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Formación y salud comunitaria

FMUCH inaugura nuevos boxes clínicos en CESFAM de Huechuraba

La Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y la Municipalidad de Huechuraba celebraron la apertura de dos nuevos espacios en el CESFAM Salvador Allende Gossens, destinados a la formación de estudiantes de Enfermería y a fortalecer la Atención Primaria en Salud de su comunidad.

Jornada “Valor social de la APS en la formación académica de las carreras de la salud”

Exitoso encuentro APS

Las bases de la mejor formación en salud están en la academia

Con la asistencia de docentes y estudiantes de diferentes universidades del país, el 24 de septiembre de 2025 se realizó la jornada “Valor social de la APS en la formación académica de las carreras de la salud”, organizada por el Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Facultad de Medicina.

Cooperación académica internacional

Doctorado conjunto FMUCH–Groningen celebra a su tercera titulada

La doctora Wendy Sánchez culminó con éxito el Joint Degree Program (JDP) en Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y la Universidad de Groningen, convirtiéndose en la tercera estudiante en obtener esta doble titulación y la primera en desarrollar su tesis doctoral en la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la institución europea.

Promoviendo la inclusión

Facultades de la Universidad de Chile se unen en un Diálogo

La Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) fue sede del “Diálogo Interdisciplinar sobre Educación y Discapacidad hacia los ODS 2030”, encuentro que se realizó el pasado 26 de agosto y fue organizado por el Núcleo Desarrollo Inclusivo de la Universidad de Chile en conjunto con el Departamento de Educación de ese plantel, y con participación de académicos de la Facultad de Medicina.

Exitoso encuentro APS

Las bases de la mejor formación en salud están en la academia y en la comunidad

Las bases de la mejor formación en salud están en la academia

Este encuentro se enmarca en el protocolo de acuerdo firmado en junio recién pasado entre autoridades de los ministerios de Salud y Educación, junto a representantes de la Organización Panamericana de la Salud, la Asociación de Municipalidades y organizaciones sociales, cuyo objetivo es establecer un espacio de colaboración interinstitucional e intersectorial para adecuar los modelos de formación en salud, con énfasis en el fortalecimiento del nivel primario de atención y la articulación entre los sectores educativo y sanitario.

Además, recoge las propuestas hechas por la Comisión del Futuro de la Medicina Académica del British Medical Journal, BMJ, en el artículo de análisis “Vision 2050: a revolution in academic medicine for better health for all”, que contiene cinco principios enfocados en mejorar los resultados sanitarios, la formación de profesionales, la generación de nuevo conocimiento científico y el equilibrio con las necesidades sanitarias locales y globales, cuyos autores son los doctores Sonia Saxena, profesora de Atención Primaria y directora de la Unidad del Imperial Child Health, en el Imperial College de Londres; Fran Baum, cientista social en Salud Pública y directora del Instituto Stretton de Equidad en Salud de la Universidad de Adelaida, Australia, y Miguel O’Ryan, decano de nuestra institución.

De esta forma, la actividad fue presidida por el doctor O’Ryan, junto a la directora de la unidad mencionada, doctora Mónica Nivelo. Al dar la bienvenida a los presentes, el decano se refirió a la importancia de “avanzar y trabajar de manera más efectiva para lograr el objetivo de integrar el desarrollo de la medicina académica con las necesidades de salud del país. Creemos que lo hacemos bien desde la Universidad de Chile, pero también que falta mayor comunicación, mayor interacción y mayor trabajo para efectivamente ajustar el profesional que estamos formando en las universidades nacionales con el profesional que el país demanda ahora y va a ir demandando al futuro, especialmente dados los cambios que ocurren en los contextos social y de salud. Y en ese sentido, si contamos con una atención primaria resolutiva, aquella en donde se resuelva la gran mayoría de las problemáticas de salud de nuestra población, y en donde además se avance en la estrategia de prevención y educación, de tal manera de evitar llegar a las enfermedades más complejas, que requieren de formación de especialistas, Chile -que es un país que tiene un buen estado de desarrollo del sistema salud- va a poder avanzar más”.

“De eso se trata el esfuerzo que tenemos que hacer en conjunto, conversando el sistema de salud con el sistema formativo, que son las universidades. Y quien sino la Universidad de Chile, como referente nacional, debe llevar adelante las discusiones de cómo podemos avanzar en este sentido. Por ello felicito sinceramente la iniciativa y el liderazgo que está tomando en este camino el Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar, porque tenemos que tener esa conversación; este es un buen camino, es un buen inicio, y como equipo vamos a estar fuertemente detrás, porque involucra la formación de las generaciones presentes y futuras, tanto de pregrado como de posgrado y postítulo”.

Mirada continental, nacional y global

Posteriormente la doctora Mónica Nivelo ahondó en lo esencial que resulta “la generación de evidencia científica y nuevo conocimiento en el ámbito de la atención primaria, como una responsabilidad de la academia” para respaldar los avances en diversas políticas públicas de salud en la atención primaria, como es el caso del Programa Más Adultos Mayores Autovalentes, que estaría en riesgo de ser terminado. “Debemos crear evidencia cualitativa fuerte, y eso solo lo podemos hacer la academia junto con los gestores de estas iniciativas y a los centros de salud familiar en la atención primaria”. Por ello, llamó a los presentes a hacer énfasis “en la investigación, tanto como en la docencia y la extensión”.

