junto a las cointegrantes de la Comisión del Futuro de la Medicina Académica del British Medical Journal, BMJ, son los coautores del artículo de análisis “Vision 2050: a revolution in academic medicine for better health for all”, que contiene cinco principios enfocados en mejorar los resultados sanitarios, la formación de profesionales, la generación de nuevo conocimiento científico y el equilibrio con las necesidades sanitarias locales y globales.

“El deporte es clave para la salud física y mental”

FMUCH promueve la vida saludable con talleres y ramas de la UDyR

Con una amplia oferta de actividades, horarios flexibles y espacios completamente equipados, la Unidad de Deportes y Recreación (UDyR) invita a estudiantes, académicos y funcionarios a participar de sus talleres y ramas deportivas, buscando fomentar un estilo de vida activo y saludable en toda la comunidad universitaria.

El proyecto liderado por el doctor Juan Pablo Torres

Fondecyt Regular 2025

Mejorando la estrategia nacional de inmunización contra VRS

El balance de la campaña 2024 de inmunización contra el virus sincicial para los recién nacidos y menores de seis meses culminó con el mayor logro: ninguno falleció por complicaciones de esa infección respiratoria, en una política pública que resultó pionera a nivel continental. El proyecto que lidera el doctor Juan Pablo Torres, del Dpto. de Pediatría Oriente, plantea un abordaje para perfeccionar esta estrategia que articula los ámbitos molecular, genómico, clínico, epidemiológico y de costo efectividad, convocando el trabajo mancomunado de académicos de tres Centros de Investigación Clínica Avanzada, CICA, de nuestro plantel, y el apoyo de la Iniciativa Ingeniería y Salud.

Derribando estigmas

Trastorno Bipolar: una mente inquieta

Los cambios de ánimo son parte de la experiencia humana y responden a diversas circunstancias de la vida. Sin embargo, en las personas que presentan el trastorno bipolar, estas fluctuaciones emocionales son mucho más extremas y persistentes, al punto de impactar profundamente su calidad de vida y la de su entorno cercano. En los casos más graves, este diagnóstico puede estar asociado a conductas autolesivas, abuso de sustancias e incluso intentos suicidas.

Profesora Mayarling Troncoso

También es académica del Departamento de Tecnología Médica de la Facultad de Medicina

Científica chilena es seleccionada para integrar comité organizador

Mayarling Troncoso, postdoctorante del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas, ACCDiS, de la Universidad de Chile, fue seleccionada para integrar el Comité organizador del Programa “Jóvenes investigadores” de Latinoamérica en el World Congress International Society for Heart Research (ISHR), que se llevará a cabo en Nara, Japón, del 11 al 14 de mayo de 2025.

Directivos de “Educación Integral de la Sexualidad para mujeres privadas de libertad”, uno de los proyectos ganadores del Fondo Valentín Letelier 2024.

Proyecto “Educación Integral de la Sexualidad para mujeres privadas de libertad”

“El Fondo Valentín Letelier logra plasmar la visión"

Con el objetivo de promover el desarrollo de habilidades y conocimientos en sexualidad bajo el modelo de Educación Integral de la Sexualidad (EIS) en mujeres privadas de libertad, este proyecto buscará implementar un programa EIS con metodologías participativas y adaptado al contexto penitenciario, integrando los ejes estratégicos de la EIS: respeto por la diversidad, la valoración de la afectividad, el ejercicio de derechos, el cuidado del cuerpo y la salud, y la promoción de la equidad de género.

