Ir al contenido
English

Más noticias

Llaman a todos los nacidos entre 1971 y 1981 a vacunarse contra el Sarampión

Campaña de refuerzo 2025

Llaman a nacidos entre 1971 y 1981 a vacunarse contra el Sarampión

Chile es un país que tiene eliminada esta enfermedad desde 1993; para mantener esa condición frente a los brotes emergentes en Estados Unidos, Canadá, México y Argentina, el objetivo es que todos quienes tienen entre 44 y 54 años refuercen su inmunidad frente a esta patología que, en algunos casos, puede llegar a ser mortal.

Nueva norma técnica representa posibles riesgos para la atención en salud sexual y reproductiva

Podría aumentar las brechas de acceso y profundizar desigualdades

Nueva norma técnica representa posibles riesgos para la atención

Según explica la directora del Dpto. de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido, prof. Jovita Ortiz, “los cambios que propone tienen aspectos positivos en cuanto a ordenamiento territorial, uso de tecnologías y criterios de resolución. Sin embargo, también presentan riesgos importantes si no se implementan con mirada de género y enfoque de derechos”

Colaboración internacional en salud pública

Estudiante alemana de nutrición se integra a GTOP

Judith Sievert, estudiante de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Münster, se incorpora al Grupo Transdisciplinario para la Obesidad de Poblaciones (GTOP), en el marco de una pasantía académica que busca fortalecer la cooperación internacional y el enfoque transdisciplinario en seguridad alimentaria y salud global.

Muestra intencionada de programas formativos

Comienza elaboración de informe para muestra intencionada

Como parte del proceso de autoevaluación para la acreditación institucional en el que está inserta la Universidad, los equipos de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos y de la Prorrectoría se reunieron con decanas/os y directivas/os de las facultades que imparten los planes formativos seleccionados por la Comisión Nacional de Acreditación. La finalidad fue presentar la metodología de trabajo para la elaboración del informe de muestra intencionada a presentar ante la CNA durante julio.

Doctor Fernando Cassorla es nombrado Profesor Emérito

“Espero que el IDIMI tenga una larga vida”

“Espero que el IDIMI tenga una larga vida”

Pero esta historia pudo ser otra muy distinta; en 1993 podría haber seguido como director clínico del National Institute of Child Health and Human Development, NICHD, en Estados Unidos. “Siempre me pareció que trabajar en una institución como el NIH, que es un monstruo, con un presupuesto gigantesco, ofrecía un quehacer profesional algo restringido. ¿Y por qué digo esto? Porque el NIH no recibe alumnos de pregrado y no se hace un trabajo asistencial muy amplio, porque todos sus pacientes llegan para protocolos, referidos por otros médicos, recintos asistenciales, tanto nacionales como de otros países, incluso. Este trabajo, por muy importante que sea, deja fuera el tipo medicina que aprendí de mi padre, el doctor Eduardo Cassorla, que fue decano del Campus Centro-Sur, ya que se queda sin dos pilares fundamentales: los estudiantes de pregrado y la atención de todo tipo de enfermos”.

Pese a ello, en 1991 recibió el “Annual Distinguished Clinical Teacher Award” del NIH, “de parte de los becados de postítulo del NIH, lo que creo fue un reconocimiento a mi dedicación a la docencia. Guardo esta distinción como una de los más importantes que he recibido en mi vida, porque los extranjeros no son muy frecuentemente galardonados con este premio”. Y aunque la decisión fue difícil, recuerda, prefirió no continuar siendo un engranaje más en una máquina de producción de papers, “donde si hubiera tenido 300 y no los 235 trabajos publicados que tengo hoy, eso no me habría hecho más feliz.  Los aportes que pude hacer en la Universidad de Chile desde el año 1993 en adelante, los más de 30 colegas que ayudé a formar en nuestra subespecialidad en nuestro país, junto otros tantos en Estados Unidos, los innumerables pacientes a quienes pudimos diagnosticar y tratar por sus dolencias, eso de verdad es lo que tiene valor para mí”.

Una filosofía de 30 años

El doctor Fernando Cassorla se tituló como médico cirujano de la Universidad de Chile en 1973; se especializó en pediatría en el Albany Medical Center, de la Union University de Estados Unidos, para subespecializarse en endocrinología infantil en el Hospital de Niños de Philadelphia, Universidad de Pennsylvania. Comenzó su labor en el National Institute of Child Health and Human Development (NICHD), primero como Senior Investigator del Developmental Endocrinology Branch entre 1979 y 1993, y luego como director clínico entre 1990 y 1993, año en que retornó al país para hacerse cargo del Programa de Endocrinología Pediátrica del IDIMI, instituto que dirigió entre 1997 y 2001; además, presidió la Comisión de Doctorado en Ciencias Médicas de nuestro plantel entre 2000 y 2007. Ha recibido los premios de “Profesor Clínico Distinguido y Director´s Award”, del NIH, en 1991; “Maestro de la Endocrinología Pediátrica Latinoamericana” en el 2016; “International Research Award”, de la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica en el 2022 y “Maestro de la Pediatría de Chile” en el 2023. Es presidente de la Academia Chilena de Medicina desde enero de 2025.