En la primera presentación, el doctor Giovanni Escalante, representante de la Organización Panamericana de la Salud, OPS en Chile, se refirió a la estrategia para la región y para nuestro país establecida por esta entidad para enfocarse no sólo en el tratamiento de enfermedades, sino también en la prevención de ellas para mantener la salud y el bienestar de las personas, partiendo por el desafío que supone el envejecimiento poblacional. Por ello, resaltó la relevancia de la atención primaria como “el fundamento del desarrollo de los sistemas de salud en el mundo, por lo que es una meta social-política que tiene que trascender los gobiernos y que debe generar un gran acuerdo nacional para impulsar las políticas de formación de los profesionales sanitarios con una perspectiva interprofesional y colaborativa, porque la salud es una de las columnas vitales del desarrollo. Si no hay salud y bienestar, no va a haber desarrollo”. Por último, ahondó en la iniciativa “Campus Virtual de Salud Pública” como un espacio gratuito para la capacitación de profesionales sanitarios a nivel continental.

Luego, la doctora Carmen Aravena, jefa de la División de Atención Primaria del Ministerio de Salud, se refirió a los avances y desafíos de su cartera a nivel nacional, que cuenta con más de 2.600 centros de APS a lo largo del país, “rediseñar nuestros procesos y nuestra mirada para poder identificar relaciones de riesgo e intensificar acciones, mejoran el trabajo intersectorial y el enfoque sociosanitario”.

Por último, el doctor Miguel O’Ryan, decano de la Facultad de Medicina, profundizó respecto de la propuesta que expone en el artículo  “Vision 2050: a revolution in academic medicine for better health for all”, emanado de su labor como parte del Advisory Board para América Latina del British Medical Journal, BMJ, y de la comisión convocada por su editor en jefe, Kamran Abassi, para reflexionar sobre el futuro en esta temática, desde una perspectiva más global.

“Apuntamos a revivir la medicina académica, redefiniendo su rol para las décadas que vendrán, gatillando la discusión a nivel global, básicamente en analizar qué está funcionando, qué no, y cómo se debe arreglar, realineando su rol y funciones para asegurar su relevancia para el futuro. Entendemos a la medicina académica como la integración de la academia y el cuidado de la salud, con el objetivo central de mejorar la salud y bienestar de la población y del planeta, buscando la equidad a través de la formación de profesionales y avanzando conocimiento. Son principios fundamentales en que debe servir tanto a la academia como a la medicina, combinando ciencia, ética, humanidades, ciencia social y promocionando el aprendizaje a lo largo de la vida. Sin la producción de la ciencia y pensamiento ético, campean la ignorancia y la desinformación, incrementando la vulnerabilidad de la sociedad y el populismo, malos procesos de toma de decisiones y juegos de poder, como se ha ido observando tan tristemente en estos años. La operación relevante es dirigir a quienes debiesen participar y contribuir en el cuidado, comenzando por la propia comunidad académica, pero deben participar y contribuir quienes dirigen organizaciones relacionadas a la salud, los responsables de formular la política en el área, quienes laboran día a día en los hospitales, centros ambulatorios y otras instalaciones de salud, los estudiantes de la diferente carrera de la salud, como futura fuerza de trabajo, quienes financian y patrocinan la investigación médica, tanto público como privado, así como las sociedades científicas, médicos y médicas y revistas médicas”.

Sobre esas bases, en dicho artículo se proponen cinco principios rectores, con el objetivo de “volver a los fundamentos esenciales”: en primer término, “una medicina académica que tenga como foco los “resultados de salud” de la población y el planeta”. Luego, “el necesario alineamiento entre los objetivos de la medicina académica y los de los sistemas de salud”; en tercera instancia, “cimentar rol de la ética, de la participación y la relevancia de lo que se hace y enseña”. Posteriormente, “promover la equidad en la producción de resultados en salud, siendo la medicina académica un motor; por ejemplo, fomentando la generación de capacidades a nivel global”. Y, por último, “la necesidad de que cuando pensemos en el desarrollo de la medicina académica en nuestras propias realidades locales, proyectemos que debe tener real impacto”.

Según finalizó el doctor O’Ryan, “nuestra visión para el 2050 es un llamado a trabajar con todas las partes interesadas para promover la salud y el bienestar de las personas y el planeta, y que debiese convertirse en un movimiento revolucionario para resucitar sistemas hoy quebrados. Para lograrlo se requiere focalizar en las necesidades de un mundo que sufre de cambios climáticos y una población en proceso de envejecimiento, con una carga importante de enfermedades crónicas, todo lo cual incrementa las inequidades. La generación de evidencia para apoyar los esfuerzos para mejorar la salud y la equidad en el área, así como la experiencia y el conocimiento provenientes de la educación superior, son imprescindibles para progresar en ciencia y en el cuidado. Necesitamos forjar más talento para generar una estructura de carrera académica sostenible, incrementando también las capacidades y competencias en investigación, así como en las profesiones médicas y sanitarias. Ante la escasez de recursos, la comprensión de los factores determinantes para una mejor salud y las medidas más costo-efectivas para abordarlos se hace crítico. Una medicina académica renovada conducirá cambios positivos para el mundo real”.

La jornada “Valor social de la APS en la formación académica de las carreras de la salud” continuó con la realización de dos mesas redondas, como fueron “Experiencias, necesidades y desafíos en la formación en APS para las carreras del área de la salud” y “Experiencias, necesidades y desafíos en la formación en APS para las carreras del área de la salud: miradas desde territorios, comunidad y estudiantes”.