Por un período de tres años

Doctor Fernando Cassorla, nuevo presidente de la Academia Chilena de Medicina

Doctor Cassorla, nuevo presidente de la Academia Chilena de Medicina

Y aunque fue una responsabilidad que no buscó, llegó a ella porque comprendió que "las instituciones son más importantes que las personas, “y si de alguna manera puedo jugar un rol que se perciba como útil, no me puedo negar”. El doctor Fernando Cassorla se tituló como médico cirujano de la Universidad de Chile en 1973; al año siguiente, inició su especialización en pediatría en el Albany Medical Center, de la Union University de Estados Unidos, para luego subespecializarse en endocrinología infantil en el Hospital de Niños de Philadelphia, vinculado a la Universidad de Pennsylvania. Al terminar esta formación, comenzó su labor en el National Institute of Child Health and Human Development (NICHD), primero como Senior Investigator del Developmental Endocrinology Branch entre 1979 y 1993, para luego ser director clínico entre 1990 y 1993, año en que retornó al país para hacerse cargo del Programa de Endocrinología Pediátrica del IDIMI. Recibió el premio de Profesor Clínico Distinguido por el NIH en 1990, la distinción como Maestro de la Endocrinología Pediátrica Latinoamericana en el 2016 y la de Maestro de la Pediatría de Chile en el 2023.

Al representar esta institución la conciencia reflexiva de la medicina en Chile, el doctor Cassorla señala la importancia de que la opinión de la academia en diversos temas sea conocida, a través de la contribución de sus miembros de número, correspondientes y honorarios. “De esta manera podremos seguir encarando muchos desafíos en la formación en las carreras de la salud, la divulgación de los avances de la ciencia médica y el ejercicio ético de la profesión, que son algunos de nuestros temas de interés. Esta es una responsabilidad muy grande, pero se ha avanzado mucho gracias a la fructífera labor de sus miembros durante 60 años”. 

La importancia del análisis crítico

Respecto a la formación de nuevas generaciones de médicos, el doctor Cassorla recuerda, en primer término, que la Academia Chilena de Medicina emitió hace algún tiempo el documento “Control de calidad de los médicos que inician el ejercicio profesional en Chile”, que establece los estándares de base que, a juicio de este cuerpo colegiado, son requisito indispensable para el correcto desempeño asistencial en nuestro país.

Pero, también, sostiene que hay tres elementos complementarios que considera claves para una adecuada formación universitaria: la presencia de cuerpos académicos idóneos, la suficiente exposición a pacientes en los campos clínicos y la existencia de tutores que guíen a las nuevas generaciones de profesionales. Los dos primeros están normados por ley a través de la acreditación institucional y la obligatoriedad de aprobar el Examen Único de Conocimientos en Medicina para ejercer en el sistema público de salud, aunque reconoce la necesidad de hacer un análisis cuidadoso de todos estos procesos; por ejemplo, respecto de la variabilidad en la duración de la carrera que lleva a la obtención del título profesional, así como la evaluación de las competencias requeridas a través del Eunacom.

“Algunas universidades dictan la carrera de medicina en seis años de pregrado, otras en siete; ¿cómo ha funcionado esta diferencia? Hasta ahora parecen haber obtenido resultados similares, pero creo que esto requiere un análisis más profundo, con el objeto de consensuar un plan básico que sea relativamente uniforme y que se pueda aplicar en las diferentes escuelas de medicina del país. Otra arista es determinar cuán efectiva es la medición de competencias a través del Eunacom, porque es una prueba teórica que no evalúa la interacción del profesional con el paciente.  De hecho, el Eunacom plantea un cierto contrasentido, ya que habilita para trabajar en el servicio público, pero no es requisito para ejercer en el sector privado. Esta situación no ocurre en todos los países, la mayoría de los cuales requiere de una licencia para ejercer la profesión en todos los ámbitos”.

“Me parece que también sería aconsejable analizar la tendencia reciente a exponer a los estudiantes a la práctica clínica y a la interacción con pacientes en fases más tempranas de la carrera. Percibo estos análisis como un proceso longitudinal, que debe ser realizado en forma prospectiva para determinar si los caminos que ha tomado la formación médica en nuestro país han sido los correctos o hay elementos que se pueden modificar. En nuestro país existe un número importante de facultades de medicina y tengo la impresión de que algunas lo están haciendo muy bien y otras no tanto. Por estos motivos, es imperativo que la academia siga realizando su valioso aporte para mejorar la educación médica en nuestro país”, sentencia el doctor Cassorla.