Mirando en retrospectiva, el doctor Cassorla reflexiona respecto de lo que podría definirse como su sello, señalando que fue “hacer un esfuerzo por emular algunos de los centros de investigación que conocí en el extranjero, y que ello era posible en nuestra universidad. El desafío era encantar talentos que se interesaran en esta subespecialidad, rodeándonos de un grupo de personas que sintieron el efecto de nuestro “campo gravitacional”, que atrajo a varias colegas hacia nuestro instituto, ubicado en el Hospital San Borja Arriarán, para que pudieran desarrollar sus carreras en un ambiente lo más propicio posible. Este camino me parece muy digno de imitar: tratar de desarrollar un nicho donde individuos que tienen interés en la medicina académica puedan ir creciendo y transformándose en académicos independientes con su propia línea de investigación. Desarrollar una escuela tiene cierto mérito, lo que no es tan fácil en un país como el nuestro, donde el manejo de la contingencia tiene la mayor prioridad. Debo reconocer el inestimable apoyo del doctor Francisco Beas, fundador del IDIMI, del doctor Luigi Devoto y de todos los decanos que nos proporcionaron las herramientas para crecer, transformándonos en un grupo relativamente grande en Chile y con una sólida presencia internacional. Esto ha permitido el diagnóstico y tratamiento de innumerables pacientes que han llegado a nuestro hospital y que ahora tienen la posibilidad de recibir una atención comparable a la que podrían recibir en un país desarrollado y con opciones que antes habrían sido impensables”.

¿Cuáles son los desafíos para el futuro del IDIMI?

El desafío es lograr que sus dos áreas de desarrollo, la endocrinología pediátrica y la medicina reproductiva, sigan creciendo en forma sinérgica, lo cual no ha sido fácil debido a la salida un poco inesperada, por motivos de salud, del doctor Luigi Devoto. En mi caso pude preparar con anticipación mi salida como líder de nuestro grupo, para facilitar su trabajo en el futuro. Las colegas que me siguen tienen un amplio desarrollo profesional por delante; nuestra última incorporación fue la del doctor Franco Giraudo, quien obtuvo su doctorado en Ciencias Médicas formándose en el Campus Centro y en el IDIMI, y a quien le auguro un brillante futuro académico. Nuestro equipo cuenta con todos los elementos para que siga creciendo; mantenemos una filosofía que ha sido nuestro sello durante los últimos 30 años, muy orientada a lo académico, estimulando la revisión crítica de la literatura científica, que revisamos de forma regular todas las semanas en nuestra reunión bibliográfica. Los jóvenes que llegan como becados al IDIMI comprenden que se incorporan a un sistema estricto en lo científico, en que no van a ser aceptadas opiniones que no tengan sustento y que hay que defenderlas con solidez; esa vara tiene que mantenerse porque, aunque somos un país pequeño, lejos de la mayoría de los centros de excelencia, nuestra universidad tiene muchos grupos que trabajan muy bien y que son respetados a nivel internacional.

Esa trayectoria llevará durante la primera quincena de mayo al doctor Cassorla a recibir en Washington el “Robert Blizzard Award”, entregado por la Human Growth Foundation y la Pediatric Endocrine Society. “El doctor Blizzard fue uno de los primeros endocrinólogos que desarrolló la especialidad en la década de los 60; tengo que concluir que estas distinciones son reflejo de que hemos hecho bien las cosas, y que mucha gente las valora, incluso fuera de Chile. Y para que nuestro quehacer fuera posible, se dieron una conjunción de situaciones en las cuales muchas autoridades de nuestra universidad fueron capaces de ver las posibilidades que había y nos brindaron su apoyo. Aún con las limitantes de un hospital público, se pudieron hacer muchas cosas; si hubiera seguido en Estados Unidos tendría ahora una excelente jubilación, pero en la vida hay que tomar algunos riesgos. Haber retornado a Chile hace más de 30 años no era lo más cómodo y fácil, pero sigo creyendo que nuestro país ofrece la posibilidad de tener una carrera profesional muy satisfactoria y de aportar al desarrollo nacional.