Y se permite hacer un pequeño acápite: “cuando yo me recibí, los médicos proveníamos de tres o cuatro universidades y la gran mayoría trabajábamos una buena parte del día en el servicio de salud o en centros universitarios, lo que podía complementar con una práctica privada.  Este esquema de trabajo ha cambiado de forma significativa, ya que ahora hay colegas que laboran mayoritariamente en forma independiente, sin mucha interacción con otros médicos. En estos casos, no tenemos la “caja de resonancia” que representa la opinión de otros profesionales que trabajan con nosotros sobre un paciente en particular. En estas circunstancias, uno podría tener la sensación de que su diagnóstico y tratamiento para el paciente es correcto, pero podría no serlo ya que no tenemos el punto de referencia que representa la opinión de otro colega. Esa práctica híbrida se puede dar con mayor facilidad en equipos clínicos bien afiatados, por lo que debemos proponer mecanismos para propender a su desarrollo. En otros países, fundamentalmente del hemisferio norte, se ha estudiado con mucho detalle el tema de los errores médicos fortuitos con el objeto de intentar prevenir su ocurrencia. Este delicado tema no ha sido abordado en forma sistemática en nuestro país y me parece que debe ser objeto de un análisis cuidadoso en el futuro, debido a la evolución de la práctica médica en nuestro país durante los últimos decenios”.

El arte de la formación médica

Respecto al desafío que representa la asignación de campos clínicos a las diferentes universidades, el doctor Cassorla señala que se debe intentar equilibrar la tentación de crear escuelas de medicina para darle cabida al interés de muchos estudiantes muy talentosos, con los problemas que puede generar la cohabitación de alumnos de dos o más instituciones en un mismo recinto asistencial. Esta situación puede comprometer la relación médico-paciente y la necesaria exposición de los futuros profesionales a la práctica clínica. “Felizmente en Chile hemos tenido un cierto equilibrio, aunque en ocasiones ha sido algo frágil, entre la formación médica y la ocupación de los campos clínicos. Un campo clínico no sólo consiste en tener la cantidad y variedad necesaria de pacientes, sino también en tener un cuerpo académico adecuado tanto en su número como en su preparación.  Los miembros del cuerpo académico deben ser más que una persona a cargo de un paciente, sino que deben tener el tiempo, la dedicación y la voluntad para enseñar a los futuros profesionales de la salud el arte de la medicina, así como sus sólidas bases científicas. El tutor debe enseñar los elementos de una buena interacción médico-paciente, cómo se respeta su experiencia con su dolencia, y cómo se le proporciona el tiempo para que formule sus preguntas. Esto hace más compleja la enseñanza de los estudiantes en los campos clínicos, ya que requiere de una periódica interacción con un equipo académico que tenga el interés y la voluntad para enseñar esta profesión tan especial. Ahí es donde me permito reiterar este concepto del arte de la medicina, que aprendí de mis tutores que marcaron mi camino y me enseñaron que no existen enfermedades sino enfermos. Reconozco, valoro y aprecio el trabajo primordialmente asistencial que hacen muchos colegas en este país, resolviendo problemas que son muy importantes para nuestra población, pero creo que nosotros como Academia Chilena de Medicina tenemos que ir un paso más allá, señalando los requisitos fundamentales para la formación y el perfeccionamiento de los futuros colegas”.

Pero en ese mismo sentido, el doctor Cassorla finaliza señalando que no todas las facultades de medicina deben tener características similares, ya que existen algunas que pertenecen a universidades complejas que realizan numerosas actividades de investigación, lo que requiere contar con un cuerpo importante de investigadores básicos y clínicos, mientras que otras no lo hacen porque se definen de otra manera. De hecho, recuerda que se enfrentaron algunas incomprensiones durante la formación de las primeras generaciones de becados del Programa de Doctorado en Ciencias Médicas en nuestro plantel, iniciado el año 2000 y en cuya creación participó, “por el presunto privilegio de contar con tiempo protegido para realizar su trabajo de tesis durante este período.  Me parece que este programa ha sido muy exitoso porque ha permitido formar a varias generaciones de investigadores clínicos, algunos de los cuales están trabajando en los diversos Centros de Investigación Clínica Avanzada, CICA, de nuestros campus. Estos grupos constituyen un germen que facilita el desarrollo académico de los jóvenes profesionales que siguen nuestro camino”.